jueves, 17 de diciembre de 2009

DISCAPACIDAD: EL DESAFIO DE LA INTEGRACION

UNA NOTICIA DE MI CIUDAD                                                                      (TRES ARROYOS-BUENOS AIRES, ARGENTINA)
"Todos tienen que tener las mismas oportunidades"
Valentina Pereyra, directora de la Educación Primaria del Colegio Holandés, tiene muy claro que el camino a seguir en las escuelas tiene que ver con la integración

"Los niños con necesidades especiales son tan alumnos como el resto y tienen derecho a elegir a qué colegio quieren ir. Y no deben tener un tratamiento diferente porque si no ampliamos la brecha existente", dice Valentina Pereyra, directora de la Educación Primaria del Colegio Holandés en una clara declaración de principios.
Justamente, el Colegio Holandés se ha transformado en los últimos 20 años en un símbolo en lo que a integración se refiere. "Empezamos con un nenito que era hermano de una alumna e integraba con nosotros las horas de educación física. Y ya en 2001, cuando yo estaba en la dirección de la escuela, empezamos con la integración formal. Las dos primeras integraciones fueron dos alumnos ciegos", recuerda Valentina.
Luego llegó el turno de un chiquito con síndrome de Down: "La integración la hicimos sin escuela especial, él se inscribió como un alumno común, y trabajamos tres años de esa manera, hasta que se hizo necesario incluir en el proceso a la Escuela Especial 501".Además de otros chicos con síndrome de Down, el Holandés integró cinco alumnos con síntomas de trastornos emocionales de la 501, y un sordomudo.

"Es imposible hacer este trabajo sin las docentes, pero nunca escuché a una maestra decir que no lo quería hacer. Es un cambio total a la hora de trabajar, hay que aprender cómo abordar cada patología según sus características, y además hay que hacer muchos cursos de capacitación", describe la directora del primario del Holandés. Y agrega: "Fuimos aprendiendo, fuimos creciendo con la ayuda de las escuelas 501 y 502 nos fuimos capacitando. Sin desatender las necesidades de los otros chicos, obviamente".
Esta última aclaración no es un tema menor, porque si bien Valentina dice que nunca recibió una queja formal, el rumor de la posible desatención de la docente por trabajar en la integración de chicos con capacidades especiales siempre está. "Yo creo que los papás simplemente tienen que ponerse en el lugar de los otros papás. Haciendo eso no estarías pensando si tu hijo aprenderá bien porque el maestro le dedicará más atención a un chico con otras necesidades'".
Este año llegó a oídos de Valentina que algún padre se quejaba porque decía que parecía que el Holandés se iba a convertir en una escuela de alumnos especiales. "Ni a mí ni a los maestros nos molesta eso para nada. Yo siempre digo que es una política institucional, el padre que trae a su hijo al Colegio Holandés sabe que tiene una política de inclusión y que en algún momento de la vida escolar de su hijo se dará el trabajo con un alumno integrado".
De todos modos, para sacarse las dudas propias, las docentes del colegio este año hicieron un curso de capacitación de autoevaluación y de autocuestionamiento. "Porque también nos preguntamos eso, si el resto de los chicos puede aprender sin problemas o si uno dedica demasiado tiempo a los niños especiales. Eso lo discutimos en busca de la mejor educación".
Las claves para que la integración resulte un éxito, las enumera Valentina: "Gran compromiso del personal. Acompañamiento de las familias. Y hacerlo contra viento y marea".

Fuente: http://www.lavozdelpueblo.com.ar/

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