La
Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) provoca problemas en la visión
central, visión de líneas torcidas que deberían ser rectas y problemas para
leer o reconocer caras.
La
DMAE puede ser seca o húmeda; la primera consiste en un adelgazamiento de la
zona de la mácula y la segunda en un engrosamiento.
Los
pacientes con DMAE tienen, en muchos casos, antecedentes familiares.
Se
puede frenar su evolución siguiendo una dieta mediterránea, realizando
ejercicio físico y evitando el tabaquismo.
La
DMAE seca no tiene tratamiento en la actualidad, pero la DMAE húmeda puede
tratarse con inyecciones intravítreas regulares de fármacos.
¿Qué
es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)?
La
degeneración macular asociada a la edad o DMAE es una enfermedad que afecta a
la parte central de la retina, a la mácula, y como su nombre indica es una
enfermedad que va progresando a medida que va avanzando la edad del paciente.
¿Qué
tipos de DMAE existen?
Actualmente
clasificamos la DMAE con dos formas principales:
DMAE
seca, que científicamente se denomina DMAE atrófica, en la que se va atrofiando
y adelgazando el tejido de la zona de la mácula. En algunos casos la DMAE seca
o atrófica puede evolucionar hacia DMAE húmeda o exudativa.
DMAE
húmeda o exudativa, en cuyo caso hay un engrosamiento del tejido de la mácula,
debido a fenómenos de inflamación o la aparición de neovasos (vasos anómalos o
pequeñas varices que crecen por debajo de la retina en la zona de la mácula, y
dan lugar a sangrados, inflamación, presencia de líquido y a un aumento del
grosor de esta zona). En fases avanzadas de la DMAE húmeda también pueden
aparecen zonas de la mácula con el tejido atrofiado.
También
hay otros tipos de DMAE (las llamadas “formas raras de DMAE”) que son más
atípicas.
¿Por
qué se produce? ¿Se puede prevenir?
FACTORES
GENÉTICOS
Muchos
de los pacientes con DMAE tienen antecedentes familiares, personas en su
familia que se quedaron ciegas de mayores o perdieron la visión con los años y,
por eso, algunos pacientes conocen la enfermedad.
También
hay pacientes que la desconocen, y no saben que algún familiar suyo la sufrió,
ya que hay formas de DMAE menos agresivas, o familiares que no llegaron a
conocer, etc.
CONSUMO
DE TABACO
También
hay factores de otro tipo implicados en la DMAE, como es el tabaco, que se ha
demostrado científicamente que acelera la DMAE.
MALA
ALIMENTACIÓN
Además,
también influyen los factores dietéticos. Seguir una dieta mediterránea
enlentece la progresión de la DMAE.
ENFERMEDADES
QUE AFECTAN A LOS VASOS SANGUÍNEOS DE LA RETINA
Las
enfermedades que provocan alteraciones de los vasos de la retina, y de su
irrigación y oxigenación, como son la hipertensión arterial, la diabetes, el
colesterol o los triaciglicéridos altos…pueden hacer que la DMAE progrese más
rápidamente. Por este motivo es importante que los pacientes con DMAE realicen
análisis y controles habituales con su médico de cabecera para diagnosticar a
tiempo y poder controlar estas enfermedades, evitando así empeorar el estado de
su retina.
RAYOS
ULTRAVIOLETAS
También
hay factores menos estudiados, como la incidencia de los rayos ultravioletas, que
pueden influir en una progresión más rápida de la DMAE.
FALTA
DE EJERCICIO FÍSICO O HÁBITOS POCO SALUDABLES
La
realización de ejercicio físico y en general un estilo de vida saludable ayudan
a frenar su progresión
Otras
recomendaciones
Se
puede retrasar el inicio de la enfermedad y frenar su evolución siguiendo la
dieta mediterránea, no fumando, haciéndose una analítica al año para descartar
enfermedades que afecten a la retina como la diabetes, el colesterol y los
triglicéridos altos, vigilar la tensión arterial, y en caso de cualquiera de
estas enfermedades, realizar los controles oportunos. Además, algunos estudios
han demostrado que tomar suplementos nutricionales puede hacer que la DMAE seca
o atrófica progrese más lentamente.
Muchos
de estos pacientes tienen antecedentes familiares, ya que es una enfermedad que
puede ser hereditaria, y algunos conocen familiares que la han sufrido y vienen
a hacerse revisiones para descartar esta enfermedad.
Algunos
pacientes tienen formas muy agresivas de DMAE que evolucionan rápidamente. A
pesar de los consejos y tratamientos actuales, a veces no se puede frenar la
rápida pérdida de visión en estos pacientes. Por este motivo es tan importante
el diagnóstico de la enfermedad en sus fases iniciales y realizar revisiones
periódicas con el oftalmólogo cuando existen antecedentes familiares de esta
enfermedad.
¿Qué
síntomas provoca? ¿Cómo podemos detectarla?
La
DMAE es una enfermedad que muchas veces provoca síntomas en los pacientes
debido a la afectación de la parte central de la retina, la zona de la mácula,
que es la responsable de la visión central. Por lo que las quejas de los
pacientes con DMAE suelen ser problemas en la visión central, como problemas al
leer, escribir, ver las caras de las personas… También pueden experimentar
visión borrosa central, ver los objetos de tamaño diferente entre los dos ojos,
alteración de los colores, visión distorsionada (líneas rectas deformadas)…
Muchas
veces, las formas iniciales de DMAE pueden ser totalmente asintomáticas, y las
detectamos los oftalmólogos en una revisión rutinaria al visualizar el fondo de
ojo del paciente, en el que se ven anomalías en la mácula. Entonces, pueden
solicitarse pruebas para determinar el grado de afectación y poder seguir la
evolución de la enfermedad.
Los
pacientes, pueden perder un poco de visión en un ojo sin darse cuenta. Por eso,
es importante analizar la visión de cada ojo por separado. Pueden hacerlo
tapándose alternamente un ojo y, luego, el otro, de forma regular. Los
oftalmólogos aconsejamos a los pacientes con DMAE hacer un sencillo test de
visión (Test de Amsler) en su casa, para detectar a tiempo cambios o
empeoramiento de la visión central.
¿Cómo
se diagnostica? ¿Hay que realizar pruebas? ¿Cuáles y en qué consisten?
La
DMAE la diagnostican los oftalmólogos examinando el fondo del ojo y haciendo un
estudio completo del paciente en el caso que se detecten anomalías en la mácula.
Se
realizan pruebas diagnósticas (para conocer la anomalías de la mácula, la
evolución de la enfermedad, la respuesta a los tratamientos que se realicen
etc..) y también pruebas funcionales (analizar la visión del paciente), que
pueden ser:
pruebas
para conocer la visión del paciente: medición de la agudeza visual de lejos y
de cerca, test de Amsler, campimetría o campo visual (que analiza el grado de
afectación de la visión central);
escáner
de la mácula: OCT (tomografía de coherencia óptica)
pruebas
con contraste, como la angiografía con fluoresceína o verde indocianina
También
en casos concretos pueden solicitarse pruebas de visión de contraste, visión de
colores, pruebas de electrofisiología etc.
¿Tiene
remedio? ¿Cómo podemos tratarla?
No
existe un tratamiento curativo para la DMAE, pero hoy en día, hay tratamientos
que la pueden parar o frenar, en especial la DMAE húmeda.
DMAE
HÚMEDA
La
DMAE húmeda suele ser más agresiva y evolucionar de forma más rápida que la
DMAE seca.
Tenemos
tratamientos que son fármacos que podemos inyectar dentro del ojo y así frenar
la progresión de la DMAE húmeda.
Los
pacientes que siguen un tratamiento para la DMAE húmeda con inyecciones, deben
acudir a muchas visitas y pruebas de control, porque los medicamentos que se
inyectan en la actualidad tienen una duración de pocas semanas. Son pacientes
que deben someterse a revisiones continuamente, y realizar pruebas de manera
repetida.
Aunque
lleguen a estar estables, no significa que vayan a estarlo toda la vida. La DMAE
es una enfermedad progresiva y en cualquier momento pueden experimentar un
nuevo brote y precisar de nuevo tratamiento.
Las
inyecciones intravítreas son un procedimiento que no duele porque se anestesia
bien el ojo antes de inyectar la medicación. Se puede anestesiar el ojo con con
colirios (anestesia tópica), o infiltrando anestésicos en la zona donde se
realizará la inyección intravítrea (anestesia subconjuntival). Es un
tratamiento que se realiza en apenas pocos minutos, de forma ambulatoria, no
precisa ingreso y es importante que el paciente colabore y siga las
instrucciones que se le indican.
En
pacientes que no colaboran (por ejemplo, pacientes con Alzheimer) se puede
realizar la inyección intravítrea bajo sedación.
DMAE
SECA
Para
la DMAE seca no existe ningún tratamiento curantivo, ni tampoco existen todavía
medicamentos que podamos inyectar en el ojo para frenar su evolución (como
ocurre con la DMAE húmeda).
Se
pueden recetar suplementos nutricionales, sobre todo en las fases iniciales de
la DMAE seca ya que numerosos estudios demuestran que pueden enlentecer la
evolución de la enfermedad.
La
DMAE es una enfermedad muy investigada porque es la primera causa de ceguera en
pacientes de edad avanzada. Esto hace que haya muchísimo interés en encontrar
un tratamiento curativo o tratamientos cada vez mejores para parar la
enfermedad. Existen numerosos ensayos clínicos en curso que pueden suponer que
en pocos años dispongamos de tratamientos mejores y más eficaces que los que
tenemos actualmente.
En el
futuro esperamos tener medicamentos que duren más tiempo y que reduzcan la
carga para el paciente de visitas y pruebas, que a veces es complicado, porque
se trata muchas veces de pacientes que requieren acompañamiento de los
familiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario