El increíble optimismo de una familia ciega sirve de buen ejemplo para superar
los obstáculos
La vida de una familia rusa que vive en la oscuridad completa por
ser ciegos de nacimiento sirve de buen ejemplo como optimismo e ilustra cómo el
amor a la vida ayuda a salir adelante a pesar de las desgracias que nos depara
el destino.
Alexandra Samodurova vive con sus
hermanos gemelos de 65 años en una vieja casa a las afueras de la ciudad rusa de
Voronezh. Los tres son ciegos de nacimiento, y además los hermanos gemelos
tienen retrasos de desarrollo. Alexandra, que con sus 63 años de edad es la
menor en la familia, cuida de sus hermanos con la ayuda de una pequeña pensión
por invalidez, y no se queja, superando con valentía todas las dificultades.
Su increíble optimismo es un ejemplo a seguir para sus vecinos.
Su increíble optimismo es un ejemplo a seguir para sus vecinos.
“No puede ver muchas cosas, pero siente muy bien lo que le rodea. Y a veces
se alegra por este mundo más que nosotros, los que sí vemos. No apreciamos lo
que nos regaló la vida, a veces no valoramos lo que tenemos y creemos que
cualquier pequeño problema que tenemos es algo muy complicado. Pero cuando
hablas con esta persona, te enteras de que tu problema no es nada en comparación
con lo que hace esta mujer”, cuenta su vecina, Galina Kuznetsova.
Los padres de Alexandra fallecieron hace mucho tiempo. Tuvo otro hermano,
pero murió de un infarto hace algunos años. Los servicios sociales querían
enviarla a ella y a sus hermanos discapacitados a un centro especial. Sin
embargo, ella se negó rotundamente e insistió en que era capaz de hacerlo todo
por sí misma. Hace todo a tientas: la compra, la colada y hasta la comida.
La gente de la localidad dice que la mujer siempre sonríe y es muy
acogedora, nunca la han oído quejarse de nadie ni acusar a nadie de nada.
Los vecinos empezaron a ayudar a la familia. Algunos les llevan comida,
otros medicamentos. Una vecina se dio cuenta de que tenían dificultades para
encender la estufa y pidió a las autoridades que les instalaran una calefacción
de gas para el invierno.
Otra vecina colgó información sobre Alexandra y sus hermanos en varias
redes sociales. Cuando los internautas conocieron la historia de la familia,
aparecieron más personas que querían ayudarlos. Una pareja les compró
fibrocemento para arreglar el tejado de su casa. Y los vecinos formaron un
equipo para realizar la reparación. Alexandra agradece sinceramente cualquier
ayuda y sigue regalando su luz a quienes la rodean.
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