Investigadores
del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y del Instituto de Química
Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC) han desarrollado unas moléculas que podrían
ser aplicadas como prótesis moleculares reguladas por luz para ayudar a
restaurar la visión en los casos de degeneración de retina.
La
investigación, que publica hoy la revista "Nature Communications", ha
sido dirigida por los investigadores Pau Gostoriza (IBEC) y Amadeu Llebaria
(IQAC) y también han colaborado científicos del ICIQ, del IRB de Barcelona, del
Instituto de Neurociencias CSIC-UMH y de las universidades Miguel Hernández
(Elche) y Alcalá de Henares (Madrid)
Según
ha explicado Llebaria, aunque el uso de estas moléculas en humanos aún queda
lejos, han conseguido demostrar que las moléculas desarrolladas se pueden
activar o desactivar mediante un haz de luz, como interruptores.
De
esta manera, consiguen que proteínas de las neuronas implicadas en la visión
puedan responder de manera parecida a la que se da en condiciones fisiológicas
normales, desencadenando una respuesta cuando reciben luz.
Las
moléculas podrían actuar como moléculas protésicas y restaurar con ellas la
fotorrespuesta de las retinas degeneradas.
"En
condiciones normales, las células fotorreceptoras de la retina (los conos y los
bastones) reaccionan al recibir luz y activan, a su vez, otras células de la
retina. Las moléculas que hemos diseñado se activan por la luz, que las hace
cambiar de forma, lo que modifica su interacción con los receptores neuronales
implicados en el envío de señales visuales al cerebro", ha detallado el
investigador.
"Es
un trabajo conceptual, un primer paso para demostrar que la técnica es posible,
que estas células podrían reemplazar la función de los conos y los bastones
cuando estos estuvieran dañados", ha especificado Llebaria.
Eduardo
Fernández, investigador de la Universidad Miguel Hernández, ha comentado que
estas nuevas moléculas han sido capaces de restablecer las respuestas
fisiológicas a la luz en un modelo animal de Retinosis Pigmentaria, que es una
enfermedad degenerativa de la retina en la que desaparecen los fotorreceptores.
Esta
nueva tecnología podría abrir nuevas vías de tratamiento para algunas
enfermedades oculares como Retinosis Pigmentaria, Degeneración Macular y otras
enfermedades de la retina.
Según
este trabajo, se abre una vía hacia nuevos tratamientos revolucionarios basados
en el control de la actividad de moléculas pequeñas, aunque la aplicación en
pacientes, admiten los científicos, aun está lejos.
Hasta
ahora, el tipo más común de moléculas que se podían fotoactivar eran los
ligandos fotocrómicos, que actúan de forma reversible sobre los receptores de
luz naturales del organismo, los conos y los bastones, pero sólo eran
eficientes en concentraciones suficientemente elevadas, que no siempre se
conseguían cuando se diluían las moléculas en el tejido.
Una
forma de evitar este inconveniente es unir de forma permanente las moléculas a
su receptor mediante técnicas de manipulación genética, pero esto conlleva
otras limitaciones, especialmente para aplicaciones terapéuticas, según
Llebaria.
La
nueva estrategia química desarrollada por los investigadores en este trabajo
ofrece más eficacia y se puede aplicar a proteínas endógenas sin necesidad de
recurrir a técnicas de manipulación genética.
"Nuestras
prótesis moleculares pueden trabajar en diferentes organismos, incluso
potencialmente en humanos, en los que las técnicas actuales de
opto-manipulación genética son limitadas. En comparación con los métodos
actuales para restaurar la fotorrespuesta en la retina, como los implantes de
retina, nuestras moléculas pueden ayudar a evitar la cirugía y proporcionar un
mejor acoplamiento para la fotoestimulación, así como disminuir el tiempo de
rehabilitación", ha concluido Pau Gorostiza.
Según
Llebaria, este tipo de tratamiento, aunque lejano, podría ayudar a recuperar la
sensibilidad a la luz y a la oscuridad con un fármaco, lo que aumentaría la
calidad de vida de personas con problemas de visión debido a degeneración
retiniana.