viernes, 18 de junio de 2010

UNA RAZON MAS PARA DEJAR DE FUMAR

Con cada cigarrillo que enciende una embarazada eleva un 5 por ciento el riesgo de que su bebé desarrolle estrabismo, según un estudio.

Imagen: mujer embarazada encendiendo un cigarrillo

Y ese efecto del tabaquismo en el trastorno aumentaría hacia el final del embarazo.

"Aunque el estrabismo es un problema común, que afecta a entre el 2 y el 3 por ciento de los niños, poco se sabe sobre sus causas", indicó a Reuters Health por e-mail el doctor Tobias Torp-Pedersen, de Statens Serum Institut, en Copenhague, Dinamarca.

El estrabismo, u "ojos bizcos", es un término colectivo para 30 condiciones diferentes de desviación del alineamiento de los ojos al mirar una imagen.
Algunos subtipos están asociados con problemas musculares y, otros, con el daño de un nervio.
Sin corregir, el estrabismo puede generar pérdida irreversible de la visión con consecuencias psicológicas y sociales.

La exposición fetal a sustancias dañinas sería una de las causas del estrabismo.

"La nicotina y otras sustancias del tabaco, el alcohol y la cafeína afectan el cerebro", dijo Torp-Pedersen. "Mínimas alteraciones en el cerebro en desarrollo podrían causar el estrabismo", explicó.

De hecho, estudios previos habían asociado el tabaquismo y el consumo de alcohol durante el embarazo con el estrabismo.

Pero, en su mayoría, esos estudios fueron pequeños y no investigaron la oportunidad y el nivel de la exposición. Tampoco consideraron el efecto según el tipo de estrabismo, agregó Torp-Pedersen.

De modo que el equipo identificó más de 1.300 casos de estrabismo en el registro llamado Danish National Birth Cohort.

Todos los niños habían nacido entre 1996 y el 2003. Se entrevistó a las madres dos veces durante el embarazo y a los 6 y a los 18 meses después del parto.

La investigación arrojó que las mujeres que habían fumado durante el embarazo tenían un 26 por ciento más riesgo de tener un hijo con estrabismo que las madres que no lo habían hecho, tras considerar otros factores de riesgo, como el consumo de alcohol y la edad materna.

El efecto no se limitó al primer trimestre, sino que siguió aumentando al 43 por ciento y al 35 por ciento, respectivamente, para las mujeres que fumaron durante el segundo o tercer trimestre.

En American Journal of Epidemiology, el equipo escribió también que las mujeres que habían fumado entre 5 y 9 cigarrillos por día tenían un 38 por ciento más riesgo de que sus bebés desarrollaran estrabismo que las que no habían aspirado cigarrillos.

El consumo de 10 o más cigarrillos por día estuvo asociado con un 90 por ciento más riesgo.
"Pudimos probar que cada cigarrillo diario fumado durante el embarazo aumenta un 5 por ciento el riesgo del estrabismo, lo que es un hallazgo", dijo Torp-Pedersen, que le aconsejó a las embarazadas dejar de fumar.

Los efectos fueron casi los mismos para todos los subtipos del estrabismo.
No se registraron riesgos adicionales con el consumo de menos de 5 cigarrillos por día, el uso de terapias de reemplazo de la nicotina ni con el consumo de café o té.

Beber pequeñas cantidades de alcohol durante el embarazo estuvo asociado con una reducción del riesgo de desarrollar estrabismo.
Pero el equipo advirtió que la falta de algunos datos pudo haber distorsionado ese resultado.
"No recomendamos beber alcohol durante el embarazo", insistió Torp-Pedersen.

Al doctor Philip Lempert, de Cornell University, en Itaca, Nueva York, le preocupó que el estudio no pudiera capturar información sobre el consumo de alcohol durante el primer trimestre crítico, al decir por e-mail a Reuters Health que "la oportunidad es un factor crítico".

FUENTE: American Journal of Epidemiology,
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_97867.html

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