viernes, 8 de julio de 2011

TRAS SALVAR A SU HIJA, ESTE MATRIMONIO DIFUNDE LA ENFERMEDAD OCULAR...

El diagnóstico llegó cuando la niña tenía pocos meses y fue descubierto por casualidad, luego de que la madre leyera un artículo periodístico. El tratamiento fue largo y difícil, pero lograron frenar la enfermedad. Ahora, cuentan su experiencia para ayudar a que otros padres identifiquen este mal a tiempo.
                                 Imagen: la niña junto al equipo médico.

El dato
Una de las maneras de identificar el tumor del retinoblastoma es a través de la aparición de un círculo blanco en la pupila del niño en las fotografías tomadas con flash.

El número
40 casos de retinoblastoma se detectan por año en Argentina.

Luego de que a su hija le diagnosticaran un extraño tipo de cáncer ocular, un matrimonio decidió contar su historia e iniciar una campaña fomentar la detección temprana del retinoblastoma, un mal que aparece en los primeros años de vida y puede ser fatal si no se trata a tiempo. Tras un largo y difícil tratamiento, María Victoria pudo recuperarse y hoy está a punto de cumplir 3 años, pero no todos los casos tienen buen desenlace, por lo que estos padres buscan ayudar a otros.


El diagnóstico de María Victoria apareció cuando tenía pocos meses y aunque su mamá ya la había llevado varios médicos por un posible estrabismo, recién después de leer un artículo periodístico empezó a sospechar del cáncer de retina. La niña fue tratada en el hospital Garrahan de Buenos Aires, donde debieron extirparle uno de sus ojos, pero lograron salvarle el otro. Hoy conserva la visión y su tumor está controlado.
El caso de la hija menor de Patricia Severac y Gustavo Alcaine fue diagnosticado cuando la niña tenía sólo 11 meses. La madre la había llevado a una pediatra y a un oftalmopediatra por el estrabismo que percibía en uno de sus ojos, pero los profesionales no habían detectado nada extraño.


Durante un viaje a Monte Caseros, a la casa de sus suegros, en junio de 2009, Patricia leyó de casualidad un artículo periodístico de la revista Selecciones titulado “La foto que me devolvió a mi bebé”. Allí se contaba la historia de una niña de la misma edad que la suya que padecía un extraño tipo de cáncer de retina que podía detectarse a través de un círculo blanco sobre el ojo que aparecía en las fotos tomadas con flash. Aunque tomó decenas de imágenes durante el fin de semana, la mamá de María Victoria no encontró nada raro, pero seguía preocupada, por lo que de regreso en Corrientes, volvió a consultar con otros especialistas.


El diagnóstico se confirmó y la primera recomendación de los profesionales locales fue que viajen cuanto antes a Capital Federal para ser atendidos en el hospital Garrahan, donde trabajaba un equipo de profesionales en condiciones de atender el caso. Al llegar a destino, luego de haber dejado a su otra hija de sólo 4 años al cuidado de familiares, se detectó que María Victoria tenía tomados sus dos intensos ojos celestes por la enfermedad, por lo que debió ser intervenida quirúrgicamente.


Los médicos debieron extirparle uno de sus ojos y aunque la situación del otro era complicada, decidieron intentar frenar el cáncer con tratamientos de quimioterapia y rayos. Tras largos meses de internación y espera, su situación fue mejorando y actualmente la niña sólo es sometida a controles periódicos cada 6 meses.
“Vicky”, como le dicen su familia, hoy está recuperada y disfruta de la vida con su hermana mayor, Valentina. “Afortunadamente conservó la visión del ojo y está muy bien”, asegura su mamá y cuenta que el próximo martes 19 celebrará su tercer cumpleaños.


“Decidimos contar la historia de Vicky para ayudar a otros padres a que conozcan del tema y sepan detectarlo. La nota que leí de casualidad en la revista Selecciones me devolvió a mi hija porque permitió que podamos hacer todo para salvarle la vida porque se detectó relativamente a tiempo, pero si desde el Estado se fomentaran los controles obligatorios para la enfermedad, mi nena ni ningún otro chico pasaría por todos esos momentos difíciles”, sostiene Patricia.


“Sería de mucho valor que se sancionen leyes que dispongan la realización de prácticas médicas gratuitas destinadas a la detección precoz del retinoblastoma en los recién nacidos y en los niños de hasta 2 años de edad, por ser éste el lapso donde la enfermedad generalmente se manifiesta”, señala la mamá de María Victoria. El estudio necesario para la detección es la exploración por fondo de ojo bajo dilatación pupilar y sólo en el caso de duda, se le agrega ultrasonido ocular, tomografías o resonancias.
“Ojalá los legisladores provinciales y nacionales tomen conciencia sobre el tema y permitan que la enfermedad pueda ser detectada a tiempo, salvando la vida y la visión de muchos chicos”, concluyó la mamá de Vicky.

Fuente: http://www.el-litoral.com.ar/leer_noticia.asp?IdNoticia=167127

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