El Grupo de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Valladolid trabaja en un sistema para la detección automática de síntomas de la retinopatía diabética en imágenes de fondo de ojo, con el fin de ayudar al especialista médico en el diagnóstico temprano de la enfermedad. La retinopatía está directamente relacionada con el tiempo que el afectado padece la diabetes. Las cifras revelan que, tras 20 años de enfermedad, el total de los pacientes de diabetes tipo I y el 80 por ciento de los enfermos tipo II sufren retinopatía, aunque el diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado evitarían el 90 por ciento de los casos de ceguera.
En la actualidad, el diagnóstico se realiza a partir de la historia clínica y el estudio de las imágenes de fondo de ojo del paciente. Según han explicado a DiCYT Daniel Álvarez y José Víctor Marcos, miembros del Grupo de Investigación Reconocido (GIR) de Ingeniería Biomédica coordinado por Roberto Hornero, el problema se encuentra “en el número de imágenes que el especialista médico debe analizar para el diagnóstico temprano”.
“Si se realizasen todas las imágenes de fondo necesarias para tratar de detectar lo más tempranamente posible la enfermedad al especialista le llegaría una avalancha de imágenes, porque además no todos los oftalmólogos son capaces de observar una imagen de fondo de ojo y determinar si hay una lesión que puede derivar a largo plazo en ceguera”, apunta José Víctor Marcos, quien insiste en que estos oftalmólogos “se verían desbordados”.
Los expertos a nivel nacional y europeo recomiendan que todo paciente diabético reciba al menos una exploración oftalmológica anual. El objetivo de los ingenieros vallisoletanos es desarrollar un sistema intermedio que trate de cribar las imágenes susceptibles de enviar al especialista y reducir así su carga de trabajo, tal y como precisa el investigador. El procesado de imágenes de fondo de ojo trata de detectar automáticamente los signos de la retinopatía diabética, tales como hemorragias o vasos sanguíneos anormales.
Un problema en aumento
Según datos de la Fundación para la Diabetes, la retinopatía es la segunda causa de ceguera en España, la primera en edad laboral, y afecta a cerca del 50 por ciento de las personas con diabetes. Asimismo, señalan que es un problema creciente, puesto que se prevé que la población diabética se duplique en los próximos 15 años. La retinopatía diabética tiene su origen en el deterioro de los vasos sanguíneos de la retina, y puede clasificarse en dos tipos: no proliferativa (se desarrolla primero y se caracteriza por el agrandamiento de los vasos sanguíneos en ciertos puntos) y proliferativa (la modalidad más severa y avanzada de la enfermedad a partir de la cual crecen nuevos vasos frágiles y rompibles).
La aparición y la progresión de la retinopatía diabética están relacionadas con las alteraciones en el control de la glucemia. La hiperglucemia (niveles de glucosa en sangre altos) produce lesiones en la retina y en los vasos arteriales. Estas lesiones se agravan con la hipertensión arterial que frecuentemente padecen los pacientes con diabetes. Mantener la diabetes muy controlada y evitar alteraciones en la glucemia son las fórmulas para prevenir la retinopatía, ya que esta dolencia no presenta síntomas y no es una enfermedad dolorosa. Sin prevención, el paciente no se percatará de la patología hasta que no aparezcan los primeros síntomas de ceguera irreversible.
Fuente: DiCYT
http://www.ellibrepensador.com/2010/01/10/trabajan-en-un-sistema-para-detectar-signos-de-retinopatia-diabetica/
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