Mientras está en contacto con el aire, el ojo humano normal hace un
maravilloso trabajo al proporcionar información visual exacta al cerebro. En
contacto con el agua, sin embargo, falla irremediablemente. Para entender
porqué, necesitamos examinar las propiedades ópticas del ojo.
La figura nos muestra una sección lateral del ojo humano y el número que
acompaña a cada componente del ojo es su índice de refracción.
En particular, notemos el índice de refracción de la córnea,
n(c), que es 1.38.
El poder de refracción de la córnea cuando está en contacto con el aire (cuyo índice de
refracción es n(a)=1.00) es
P(a)=[n(c)-n(a)]/R ec.
(1)
donde R es el radio de curvatura de la córnea. Si el radio es expresado en metros la unidad de
poder es la dioptría. Típicamente tenemos R=0.008 metros. Sustituyendo los
valores conocidos en la ecuación de arriba (1) obtenemos
P(a)= 47.5
dioptrías.
Si, en cambio, la córnea está en contacto directo con el agua cuyo índice de
refracción es n(w)=1.33, su poder es
P(w)=[n(c)-n(w)]/R = 6.3
dioptrías.
La córnea ha perdido 41.2 dioptrías (87%) de su poder de refracción. Esto
significa que, bajo el agua, el ojo se vuelve severamente hipermétrope,
así que los rayos de luz paralelos que entran al ojo relajado no enfocan en la retina,
sino bastante por detrás por lo que todo se ve borroso.
¿Puede la acomodacion
del cristalino compensar la pérdida de poder de la córnea? Desafortunadamente
no.
Lo mejor que el músculo ciliar puede
hacer para que el cristalino enfoque es modificar su forma por unas 16
dioptrías, y eso es solo para los niños muy pequeños.
Para los adultos la máxima acomodación del cristalino es de aproximadamente
10 dioptrías a la edad de 30 años, y este número decrece hasta 1 dioptría a la
edad de 60 años.
La solución más popular para este problema es el uso de una careta. La careta
acomoda frente a los ojos una interfase agua/aire, y esto restablece el
funcionamiento normal de la córnea, aunque produce problemas como el aumento en
el tamaño de la imagen y la reducción del campo visual.
Fuente: http://beatrizmayoral.blogspot.com.ar/
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