viernes, 15 de mayo de 2015

USAR LA VISION PERIFERICA

“Ver de reojo”, “mirar con el rabillo del ojo”, etc., son expresiones que habitualmente se utilizan para indicar que se está mirando de forma periférica. Las personas somos capaces de ver en un amplio rango de campo visual, concretamente de unos 150º horizontalmente y de 130º verticalmente, en cada ojo. Pero, de todo ese campo, la zona central que se corresponde con la mácula, y más concretamente con la fóvea, es la que nos permite ver con mayor resolución. Y, como bien conoce, este área central de la retina es la que se encuentra afectada en las personas que padecen DMAE. Pero ¿por qué no utilizar las zonas sanas y periféricas de la retina para optimizar su visión? Esto es lo que se conoce como entrenamiento de la visión excéntrica o periférica.
Cuando acuda a la consulta de Rehabilitación Visual para entrenar su visión periférica, el primer punto a conocer es la nueva zona de visión. Es decir, detectar el área periférica más cercana a la mácula que no está alterada y que le permite la mejor visión para, posteriormente, utilizarla como nuevo punto de fijación. A continuación, el rehabilitador le indicará algunos ejercicios para entrenar su visión periférica. Tenga paciencia, esta terapia no es sencilla y según algunos estudios se requieren al menos 8 sesiones para conseguir una mayor fluidez en la lectura. Además, es importante que conozca la necesidad de realizar ejercicios en casa. Su esfuerzo y constancia serán fundamentales para conseguir esta habilidad.
El entrenamiento de la visión periférica, junto con las ayudas adecuadas, le proporcionará una lectura más fluida y de mayor calidad. Sin embargo, tenga en cuenta que debido a que se está utilizando un área excéntrica de la retina, su visión no tendrá una resolución perfecta y, por tanto, las ayudas ópticas o electrónicas de las que se han hablado en posts anteriores no serán sustituibles. Es más, este tipo de entrenamientos suele estar recomendado cuando se usan las lupas, microscopios, telescopios o dispositivos electrónicos, ya que mientras este tipo de ayudas proporcionan los aumentos necesarios para las actividades que se van a llevar a cabo, el entrenamiento de la visión periférica le ayudará a conseguir unos mejores resultados en cuanto a su rendimiento visual.
Tenga en cuenta que si padece DMAE desde hace bastante tiempo, es probable que ya utilice su visión periférica para algunas tareas, como la lectura, ¿pero está utilizando el área que le permite la mejor visión? La visión periférica puede utilizarse de forma inconsciente desplazando el punto de mirada para evitar la zona de la retina deteriorada y que le impide una adecuada visión. Sin embargo, conseguir que su visión se fije en el punto de la retina que le proporciona la mejor calidad óptica requiere de un entrenamiento específico.
Puede conocer los beneficios que puede ofrecerle esta terapia con la ayuda de su experto en baja visión. Como decía el genio Albert Einstein: “Solo hay dos formas de vivir tu vida. Una es pensar que nada es un milagro. La otra es pensar que todo es un milagro”. Le animo a ser optimista e iniciar un entrenamiento de la visión periférica. Tenga en cuenta que nunca sabrá lo que es capaz de alcanzar si no se anima a intentarlo.
Dra. Eva Chamorro    





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