miércoles, 16 de diciembre de 2015

SOBRE DEGENERACION MACULAR RELACIONADA CON LA EDAD...

¿Qué es la DMAE?

La degeneración macular asociada a la edad, degeneración progresiva de la mácula, es la primera causa de pérdida de visión del mundo occidental en pacientes de más de cincuenta años. Actualmente, más de 25 millones de personas sufren esta enfermedad en el mundo, y cada año se les suman alrededor de 500.000 afectados. Existen muchos subtipos de DMAE, pero básicamente hay dos grandes formas: la húmeda, o exudativa, y la seca, o atrófica.


¿Cómo afecta la DMAE húmeda?

La DMAE es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la zona de la retina especializada en la visión fina de los detalles y que nos permite leer o distinguir las caras de las personas (la mácula). La DMAE exudativa, también conocida como húmeda o neovascular, es la forma menos frecuente de degeneración macular asociada a la edad (cerca del 15 %), pero es la que tiene una progresión más rápida. Necesita tratamiento inmediato para evitar que se destruya la visión central de forma irreversible en un periodo corto de tiempo (semanas o meses).

Características de la DMAE húmeda

La enfermedad produce hemorragias y derrames dentro de las capas de la retina, principalmente en la zona central: la mácula. Estas hemorragias, provocadas por pequeñas venas anormales (neovasos coroideos) que invaden la retina, desde la capa que está por debajo de ella (la coroides), acaban por destruir la arquitectura neural de la mácula, lo que causa una pérdida de visión justo en el centro del campo visual.

Síntomas

Los enfermos de DMAE pierden progresivamente la visión central, lo que conlleva dificultades para realizar tareas de precisión, como conducir, leer o escribir. Los afectados pueden no reconocer la cara de una persona, pero sí caminar sin tropezar y mantener una cierta autonomía.

Por otra parte, la estimación de las distancias y las alturas puede estar alterada, por lo que puede resultar difícil subir y bajar escaleras.

La enfermedad suele empezar en un ojo, aunque acaba afectando a los dos. Por esta razón, es posible que el paciente no se dé cuenta del problema visual a no ser que, de forma fortuita, se tape el ojo sano y empiece a ver las líneas distorsionadas con el ojo afectado (metamorfopsia).

¿Se puede prevenir?

Al tratarse de una enfermedad asociada al envejecimiento, la DMAE no se puede prevenir. Se ha observado mayor incidencia en fumadores, por lo que llevar una dieta sana, no fumar y someterse a revisiones oculares periódicas a partir de los cincuenta años deberían ser medidas a tomar.

¿Cuál es su tratamiento?

En los últimos años se han producido avances científicos muy importantes en el tratamiento de la DMAE húmeda que han revolucionado el tratamiento de esta enfermedad y han aportado una nueva esperanza de preservar la visión a nuestros pacientes.

El principal tratamiento para intentar controlar la DMAE húmeda se realiza a partir de la aplicación de fármacos antiangiogénicos, mediante inyecciones intraoculares directamente en la cavidad vítrea. El fármaco actúa bloqueando la molécula que causa el desarrollo y la progresión de las membranas neovasculares en la DMAE húmeda: el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF). Este tratamiento consigue detener la enfermedad en tres de cada cuatro casos y mejorarla en uno de cada tres. En casos seleccionados o resistentes, deben intentarse otros tratamientos alternativos, como la fotocoagulación láser, ya sea directa o de los vasos nutrientes, la terapia fotodinámica y, en algunos casos, la combinación con microcirugía vitreorretiniana macular.

Protocolo

Revisiones previas: es indispensable un examen oftalmológico completo que incluya una retinografía, una autofluorescencia, una tomografía de coherencia óptica y una angiografía fluoresceínica y, en ciertas ocasiones, con verde de indocianina.
Intervención: se realiza con anestesia tópica (gotas) y generalmente no produce molestias. Se trata de un procedimiento corto que se realiza en quirófano o en consulta, pero siempre bajo unas condiciones estrictas de asepsia.
Precauciones: antes de la intervención se desinfecta abundantemente el ojo y los párpados mediante soluciones yodadas.
Riesgos: como en cualquier intervención, el riesgo más grave es la infección del ojo, pero si se realiza una correcta desinfección preoperatoriamente, el riesgo es extraordinariamente pequeño: menos de un caso de cada mil pacientes.
El Institut de la Màcula aplica el régimen de tratamiento Fusion© desarrollado en nuestro centro para optimizar e individualizar el tratamiento, con lo que ha logrado disminuir el riesgo de pérdida de visión a largo plazo que puede ocurrir con otros regímenes actuales de tratamiento.

La clave del éxito del tratamiento mensual radica en aplicar el tratamiento incluso cuando la lesión está inactiva. De este modo es el tratamiento, y no la enfermedad, quien lleva la iniciativa. Sin embargo, en algunos casos puede suponer un sobretratamiento.

Por eso, el régimen Fusion es flexible para obviar inyecciones en pacientes que presentan un curso más benévolo y también permite, en el extremo opuesto del espectro, tratamientos mensuales en caso de ser necesarios. Comparado con otras estrategias, el tratamiento antes de la recurrencia de la lesión disminuye el riesgo de pérdida visual o de pérdida de la visión ganada inicialmente.


El Institut colabora con la Barcelona Macula Foundation para mejorar los tratamientos actuales de enfermedades como la DMAE exudativa.

FUENTE: http://institutmacula.com/patologia/dmae-exudativa-o-humeda/

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