lunes, 9 de agosto de 2010

CEGUERA TRANSITORIA: AMAUROSIS FUGAZ

La ceguera monocular transitoria, también denominada amaurosis fugaz, es un accidente isquémico transitorio (AIT) que afecta la circulación retiniana y es el síntoma ocular más frecuente de la enfermedad obstructiva carotídea.

Los episodios neurológicos transitorios o ictus relacionados con insuficiencia carotídea se manifiestan como pérdida de visión monocular ipsolateral, hemiparesia
contralateral, entumecimiento, torpeza, afasia y parestesias.

La pérdida visual puede producirse como resultado de un émbolo hacia la arteria central de la retina o sus ramas retinianas o como resultado de hipoperfusión
secundaria a una estenosis carotídea.

Los émbolos que se desprenden hacia zonas irrigadas por las arterias carótidas, como el ojo, pueden originarse en placas de ateroma en las arterias carótidas o en fuentes más proximales, como el arco aórtico y el corazón.

Cuando la ceguera monocular transitoria ocurre en pacientes jóvenes (menores de 40 años), probablemente  no se relaciona con la enfermedad aterosclerótica. Las
causas potenciales son alteraciones cardíacas (derivaciones derecha-izquierda, enfermedad valvular), migraña retiniana, o estados de hipercoagulabilidad.

MOTIVO DE CONSULTA:
Pérdida visual monocular en forma de “sombra” o “cortina”, brusca, indolora, de 2 a 10 minutos de duraciónaunque puede durar hasta 2 horas, con recuperación
hasta la normalidad de forma rápida. Pueden presentarse con una frecuencia de 1-2 episodios al mes o de 10-20 diarios.

EXPLORACIÓN CLÍNICA
El examen ocular puede ser normal o apreciarse un émbolo en alguna arteriola. Pueden apreciarse otros signos, como el síndrome de isquemia ocular, de obstrucción
de rama arterial antigua o signos neurológicos por isquemia cerebral .

DIAGNÓSTICO
– Historia clínica, duración del episodio, episodios previos, factores de riesgo (cardiovasculares, arteriosclerosis, drogas intravenosas, etc.).

– Examen ocular completo, buscar émbolos retinianos y otros signos mencionados anteriormente.

– Hemograma completo, bioquímica sanguínea y pruebas de coagulación. Estudio valorado y seguimiento por medicina interna.

– Doppler de troncos supraaórticos, especialmente de carótidas.

TRATAMIENTO
En urgencias puede prescribirse ácido acetilsalicílico en dosis bajas, control de factores de riesgo. Posteriormente el paciente debe ser seguido por medicina interna
y decidir el tratamiento de la patología sistémica causante del cuadro.
Imagen. Paciente con episodios repetidos de amaurosis fugaz que presenta un émbolo de colesterol en la arteria temporal superior

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