Convierten la información espacial en audio permitiendo a
los invidentes ubicar los objetos en distancia y posición, sin aprender otro
lenguaje
Apenas se necesita un pequeño periodo de adaptación,
minutos, para lograr una tasa de un 100% de acierto en la "visión" de
los objetos y espacios que se prueba
Un adulto que se quiere comer el mundo, un niño, que
entusiasmado, expresa que desde ahora, en los restaurantes no necesitará
preguntar dónde está la botella para ponerse agua...Es lo que la empresa
Eyesynth nos muestra en un vídeo sobre el avance de la ciencia y la tecnología
en unas gafas diseñadas para invidentes.
Alrededor de 75.000 personas en España son ciegas al 100
por cien y 925.000 personas tienen una discapacidad visual importante, según
estimaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), que indica que el
porcentaje es de un 0,7% en la población mundial.
Antonio Quesada Hervás (Asturias, 1974) es un apasionado de
la tecnología. Desde niño le ha gustado experimentar la tecnología desde nuevos
ángulos y a la postre, sufre cierto grado de sinestesia, que le asocia la
música y los sonidos con las formas. Rodeado de un equipo brillante y alentado
por un amigo, cuyo hijo es invidente, creó junto a otros tres socios Eyesynth,
una compañía dedicada a desarrollar tecnologías de asistencia a las personas
que padezcan una merma en alguno de sus sentidos. Con un equipo de 15 personas
entre ingenieros, diseñadores, inversores y colaboradores, ha sacado adelante
este sueño.
Tras dos años de trabajo, la firma castellonense está a
punto de comercializar (a partir de mayo/junio de 2016) Eyesynth: unas gafas
capaces de recoger información espacial en 3D, y traducirla en sonido
comprensible para el invidente. "El dispositivo capacita para distinguir
formas, espacios y obstáculos con un nivel de detalle inédito hasta el momento.
Gracias a este sistema de comprensión visual, se derriban muchas barreras,
ampliando horizontes personales del usuario y mejorando su calidad de
vida".
Campaña de Crowfunding
Desde este jueves y hasta el 30 de diciembre, la compañía
ha estrenado una campaña de crowfunding en la plataforma internacional
Kickstarter para recaudar fondos con los que poder comercializar estas gafas y
se han puesto una meta de 100.000 euros. "Gafas tecnológicamente más
sencillas se venden a 15.000 dólares. Si llegamos a confeccionar de manera
industrial nuestro diseño, el precio de mercado se reduciría a unos 1.400 euros",
comenta. Aún así, como el objetivo va más allá, dentro de la campaña han sacado
una pequeña tirada de 25 unidades a 880 euros (un 40% menos del precio), y
otros descuentos, para poder generalizar los buenos resultados que ya han
llevado a la práctica con usuarios de la ONCE de Castellón y Valencia.
Miguel Benages director de la ONCE Castellón: "Yo con
esto, me lanzo a recorrer el mundo", asegura.
Precisión y detalle, un microordenador y un sonido
abstracto muy fácil de aprender son las claves del éxito. Las personas apenas
necesitan un pequeño periodo de adaptación, minutos, para lograr una tasa de un
100% de acierto en la “visión” de los objetos y espacios que se les prueba,
como se observa en el vídeo. "Destreza y práctica es suficiente",
enfatiza Quesada.
Estudio científico
Este dispositivo ha despertado el interés de la comunidad
científica. El hecho de que un invidente pueda multiplicar su percepción
espacial, y especialmente, con un aprendizaje tan rápido, llamó la atención del
neurólogo Antonio Belenguer, especialista en el Hospital Nisa Jaume I de
Castellón. Belenguer ha iniciado un estudio de la evolución cerebral de un
individuo ciego a partir del uso de Eyesynth, con lo que se ha obtenido apoyo
de la Fundación Eresa, patrocinadora, del Grupo Hospitales Nisa y del Grupo de
Neuropsicología de la Universidad Jaume I, que interpretarán las estadísticas
de la investigación. La publicación y el liderazgo del estudio irán a cargo del
doctor Antonio Belenguer.
Método de auriculares cocleares
Las gafas con escáner 3D registra el entorno de la persona
y convierte la información espacial en audio que permite a los invidentes
ubicar los objetos en distancia y posición, sin necesidad de aprender ningún
tipo de lenguaje.
El método que se usa para transmitir el sonido es mediante
auriculares cocleares, "transmitiendo el sonido a través del hueso
craneal, no por cascos, y que el córtex visual es capaz de decodificar".
Esto permite dejar libre el canal auditivo, comenta, mejorando la seguridad del
usuario, rebajando ampliamente el cansancio auditivo y siendo mucho más
higiénicos para sesiones de uso prologado. " El oído queda libre para
escuchar conversaciones o los sonidos de la calle, por ejemplo". No usa
idioma, escanea el entorno en 3D y aporta información de distancias reales,
concluye.
Visita el artículo original en la siguiente URL: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2015/12/06/5661e9afca4741d0168b4600.html
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