¿Qué ves?, un documental de Sofía Vaccaro, que se estrenó en la Argentina en la segunda
mitad del año 2014, explora a través de las historias de distintas personas
invidentes los diversos modos de crear y percibir sensorialmente el mundo.
Precisamente uno de sus protagonistas es un chico que se inicia en la lectura y
la escritura en braille. Tal como se muestra en la primera escena de los
avances de la película, el ingreso en el mundo de las letras es un hito muy
significativo en la vida de cualquier niño. Ahora bien, ¿disponemos de un
conjunto lo suficientemente rico de libros y recursos inclusivos y accesibles
para que esa emoción inaugural que provoca la lectura perdure y se prolongue en
el tiempo?
A contrapelo del aluvión de libros innecesarios y
superficiales con los que la industria editorial atiborra el circuito de las grandes
librerías, existe una serie de pequeñas iniciativas editoriales, de alcance
todavía reducido, que intenta revertir y cubrir la escasez de materiales de
lectura inclusiva necesarios para ofrecerles a niños con deficiencias visuales.
Los invitamos a hacer un repaso a través de distintos proyectos editoriales
embarcados en esa dirección.
Leer y
comprender mundos invisibles
Las investigadoras Alicia
Oiberman, Daniela Teisseire, Elsa Bei y Jorgelina Barres trabajan en
el Centro Interdisciplinario de Investigaciones en
Psicología Matemática y Experimental (CIIPME-CONICET).
Estudian de qué manera conocen y aprenden los bebés no videntes o con baja
visión. En la comunidad científica internacional existe un conjunto diverso de
trabajos de investigación que abordan este tema y plantean distintas respuestas
sobre este asunto. No obstante, hay un consenso con respecto a que, durante los
primeros dos años, la inteligencia sensoriomotriz constituye el núcleo
prioritario a través del cual todo niño construye conocimientos. Según los
estudios realizados por las investigadoras argentinas que integran este equipo,
los bebés ciegos utilizan distintas vías sensoriales para comprender su
entorno. Y, a través de esas otras estrategias, logran una integración
sensorial que les facilita llegar a la representación mental del mundo que los
rodea. Apenas nace un niño —vidente o invidente—, su principal herramienta de
conocimiento es la boca. El niño ciego también reconoce los objetos al
chuparlos, a la vez que se inicia en el uso de sus manos y desarrolla
tempranamente el sentido del tacto. Por lo tanto, en opinión de estas
especialistas, acompañar la evolución del bebé ciego con una adecuada
estimulación temprana resulta muy importante.
Mientras desarrollaban estos estudios, las
investigadoras se percataron de la falta de libros y juguetes específicos para
trabajar con niños con esas características. En materia de lectura, los bebés
ciegos necesitan libros que les permitan integrar distintas experiencias
sensoriales: texturas, sonidos y olores, y así poder lograr un acercamiento
paulatino a la escritura en el sistema braille y a las convenciones de la
lectoescritura. Fue así que a este grupo de profesionales se les ocurrió la
idea de diseñar ellas mismas un libro objeto, adaptado a las necesidades que
descubrieron que tienen estos niños. El osito y la rana es
el resultado de esa iniciativa y contempla la estimulación auditiva, táctil y
olfativa de los bebés ciegos o con baja visión. La producción de este material
didáctico es un desarrollo a pequeña escala y de forma casi artesanal, aunque
sus mentoras esperan contar con apoyo financiero para que el proyecto prospere
y este libro llegue a muchos chicos no videntes.
Proyectos
editoriales para leer con todos los sentidos
En otros países, existen sellos editoriales que ya llevan varios años en
el mercado, dedicados exclusivamente a la fabricación de este tipo de
materiales de lectura, pensados especialmente para niños ciegos. Por ejemplo,
en Francia, Les doigts qui rêvent [Dedos que sueñan], una pequeña editorial de la
ciudad de Dijon, está enteramente abocada a la producción de libros álbum
táctiles ilustrados para niños con dificultades visuales. Los libros que
conforman su catálogo se realizan combinando técnicas artesanales e
industriales. Se valen de todo tipo de materiales: distintos papeles, telas de
diferente textura, filtros, botones, etc. Su fundador,Philippe
Claudet, es un antiguo profesor de niños ciegos, que, preocupado por la
ausencia de materiales para ofrecerles a sus alumnos, en 1993, comenzó a editar
él mismo libros de este tipo. Claudet ha
visitado diversos países —incluyendo algunas ciudades de Latinoamérica— para
difundir este proyecto y alentar a otras personas a embarcarse en propuestas
parecidas en otros sitios y en otros idiomas.
Living
Painting es otro interesante proyecto editorial dentro del
panorama internacional —en este caso afincado en Gran Bretaña— que se
dedica a diseñar, crear y editar libros táctiles, con el audio del texto incluido,
generalmente leído por actores famosos. El catálogo abarca libros para adultos
y especialmente para niños. Entre los libros infantiles se encuentran grandes
obras literarias de autores como Oliver
Jeffers, David McKee, Quentin Blake, etc. Por ejemplo,
el actor Ethan Hawke prestó su voz para la audioguía de un libro táctil basado en
el cuento Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak.
Las
texturas de la naturaleza
En la Argentina, la joven editorial Estudio
Erizo se dedica a la creación y edición de libros
ilustrados para la población vidente y no vidente, elaborados específicamente
por noveles escritores y artistas plásticos contemporáneos. Se trata de libros
ilustrados, con imágenes en relieve. Exploran la técnica del gofrado, un
proceso que consiste en producir un relieve en el papel por el efecto de
la presión y que se emparenta con la tradición artística del grabado. Sus impulsoras, Verónica
Tejeiro y Paula Orrego,
subrayan que se trata de hacer libros inclusivos. El gran desafío es pensar las
imágenes para la lectura táctil. La materialidad del libro responde a los
requerimientos del sistema braille y al mismo tiempo busca atender las
necesidades artísticas y sustentables. La impresión del texto se realiza tanto
en tinta como en braille, de forma tal que la lectura puede ser compartida por
niños videntes e invidentes.
Naturalia es una colección de libros con un eje
conceptual, está compuesta por libros que cuentan pequeñas y grandes
transformaciones de la naturaleza. Las editoras buscan que las imágenes sean
simples y al mismo tiempo poéticas. Genoveva es el
primer libro que lanzaron y narra la transformación de una oruga en
mariposa.El mar y las caracolas, segundo título de la serie,
está a punto de salir y prometen más novedades. Ya recorrieron varias ferias y
exposiciones internacionales, a las que fueron invitadas para mostrar lo que
hacen. Esta flamante editorial financia la producción de estos libros a través
de la presentación de sus proyectos en diferentes concursos y/o convocatorias
nacionales e internacionales, que brindan subsidios a la creación.
Actualmente Estudio Erizo participa del proyecto
Libros infantiles en formato accesible, impulsado por elINADI. Este
organismo se propone reunir a un grupo de editoriales argentinas para compartir
la experiencia pionera de desarrollar libros de este tipo, contribuir con
nuevas propuestas y trabajar en forma conjunta.
Los
colores de la imaginación
También existen sellos editoriales que
eventualmente deciden incluir dentro de su catálogo una obra literaria que
integra temáticas y lenguajes para niños ciegos. Ese es el caso de El libro negro de los colores, de las venezolanas Menena Cottin y Rosana Faría, editado
originalmente en México por la prestigiosa Ediciones
Tecolote. Esta obra ha merecido el primer premio en la categoría
Nuevos Horizontes, otorgado por la Feria del Libro Infantil de Bolonia en 2007.
Actualmente El libro negro de los colores forma
parte del catálogo de la selectiva editorial Libros
del Zorro Rojo. Esta es una obra singularísima que habla sobre la
percepción de los colores. ¿Es posible ver los colores con los ojos cerrados?.
Esta historia permite descubrirlos a través de descripciones visuales y
poéticas que muestran que los colores también se pueden tocar, oler y sentir.
El libro tiene el texto impreso convencionalmente y también en braille. Las
ilustraciones son en relieve y, aunque se refiere a muchos colores, las
imágenes solo aparecen en blanco y negro. Una pieza de arte que presenta una
propuesta integradora en el tratamiento de la forma y el contenido.
Libros
y lecturas hechas a mano
En la localidad de Argüello (Córdoba), reside un
pequeño grupo de emprendedores, liderados por Grisel
Capretti y Gustavo
Calcaterra. Ellos son artesanos y hacedores de una colección de
libros didácticos totalmente artesanales. Su microemprendimiento se llama Tela
Papel y Madera Libros, y fabrican libros de tela, bordados, en cartapesta y
demás técnicas manuales para obtener libros en relieve y con figuras y
personajes tridimensionales. Los libros responden a dos temáticas: vida
cotidiana, por un lado, y leyendas argentinas, por otro. Sus creadores
mantienen un blog y
tienen una página
en Facebook. Ellos mismos se ocupan de todo el proceso, desde
la concepción de la idea, el diseño, la manufactura y la distribución de sus
productos. Si bien estos libros no son deliberada ni exclusivamente hechos para
niños invidentes, se prestan y adaptan para compartir con ellos ya que los
lectores pueden explorar la historia a través del tacto; el texto se incluye en
forma separada. Han recorrido importantes ferias internacionales dedicadas a la
producción editorial y también llevan sus libros artesanales a toda clase de
ferias y exposiciones de diseño y artesanías que se realizan en todo el país.
Han obtenido varias menciones y diplomas en reconocimiento a su labor,
incluyendo una mención especial de los destacados de la Asociación de
Literatura infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA), en el año 2010.
Impresoras
3D y el futuro de la lectura táctil
Hasta ahora, las impresoras 3D se empleaban en
sofisticados procesos industriales. Pero eso está cambiando; esta tecnología se
ha vuelto mucho más accesible y comienzan a fabricarse estas herramientas para
uso hogareño. Los diseños que realiza un usuario en la pantalla pueden volverse
corpóreos en pocos minutos o en un par de horas —dependiendo del tamaño y
complejidad del objeto desarrollado—. Se pueden utilizar diseños preelaborados
—muchos de acceso libre y gratuito— disponibles en diversas plataformas web:
una de las más conocidas es Thingiverse. Como
muchos de los diseños que aparecen en esta clase de sitios están bajo licencia
Creative Commons, cualquiera puede usarlos o modificarlos a su conveniencia.
Previamente hay que descargar el archivo digital correspondiente y luego
imprimir de forma casera en la impresora.
Varias empresas argentinas (Trimaker, Kikai Labs, Replikat) proveen estos equipos,
algunos para uso educativo que permiten a los alumnos y docentes elaborar
proyectos, juegos y herramientas para enriquecer las clases. Los
materiales que se utilizan para imprimir varían: plástico, cera o goma. En el
ámbito industrial, se conocen como máquinas de prototipado rápido o fabricación
bajo demanda. Emplean una tecnología que se denomina FDM (Fused Depotition
Modeling): deposición de material fundido capa a capa. Estas impresoras
facilitan una nueva manera de fabricar libros táctiles; ya sea para uso
familiar —por ejemplo, un papá que inventa un cuento para sus hijos utilizando
impresiones 3D— o para confeccionar libros táctiles a gran escala y siguiendo
criterios profesionales.
El profesor Tom Yeh, de la Universidad de Colorado (EE. UU.), dirige el
proyecto Tactile
Picture Books, que impulsa la creación de libros táctiles
para niños invidentes. También desarrollan talleres para enseñarles a los papás
a diseñar sus propios libros para compartir con sus hijos.
El costo de los modelos básicos de estas impresoras
arranca a partir de 20.000 pesos apróximadamente. Una posible alternativa para
acceder a ellas, sin necesidad de comprarlas en forma particular, o para
ponerlas a prueba antes de decidir la inversión es visitar un lugar como 3D Lab Fab & Café.
Se trata de un espacio de encuentro, ideado por Rodrigo Pérez Weiss, ubicado en
el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, en el que se dictan cursos y
charlas sobre impresión 3D y se alquilan, por hora, máquinas con dicha
tecnología para usar dentro del local mientras se disfruta un café o una
bebida. También se pueden comprar y/o reparar allí este tipo de dispositivos
periféricos.
Apenas comienzan a explorarse todas las
posibilidades de las impresoras 3D, tanto para crear libros táctiles como para
otras aplicaciones. Podemos imaginar, a corto plazo, desarrollos con mucho
potencial, para estar en condiciones de brindar a los niños invidentes o con
baja visión obras literarias y contenidos didácticos de calidad, en formatos
adecuados a sus necesidades. Y así contribuir a crear una sociedad más
inclusiva.
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