viernes, 6 de marzo de 2015

CUANDO IR AL OFTALMOLOGO

Al empezar el año todos nos marcamos unos propósitos a realizar y entre ellos deberíamos incluir las revisiones de salud que nos corresponden. “Oftalmológicamente, una persona sana, sin problemas visuales específicos, debería someterse a varios exámenes oculares a lo largo de su vida, a fin de prevenir posibles problemas de visión”, comenta la Dra. Elena Barraquer, directora médica adjunta del Centro de Oftalmología Barraquer.


Controles en niños y adolescentes
La Dra. Elena Barraquer recomienda que "si el niño o niña no ha manifestado antes ningún síntoma y el pediatra no ha indicado ninguna revisión con anterioridad entre los tres y los seis años es un buen momento para realizar una primera revisión con el oftalmólogo. Es fundamental realizar este chequeo siempre antes de los 6-7 años, pues a partir de esta edad el sistema visual madura y no se pueden solucionar problemas de ojos ambliopes o vagos". Esta visita preventiva es fundamental porque detrás de un defecto de refracción puede esconderse un fracaso escolar. A partir de los resultados, el oftalmólogo le indicará cuando deben realizar los controles oftalmológicos preventivos.
Asimismo, al final de la adolescencia, hacia los 18 años y al completar el cambio morfológico, pueden producirse algunos cambios refractivos en la visión que es conveniente revisar de nuevo.


Revisiones en personas adultas
Hay situaciones que requieren un control especial como es en las mujeres, después del parto, en la maternidad. Los cambios hormonales del embarazo y los esfuerzos del parto pueden llegar a generar patologías oculares por lo que es aconsejable otra revisión general.
“Otro grupo especial a tener muy en cuenta son las personas con diabetes”, recuerda la Dra. Barraquer. Estos deben acudir periódicamente a controles oculares, mediante examen del fondo ocular con la pupila dilatada, para evitar posibles lesiones producidas por la Retinopatía Diabética. Es muy importante detectar ésta lo antes posible porque algunos de los daños causados son irreversibles. Por ello, es fundamental que aunque no presente ningún tipo de síntoma acuda para poder actuar si se manifiesta una lesión incipiente.


Visitas al oftalmólogo a partir de los 40 años

En la década de los 40 años empieza la presbicia, fenómeno que popularmente se denomina vista cansada, y que afecta a la visión de cerca (lectura) precisando así de unas gafas para mejorar la visión. Asimismo la oftalmóloga recomienda “controlar la presión intraocular y la aparición de una enfermedad relacionada con esta como el Glaucoma. Esta patología se denomina también la ceguera silenciosa, pues mayoritariamente cursa sin síntomas y cuando el paciente detecta algún defecto visual el daño ocasionado ya es muy evidente y no es recuperable”.
También sobre esta edad, es un buen momento para empezar a tratar las famosas “patas de gallo”, ojeras, párpados caídos, para rejuvenecer la expresión y la mirada.


Detección precoz de cataratas y degeneración macular asociada a la edad

Por otra parte, a los a los 50 años, “empiezan a desarrollarse las cataratas, pudiendo ocasionar pérdidas menores de visión en sus inicios. Las técnicas quirúrgicas actuales poco invasivas hacen recomendable operarlas lo antes posible ya que a mayor dureza de la catarata mayor riesgo de inflamación postoperatoria. Una vez extraído el cristalino cataratoso se implanta en su lugar una lente intraocular, que, actualmente, puede ser multifocal facilitando una buena visión de lejos y de cerca, e incluso a media distancia”, describe la Dra. Barraquer.

Aproximadamente a partir de los 60 años, puede manifestarse la enfermedad que se conoce como 'Degeneración Macular Asociada a la Edad', que afecta a la visión central, especialmente para la lectura. Actualmente existen varios tratamientos para detener su avance y evitar nuevos daños. Por ello, es importante acudir a un oftalmólogo para detectar la alteración ocular en sus primeros estadios e instaurar el tratamiento recomendado.


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