domingo, 20 de junio de 2010

STARGARDT Y UN ATLETA PARALIMPICO

Con apenas el 10 por ciento de visión a causa de una enfermedad ocular, el irlandés Jason Smyth ya ha hecho historia antes de que comiencen los Europeos de Barcelona 2010. Si Oscar Pistorius, el atleta paralímpico más famoso del mundo, no consiguió por poco su objetivo de ganarse una plaza para los Juegos olímpicos de Pekín, Smyth sí lo ha logrado de cara al Europeo, en el que correrá los 100 metros gracias a una marca de ensueño, 10"32, el segundo mejor crono de todos los tiempos en su país.

                                          Imagen: Smyth, corriendo

Smyth, de 22 años, sufre el Mal de Stargardt, una enfermedad ocular que afecta a su visión central.Su reducida visión lateral no le ha impedido protagonizar una espectacular progresión desde que comenzó a tomarse el atletismo en serio, hace sólo cinco años.

Su crono de 10"32, a sólo 14 centésimas del récord de Irlanda, le ha abierto las puertas de la selección en Barcelona y también en el Europeo de selecciones de este fin de semana, en la Segunda División, en el que también competirá en el relevo corto, pero limitado a la primera posta precisamente por sus problemas de visión. "Jason hará la primera posta", explicó su entrenador, Stephen Maguire, al equipo de prensa de Barcelona 2010. "Es la única que puede correr. Le dará el testigo a Paul Hession –el recordman nacional– porque los dos han ensayado esa transición. Jason no podrá ver llegar a Paul hasta el ultimísimo momento".

Smyth, que corre con gafas oscuras, fue campeón paralímpico de 100 y 200 metros en Pekín 2008. Al año siguiente, dedicó un mes y medio a prepararse en un campus de entrenamiento en Florida junto al gran rival de Usain Bolt, el estadounidense Tyson Gay. Los técnicos de ambos atletas trabaron amistad "y Jason se integró muy bien al grupo y aprendió muchísimo", cuenta su técnico.

En los 40 días que restan para el inicio del Europeo, el velocista irlandés tratará de conseguir también la mínima para los 200 metros, que ya anda rozando. Le piden 21"00 y ha acreditado 21"09.

Smyth no es el primer deficiente visual que llega a la elite del atletismo. Su espejo es la estadounidense Marla Runyan, declarada oficialmente ciega, que fue octava en la final de 1.500 metros de los Juegos Olímpicis de Sydney y campeona en los Panamericanos de 1999, después de arrasar en los Paralímpicos de Barcelona y Atlanta. Runyan, con un nivel visual similar al de Smyth, se guiaba por las sombras y bultos que percibía. Ello no le impidió lograr el mejor resultado de una americana en la historia olímpica de los 1.500

Fuente: http://www.elmundodeportivo.es/

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