martes, 10 de noviembre de 2009

REFLEXIONANDO CON MI HISTORIA

Lo que se siente al momento de oír el diagnóstico médico que te dice que tienes una deficiencia o una enfermedad que te va a seguir por toda tu vida.


Yo crecí con alta miopía y usé lentes de contacto a partir de los 12 años, asi que el tema médico era bastante natural en mi, lo tomé como una rutina de una persona normal, ni hablar de la palabra discapacidad, ese era una palabra que no manejaba, porque nunca me sentí así, era una persona completamente “normal”, pero un poco corta de vista, eso era todo.
Cuando me descubrieron membrana neovascular coroides o maculopatia o degeneración macular en el ojo izquierdo pensé que todo se resolveria rápido y mi problema implicaria meses de complicaciones y que mi vida iba a ser la misma de siempre.

A partir de entonces me di cuenta que estaria limitada y no seria la misma. Aprendí a comprender un poco mas a aquellas personas con discapacidad visual.
Con 39 años tengo conformada una familia: mi esposo y mi hijo, afrontando esta enfermedad.

Resumiendo, el asunto acá no es el DRAMA, sino que después de llorar, patalear, deprimirse y revelarse una debe seguir…superando todo esto y les aseguro… que sí se supera.
Si usted no sufre de ningún tipo de discapacidad o de enfermedad crónica, pero en su familia hay alguien con un problema, no lo compadezca, ayudelo facilitándole las cosas, no haciendo las cosas por él, no es incapaz, solo que tiene que hacer lo mismo que todos, pero de manera diferente.

Deje los consejos para después, primero hay que sufrir la pérdida, para luego empezar a sanar.

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