domingo, 1 de abril de 2012

VOLVER A VER...

Volver a ver es el anhelo de Lupita


 Para Lupita, de 22 años, no hay obstáculos. Todos los días despierta con la fe de encontrar al médico que logre retirarle la catarata en el ojo izquierdo para recuperar la vista. En el otro perdió la visibilidad en 2011. Pero no tiene los recursos para costear su tratamiento. Ser invidente la ha convertido en una persona que lucha por sus sueños.
A los ocho años de edad comenzó a tener problemas visuales. Ella y su familia radicaban en una comunidad cercana a Toluca, Estado de México. Lupita menciona que el oculista le dio un mal diagnóstico, según padecía miopía y astigmatismo, en realidad tenía desprendida la retina en el ojo derecho y catarata en el izquierdo.
Desde pequeña sus compañeros de clase le hicieron burla por los anteojos que usaba. En la secundaria los comentarios incómodos continuaron y el problema visual progresó.
Las cirugías que le realizaron las obligaron a terminar la secundaria abierta porque no pudo regresar a clases debido a que tenía que estar en reposo, además de que se le complica leer.
En el ojo derecho tiene glaucoma, una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual, por lo general no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina.
La primera vez que la operaron fue en enero de 2004, cuando tenía 14 años de edad. En el ojo derecho se le desprendió la retina y en el izquierdo la catarata estaba avanzada, los médicos le dieron prioridad al derecho, mejor conocido como ojo único.
Ese mismo año en septiembre la operaron otra vez porque la retina se desprendió de nuevo, entonces le colocaron un cinturón y silicón. Al no darle importancia al ojo izquierdo perdió la vista a raíz de la catarata.
Lupita Díaz González dice que de los 14 a los 20 años tuvo una vida normal a pesar de que en el ojo derecho perdió 10% de visibilidad.
El 2 de febrero de 2010 llegó a Playa del Carmen junto con su familia en busca de mejores oportunidades. En ese año, el ojo izquierdo tenía 80% de visibilidad. Empezó a perder gradualmente la vista hasta que el 18 de abril ya no veía.
En Cancún conoció a un especialista, quien le dijo que necesitaba una válvula para que el ojo tuviera mejor presión, pero la cirugía costaba 5 mil dólares y al no tener los recursos, el 12 de agosto de 2010 regresó a Toluca con su mamá porque era menos costoso este procedimiento.
Después de la operación recuperó la vista en 50%. El 20 de octubre de nuevo la intervinieron por un derrame de sangre y el 27 de noviembre regresaron a Playa del Carmen porque su mamá no podía faltar más a su trabajo, llegó con 30% de visibilidad.
A principios de enero de 2011 se golpeó el ojo izquierdo con un bolígrafo, pero no había médicos en las clínicas privadas por el período vacacional y cuando la atendieron le dijeron que era demasiado tarde, ya nada se podía hacer.
"No recuerdo el nombre de la doctora que me atendió, pero era muy fría conmigo y me dijo: no te preocupes no eres la última ni la primera que pierde la vista. Salí del consultorio y me puse a llorar", relata.
Su hermana Cinthia dice que fue un proceso muy doloroso para ella y toda la familia.
Dos meses estuvo deprimida hasta que un día aceptó su discapacidad e inició una nueva etapa de su vida con clases de guitarra y canto en las instalaciones de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
A través de su profesora de música, quien ahora le da clases a domicilio, conoció a otra señora llamada Amada, quien la invitó a un círculo de meditación, donde ha conocido a más personas que la han ayudado a buscar los medios para que recupere la vista.
"Yo siempre he dicho que los tiempos de Dios son sabios, ya sabrá cuando hacer la obra conmigo, pero si no me muevo los doctores no vendrán a mi puerta", agrega.
En el mes pasado llamó a la fundación "Sólo por ayudar" de Lolita Ayala, para ser candidata a la operación de cataratas, pero una oculista que conoció en Cancún hace unos días le dijo que necesita ser operada por el mejor médico.
La operación que necesita cuesta alrededor de 17 mil pesos. A través de la cuenta bancaria Banamex 7004-527557 y la cuenta electrónica esperanzadeluz12@hotmail.com  confía en que habrá más personas que la quieran ayudar a recuperar su vista.
Lupita vive en el fraccionamiento Mundo Hábitat y todos los días ayuda en las tareas del hogar. Cocina, lava trastes, barre, trapea y cuida a su hermano Moisés de tres años de edad.
Mientras encuentra la respuesta para recuperar la vista en el ojo izquierdo, tiene el objetivo de aprender el sistema Braille, concluir la preparatoria y estudiar la licenciatura en Administración de Empresas.
 
Fuente: http://www.sipse.com/noticias/149375-volver-mayor-anhelo-lupita-pide-apoyo-para-tratamiento.html

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