domingo, 18 de septiembre de 2011

TENIA 20 AÑOS CUANDO PERDIO LA VISTA...

A los 17 años una especie de neblina obstaculizó la visión de Joselyn Chávez Muñiz, seguida por un profundo dolor en la cabeza.
"Yo tenía 20 años cuando perdí la vista y mi vida dio un giro", reflexionó Joselyn Chávez Muñiz.

"Me la llevé al médico y me dice señora su hija trae una enfermedad gravísima y va a perder la vista, fue un impacto muy fuerte porque uno se pregunta ¿cómo fue que sucedió? Si no se cayó, no le pegaron, nunca había dado síntomas de nada", comentó Sandra Luz Muñiz Maldonado, mamá de Joselyn.

Se diagnosticó uveitis ideopática, padecimiento que se presenta en menos del 10% de la población.

"La capa intermedia que es la úvea es donde se presenta este problema; uveitis hace referencia a enfermedades inflamatorias que afectan a esta capa. Gran parte de las uveitis no se curan lo que tratamos es que con el tratamiento médico y a veces quirúrgico las recurrencias sean lo menos frecuentes posible pero muchas uveitis son muy agresivas", explicó Erick Mendoza Schuster, oftalmólogo del Hospital General de México.

Las consecuencias son devastadoras e irreversibles. El tratamiento de Joselyn se resume en tres años y once operaciones.

"Nos quedamos prácticamente sin casa, tuvimos que venderla, las cirugías no eran nada baratas y fueron once cirugías", afirmó Sandra Luz.

Finalmente el resultado no fue favorecedor.

Joselyn se sumó a los casi 6 millones de personas con discapacidad, el 26% de ellos no ve. Fue entonces que Joselyn abrió la puerta de la rehabilitación.

"Yo veía a mis papás muy preocupados porque decían: el día que yo no esté que va a ser de Joselyn, o ¿quién la va a cuidar? Ese fue el motor que me levantó de la cama, me hizo entrar a esta escuela y buscar las herramientas que me puedan ayudar a conseguir un empleo", expresó Joselyn Chávez Muñiz.

El uso del braille, desplazamiento del bastón, computación y cocina, materias que imparte el Comité Prociegos, se hicieron necesarias para la nueva condición de Joselyn.

"Son actividades donde más pudieran depender de sus familiares, el objetivo es que sean lo más independiente posible", dijo Norma Reyes, profesora, rehabilitación de Comité Prociegos A.C.

"Si estaba en una escuela de rehabilitación era para salir porque hay un mundo allá afuera y quería que ese mundo me diera la oportunidad. Atreverte a salir solo, a atravesar distancias cruzar calles sin ver en una ciudad tan problemática como la que tenemos, escuchar que se pasen un semáforo todo eso de lo que yo era consciente me daba terror", describió Joselyn Chávez Muñiz.

La necesidad venció al miedo. De su casa al trabajo como agente de seguros, Joselyn recorre varios kilómetros en cuatro tipos de transporte, lo hace en alrededor de tres horas de camino.

"Mi mayor preocupación es que ella logre ser totalmente independiente aún con su discapacidad que no tenga que depender de nadie que ella no sea un estorbo", afirmó la mamá de Joselyn.

El temor no es infundado en un país donde el 30% de las personas con educación secundaria, no están dispuestas a vivir con personas con alguna discapacidad.

"A lo mejor muchas personas creen que al perder mi vista mi vida se arruinó y esa lástima, no la quiero; siempre he dicho que a mí la lástima me sale muy cara, no la quiero ni regalada" expresó Joselyn Chávez Muñiz.

Ante el estigma, diversos estudios señalan que el principio de la democracia es la igualdad.

"Extraño mucho verme en el espejo, ver cómo he cambiado y extraño también poder correr. No me preocupa nada porque sé que tengo la capacidad de tener y hacer las cosas necesarias para vivir..."

2 comentarios:

  1. Como le hizo joselyn, para ha er agente de seguros y que restricciones le dieron en cnsf...

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  2. DEJO TU INQUIETUD. YO NO SABRIA RESPONDERTE A ELLO.

    GRACIAS POR TU VISITA!

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