domingo, 14 de marzo de 2010

EN LAS FRONTERAS DE LA LUZ...

Los tratamientos integrales de rehabilitació n permiten acrecentar la autonomía y mejorar la calidad de vida
El tratamiento de la baja visión ayuda a preservar la autonomía

Leer la boleta de la luz, marcar un número de teléfono, leer el diario, desplazarse por la ciudad, tejer o cocinar son tareas intrascendentes para el común de la gente, pero para un disminuido visual pueden significar una conquista inconmensurable. Una persona con baja visión es aquella que dispone de aproximadamente un 10 a 20 por ciento de la visión normal total, tiene una agudeza visual inferior a 0,3 décimas, o un campo visual inferior a 20 grados. La baja visión, también llamada visión subnormal, es un deterioro visual muy severo que ya no es corregible con lentes, ni convencionales ni de contacto, ni cirugía.

María Pillia, médica oftalmóloga del Hospital Municipal Pedro Lagleyze, ha participado en conferencias internacionales sobre baja visión y revela cifras recientes de la Organización Mundial de la Salud: "Hay 45 millones de personas ciegas en el mundo y 135 millones de disminuidos visuales. Por cada millón de habitantes hay aproximadamente treinta mil con baja visión, de las cuales aproximadamente tres mil son menores de 15 años. Esto moviliza bastante porque estas son personas que tienen muchos años por delante con baja visión, que necesitarían rehabilitació n para estudiar y trabajar".

"Las patologías más frecuentes que ocasionan baja visión son: maculopatías (el paciente pierde la visión central y fina), glaucomas (se pierde la visión periférica), retinopatías pigmentaria y diabética , cataratas no operables (visión difusa), albinismo y miopías degenerativas por la edad, entre otras. Los grupos más afectados son las personas mayores de 65 años y los niños", afirma Guillermo Arroyo, óptico especialista en baja visión, colaborador voluntario de la Asociación Pro Ayuda a No Videntes (Apanovi). El profesional advierte acerca de los niños que, por falta de información y de un buen diagnóstico, son tratados como ciegos y directamente aprenden el sistema braille, cuando tienen posibilidades de incorporarse, mediante una terapia integral rehabilitadora, a una escuela normal. "Los tratamientos de rehabilitació n visual son de vital importancia para muchos pacientes a los que, sin embargo, muchas veces se termina sentenciando a la ceguera cuando podrían aprender a utilizar el resto de visión que tienen", agrega.

Un trabajo multidisciplinario
Algo que debe quedar claro es que las terapias de rehabilitació n visual no curan ni revierten el problema. Su objetivo central es que la persona aprenda a utilizar hábilmente el resto visual que posee. Esto implica un voluntarioso entrenamiento por parte del paciente para alcanzar el manejo experto de ayudas ópticas y no ópticas prescriptas por los especialistas. Un tratamiento de este tipo requiere de un trabajo profesional multidisciplinario que incluye: médico oftalmólogo, óptico especializado en baja visión, rehabilitador visual, psicólogo, instructor de orientación y movilidad. El primero realiza el diagnóstico médico, el segundo identifica las ayudas ópticas útiles para cada paciente (lupas con infinidad de variaciones, sistemas microscópicos y telescópicos) . El especialista en psicología sostiene el proceso de aceptación de la nueva situación visual, punto de partida fundamental para lograr la colaboración del paciente, y facilita el aprendizaje. El rehabilitador visual desarrolla y estimula al máximo la funcionalidad visual de la persona, enseñando el uso correcto de estrategias y de ayudas ópticas, no ópticas (lámparas específicas, filtros de luz, atriles de lectura y de escritura, tiposcopios que son hojas caladas que facilitan la lectura y la escritura, etc.) y electrónicas (circuitos cerrados de televisión, aparatos lectores y amplificadores de imagen, etc.). Y, finalmente, el instructor de orientación y movilidad promueve a través de técnicas específicas la máxima autonomía personal, social y económica posible.

"Para cada paciente se debe encarar una rehabilitación personalizada que no depende sólo de su patología, sino también de sus características y necesidades personales. Con algunos se trabaja mucho la utilización de contrastes; por ejemplo, se aconseja usar para comer puré un plato oscuro, para tomar café una taza de color claro."

Fuente: Por Mariana Nirino
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=221320
 

PARA TENER EN CUENTADónde consultar
Hospital Municipal Oftalmológico Dr. Pedro Lagleyze. Av. Juan B. Justo 4151. (011) 4581-0645/7766.

De leyes y derechos
Actualmente no existe ningún servicio de rehabilitación visual gratuito, si bien se han hecho algunos intentos como el de la Fundación Oftalmológica Argentina. Los que hay son privados. Sin perder las esperanzas en que un emprendimiento así pueda concretarse pronto, las personas con baja visión deben saber que la ley 24.901 de prestaciones básicas obliga a todas las obras sociales a cubrir el tratamiento a cargo de un equipo multidisciplinario.
Los profesionales consultados aconsejan insistir y luchar para que se cumpla con este derecho. Hay pacientes que ya lo han logrado, como Juan Manuel, que tiene 28 años y un desprendimiento de retina debido a una malformación congénita. El ve difuso, pero actualmente trabaja y está terminando el secundario, y logró que su obra social, IOMA, le cubriera un tratamiento de rehabilitación visual durante tres meses en un instituto privado. "Llegué aquí en busca de unos anteojos especiales y me encontré con una cantidad de alternativas que me dan mayor autonomía. Me mostraron que puedo hacer cosas a las que yo antes directamente me negaba, por desconocimiento", cuenta Juan Manuel.
Además, la persona con visión subnormal es legalmente un discapacitado visual, por lo tanto puede gestionar, con el certificado correspondiente, el cobro del subsidio por discapacidad. Para esto debe dirigirse al Instituto de Rehabilitación del Lisiado, en Ramsay 2400 de la Capital Federal, o llamar al (011) 4784-9497, de 8 a 12. Una vez obtenido el certificado médico con el diagnóstico de agudeza visual inferior a 1/10 con corrección y ceguera legal, debe presentarse en la Comisión Nacional de Discapacidad (011) 4331-7364/4334-0828.
También pueden gestionar pase gratuito en medios de transporte, en la Secretaría de Transporte, en Av. España 2221, (011) 4361-1252.

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