LA CIENCIA CONTRA EL FRAUDE
LAS EXPECTATIVAS DE LA MEDICINA REGENERATIVA
Los investigadores denuncian la oferta de terapias que no han demostrado ser eficaces
Josep Corbella Barcelona
Son las células de los huevos de oro. Pueden aportar grandes beneficios a personas que sufren enfermedades hoy incurables. Pero la codicia y la falta de escrúpulos de un reducido número de médicos e investigadores amenaza con impedir que los beneficios de las células madre se hagan realidad, igual que ocurrió con la gallina de la fábula de Esopo (ya saben: la gallina ponía un huevo de oro al día hasta que un granjero codicioso la destripó esperando encontrar la máquina que fabricaba los huevos; al final, el granjero se quedó sin gallina ni huevos ni máquina). Frente a esta amenaza, algunos de los máximos especialistas mundiales en células madre han empezado a denunciar las terapias fraudulentas que se aprovechan del prestigio de esta línea de investigación.
Entre los ejemplos de codicia, se encuentran la compañía estadounidense Medra, con sede en California, que en su página web promete curar con células madre desde el síndrome de Down hasta las lesiones medulares y que presume de haber tratado a más de 1.500 pacientes; la alemana Xcell-Center, con sedes en Dusseldorf y Colonia, que dice tratar embolias, diabetes, alzheimer, esclerosis múltiple y hasta incontinencia urinaria; la japonesa Nichi-in, que amplía la lista a enfermedades cardiacas y cirrosis; la tailandesa TheraVitae, que se centra en enfermedades cardiovasculares… Ninguno de los tratamientos que ofrecen ha demostrado ser eficaz. Sus precios no suelen bajar de 15.000 euros.
"Hay clínicas en distintos países que se aprovechan de las esperanzas de los pacientes diciendo que ofrecen terapias basadas en células madre, habitualmente por grandes sumas de dinero, pero que no ofrecen un método científico creíble, transparencia o protección de los pacientes", advierte la Sociedad Internacional para la Investigación de Células Madre (SIICM) en un documento de consenso. "Administrar intervenciones basadas en células madre de eficacia no demostrada al margen de un ensayo clínico cuidadosamente regulado pone a los pacientes en situación de riesgo y amenaza el progreso legítimo de la investigación destinada a desarrollar nuevas terapias". Las células madre son, como su nombre indica, un tipo de células que tienen la capacidad de engendrar células hijas. A partir de células madre se forman todos los tejidos del cuerpo humano durante la gestación y se regeneran los tejidos a lo largo de la vida. En esta propiedad de las células madre se basa la idea de la medicina regenerativa: si enfermedades como la diabetes, el parkinson o las lesiones medulares se deben a los daños que sufren algunas células, ¿no sería posible regenerar estas células y curar la enfermedad con células madre?
Hay unas pocas enfermedades en que esta estrategia ya se aplica con éxito. Algunas leucemias se tratan desde hace décadas con trasplantes de médula ósea, que contienen las células madre de la sangre. Algunas quemaduras y enfermedades de la córnea se tratan con células madre epiteliales (las células a partir de las que se forma la piel). Este mes se ha anunciado que doce personas diabéticas han conseguido vivir sin insulina - y otras once no lo han conseguido-tras recibir un autotrasplante de médula ósea con células madre de la sangre. "Todos estos casos se basan en células madre fetales o adultas, que son distintas de las embrionarias", informa Anna Veiga, investigadora del Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) y miembro del comité de expertos que redactó el documento de consenso de la SIICM. Son células madre que ya no pueden convertirse en cualquier tejido del organismo sino en unos pocos tejidos concretos. Fue el inesperado descubrimiento, en 1998, de que se podían cultivar células embrionarias en laboratorio lo que dio un impulso sin precedentes a la investigación con células madre. Pero el avance tenía una contrapartida: obtener células madre embrionarias obligaba a destruir embriones, algo que sectores cristianos y la administración Bush consideraban intolerable y que frenó esta línea de investigación. Desde hace un año y medio se ha iniciado una nueva edad de oro en la investigación de células madre a raíz de un nuevo descubrimiento: se pueden reprogramar células de una persona adulta para que vuelvan a comportarse como células embrionarias. Se obtienen así células como las embrionarias sin necesidad de destruir embriones. "Es una línea de investigación muy prometedora, pero estamos bastante al principio", advierte Leopoldo Laricchia-Robbio, coordinador científico del CMRB.
El primer ensayo clínico del mundo de una terapia basada en células madre embrionarias se iniciará este año en EE.UU. en pacientes con lesiones medulares, según anunció en enero la compañía Geron. Un segundo ensayo se iniciará dentro de dos años en el Reino Unido en pacientes con degeneración macular -la causa más común de ceguera- y tendrá financiación de la multinacional farmacéutica Pfizer, informó el domingo The Sunday Times.Estos estudios se limitarán a unos pocos pacientes y estarán destinados a evaluar, aún no la eficacia de los tratamientos, sino su seguridad. Dado que las células embrionarias tienen un gran potencial de proliferación, los investigadores temen que puedan originar tumores. Ya se ha registrado un caso de un niño israelí que recibió inyecciones de células madre fetales en Rusia al margen de un ensayo clínico controlado y ha sufrido dos tumores del sistema nervioso, uno en el cerebro y otro en la médula espinal. Pese a los riesgos, advierte Laricchia-Robbio, "las células madre están de moda y hay centros que ofrecen tratamientos diciendo que están basados en células madre". "En muchos casos se desconoce el mecanismo por el que estas células pueden curar la enfermedad", advierte Anna Veiga. "Es importante que los pacientes tengan una información muy detallada de lo que se hará y de las expectativas reales de curación". "El camino hacia el uso clínico de las células madre a gran escala será probablemente largo y lleno de retos", concluye la SIICM. Para evitar abusos y favorecer que la investigación avance hacia el desarrollo de terapias eficaces, la sociedad científica reclama que las terapias con células madre se apliquen por ahora en el marco de ensayos clínicos; que antes de estos ensayos se realicen los estudios pertinentes en el laboratorio y en animales igual que se hace con los nuevos fármacos; y que, una vez terminados los ensayos, se hagan públicos los resultados tanto si son buenos como si son malos.
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