sábado, 10 de marzo de 2012

EN LA OSCURIDAD, UNA HISTORIA DE VIDA...

Un accidente automovilístico lo arrastro al mundo de las tinieblas. Aunque él jamás se imaginó ciego, hoy José Torres se enfrenta a la vida con valentía y aplomo.

                  Imagen: foto de José

Es maestro del sistema de braille, ayuda a otros que han tenido el mismo problema, a echar mano de la lectura para ciegos para no caer en la depresión, y esta es una clara muestra de los alcances de un hombre que perdió un don, pero encontró la esencia del ser humano. Originario de Tarimoro, Guanajuato, el maestro José llego Ciudad a Juárez hace 5 años. ¿Naciste invidente? "Tuve vista hasta hace 5 años, perdí la vista en un accidente automovilístico. Me golpeé en esta parte de la cabeza y se me desprendieron los nervios ópticos del ojo, y la retina y la pupila ya no me funcionan, se me quedó estático el ojo.

Tengo el nervio óptico desprendido de la neurona del cerebro". Su familia, esposa e hijos vive en Estados Unidos, su esposa y dos hijos, y él fue deportado pero está echándole ganas para salir adelante. Tras el accidente que lo dejó ciego, las amenazas de la depresión eran constantes, se concentró en buscar varias salidas, y halló que el sistema braille es algo excepcional. ¿Y cómo fue, qué pasó? "Quería ocuparme en algo, aprendí braille, no encontraba la manera de cómo volví a Guanajuato y conocí al ingeniero Torres, ayúdame a ir a Guanajuato, ¿Cómo lees? "Es el sistema braille, lo sabes, si fui a la escuela, se leer y escribir, das clases en el comunitario, vi la acción de ocuparme, estoy en el comunitario de Fidel Ávila, lo leo, lo escribo, los signos de ortografía, signos de matemáticas, abreviaturas de palabras, los números, lo que s el abecedario y las vocales con acento Y la estenografía, abreviaturas en las palabras". ¿Es difícil? "Si, para los que no ven, mire como yo lo aprendí fue rápido, me dicen, pero es de acuerdo a las ganas que uno tenga. Las primeras palabras del principio del abecedario, son difíciles, pero ahí es donde se batalla, porque cuando vas a la mitad, ya te adaptaste y de ahí en adelante se te facilita todo.

De acuerdo al empeño que uno le ponga. Hay que memorizar los puntos que son de cada letra y estudiar, estudiar y estudiar". ¿Cuánto tardaste en aprenderlo? "Año y medio, hay que agregarle una práctica constante. Es necesario para aprenderlo correctamente, leyendo cada letra, estar practicando permanentemente". Da el secreto del sistema, entre más empeño, más se avanza, y cuando dominas el abecedario, ya puedes formar tus propias palabras, frases, historias y escritos. ¿José te acuerdas cómo era el mundo, cuando tenías tu vista? "Sí, eso me ayuda mucho, reconozco los sonidos que escucho, me ayuda mucho el oído y el tacto con los pies, reconozco que es lo que piso, y los sonidos, si es un bote, un árbol, p de lo que se trate". ¿Te desesperas por no ver? ¿Es difícil acostumbrarse a vivir en la obscuridad? "Yo vivo solo, me rechazo mi familia, hay una iglesia cristiana que me ayuda a pagar la renta, ahí me congreso y en base a tener fe en Dios aceptar cualquier obstáculo que te toque".,

Nos platicó que ayer chocó con un alambre tensado, y nos dijo que hay invidentes que chocan y se golpean o se caen, y lo primero que hacen es molestarse. "Yo no me molesto, dice con aplomo, yo aceptó que no veo. Y si choco, o me golpeo, me digo a mi mismo que es lógico y hasta normal. Me caigo o me golpeo porque no veo, si tuviera la vista, no me pasaría nada. Uno se tiene que aceptar como es o como se encuentra. Claro, hay quienes no se aceptan y es más grande el dolor". Quién puede sentir como un invidente, apenas una persona que sufra del mismo dolor. "Por eso hay que platicar con ellos, para que acepten que somos invidentes y que son cosas normales que nos tienen que suceder".

Fuente: http://www.oem.com.mx/elheraldodechihuahua/notas/n2425579.htm

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