Estaba en tercer año de enfermería en la facultad de Ciencias Exactas, trabajaba en el Híper Libertad y de DJ en fiestas y boliches. Todo cambió de un día para otro, cuando camino a uno de sus trabajos un auto lo atropelló de atrás. Durante 45 días Mauricio Jofré estuvo en coma y milagrosamente despertó. Aunque en el accidente perdió la vista, pudo superarse. Hoy es el profesor a cargo del espacio integrador Braille de la biblioteca Popular Sur. Allí enseña el sistema de lectura y escritura Braille y también les da un empujón emocional a todas aquellas personas ciegas que están pasando por un mal momento.
El joven de 31 años tenía una rutina movidita pero un accidente le cambió la vida para siempre. Mauricio fue literalmente levantado de atrás por auto mientras iba en moto a un boliche para trabajar de DJ. Pasó un mes y medio en coma profundo pero milagrosamente el día que lo iban a desconectar porque no mostraba ninguna reacción se despertó. “Estuve como en un sueño mientras estaba en coma, era como que mi rutina seguía normalmente. El día que me desperté no entendía nada”, contó el profe.
Como consecuencia del choque no sólo perdió la vista, sino que sufrió quebraduras en las piernas y hasta se le desprendió un riñón que terminó destruido. No sólo había quedado ciego sino que también debía someterse a diálisis tres veces por semana. Su vida dio un giro de 180º. Al principio cuando le dieron el alta, cayó en depresión, pero luego se obligó a sí mismo a salir de la cama.
El primer paso fue conocer su casa a nivel espacial. Internalizar donde estaban las cosas, cuántos pasos tenía que dar para llegar al baño, en que cajón se ubicaban las medias era parte de su día a día. Una vez dominado el espacio cotidiano, empezó a salir a la calle. En un primer momento pensó que iba a ser muy complicado, pero después se dio cuenta que era cuestión de darse maña y prestar mucha atención. Fue así como ahora sabe por qué calle va cuando lo lleva un remis o incluso donde están los baches en el camino que debe transitar desde su casa hasta la biblioteca.
Mientras habla de su vida, parece que todo fue sencillo. Es que si bien fueron obstáculos, Mauricio los tomó como una prueba más a superar en esta segunda oportunidad que le dio la vida. De igual modo afrontó el trasplante de riñón que le tuvieron que hacer para terminar con la diálisis semanal.
“Arranqué nuevamente con mi trabajo de DJ y también empecé a ir a la escuela Braille. Luego me fui a Mendoza a seguir aprendiendo hasta que finalmente pude manejar bien el sistema”, explicó el profe. Nunca pensó que se podía convertir en maestro, su incursión en la docencia fue de casualidad. Un día mientras ponía música en una fiesta se encontró con Andrea Narváez, coordinadora de proyectos en la Biblioteca Popular Sur. La mujer no creía que Mauricio era ciego hasta que él se lo dijo y fue así como le llegó la propuesta de convertirse en profesor.
A esta buena noticia se le sumó otra que lo empuja a continuar seguir superándose. Su pareja, Silvana, está embarazada de cinco meses. Como no podía ser de otra manera, su encuentro con la joven fue también increíble. “Me llegó un mensaje al teléfono diciendo que una persona que yo conocía había cambiado el número, yo en vez de marcar el número correcto apreté otros botones y mandaba mensajes de texto a este número que pensé que estaba bien. La primera respuesta fue que me dejara de molestar, entonces me di cuenta que me había equivocado y le pedí disculpas a la persona a la que le había mandado el mensaje”, contó. Ese número incorrecto era de Silvana, con quien empezó casualmente una amistad vía celular hasta que finalmente se conocieron. Desde ese día, nunca más se separaron. Ya llevan cinco años juntos y fruto de ese amor intenso viene en camino una nueva vida.
Hace dos semanas abrió el espacio integrador en la biblioteca. El estreno en la docencia fue con mucho éxito ya que muchas personas no videntes y otras con vista empezaron a concurrir a sus clases de martes y jueves, de 10hs a 14hs. En el lugar, además de asimilar el sistema de lectura y escritura, los alumnos también aprenden a manejar un sistema de computación para ciegos y hasta a usar la impresora Braille.
Su tesón y sus ansias de superación fueron una constante en la vida de Mauricio, que se convirtió por esas cualidades en el profe que inspira a Rawson.
Cómo nació el proyecto
La apertura del espacio integrador Braille nació en la Biblioteca Popular Sur luego de que Andrea Narváez, coordinadora de proyectos, presentara una iniciativa en la nación para conseguir financiamiento para acercar e integrar a personas con disminución visual al espacio. La biblioteca ganó el proyecto y pudo darle vida a este rincón de integración.
FUENTE: http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2014/5/28/profesor-ciego-inspira-rawson-57345.asp
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