martes, 28 de septiembre de 2010

LA HISTORIA DE SERGIO Y SU PERRO FIGO...

Unos 200 ciegos solicitan tener un perro guía para movilizarse
Imagen: Sergio Pérez y su perro Figo

La Asociación Uruguaya Perros de Asistencia para Ciegos (Aupac) creada en el año 2008 tiene más de 200 asociados. Actualmente esperan que se les entregue un perro guía, o lazarillo, que les facilite a las personas no videntes el traslado por la calle. La Asociación entregará diez por año.

La Encuesta Nacional de Hogares del año 2004 señalaba que un 25% de la población uruguaya era ciega o tenía baja visión.

La inclusión en la sociedad, la no discriminación, son desafíos que aún requieren mucho trabajo. Las personas no videntes cuentan con herramientas para poder adaptarse a un entorno, a un mundo pensado para videntes. La Aupac, que nació en el año 2008 tras verse la realidad de aquellos deportistas que veían dificultada su llegada a la pista de Atletismo o de otras instituciones, hoy recibe decenas de pedidos de perros guía que faciliten el desplazamiento de las personas ciegas.

"Lo importante es que uno confíe en el perro, ya que de no confiar en él, de no bajar una calle cuándo el perro lo indica, el animal se puede confundir, y hay una cuestión de confianza que debe ser mutua" explicó Sergio Pérez, que desde que cuenta con un perro lazarillo afirma que "mi vida cambió".

Pérez es uno de los fundadores de Aupac, que actualmente cuenta con 240 asociados que reciben apoyo. "Actualmente en Uruguay debe haber un aproximado de 20 mil personas ciegas" indica Pérez.

Por parte de la Aupac, única institución que se dedica a adiestrar y otorgar perros guía, hay un pedido de 200 perros. Aupac los adiestra y entrega, previo enviar a los perros a una familia tutora que colabora con el adiestramiento. "Por año tenemos pensado entregar diez perros lazarillo" destacó Pérez.

No todos pueden tener
Los perros Golden y Labradores que adiestra Aupac son entregados a sus nuevos dueños una vez que están adiestrados, y que se asegure que ambos "se llevan bien".

"No todos pueden tener un perro guía, hay que acostumbrarse a ellos y ellos a las personas" explicó Pérez. Los perros llegan a la Aupac tras ser donados, y tras realizarse la prueba de Campbell que permite saber si el perro es agresivo o no, factor fundamental para que pueda ser un perro lazarillo. Además "quienes tienen un perro guía tienen que saber que no son una mascota".

Aupac, antes de entregar un perro guía debe "evaluar si la familia de la persona que lo solicita está capacitada para contar con un perro guía, y si puede darle los cuidados que el perro requiere". Pérez dijo que a él mismo le costó adaptarse a su perro guía.

"Además es diferente a utilizar un bastón, ya que con el bastón el ciego tiene una referencia táctil, mientras que con un perro guía se debe depositar toda la confianza en el animal, en lo que él haga".

El proyecto
Para el director del Programa Nacional de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social Alberto Della Gatta la experiencia de Aupac es "muy interesante" y "en los contactos que han tenido con nosotros vemos que está en proceso de crecimiento esta experiencia". Para Pérez "es muy importante difundir este tipo de experiencia" ya que "una vez que uno se acostumbra al perro hay un cambio sustancial en la independencia de la persona ciega".

Fuente: http://www.larepublica.com.uy/

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