IMPORTANTE PARA PREVENIR
El
oftalmólogo Chris Kobbe, fundador y presidente de la Fundación Cure AMD,
sugiere que el argumento popular sobre la degeneración macular causada por la edad
o la genética, es incorrecto.
Tomando en
cuenta la realidad sobre cómo la degeneración macular ha pasado de haber sido
una enfermedad extremadamente rara en el siglo pasado a ser una que se
encuentra en un crecimiento cada vez más alarmante en países desarrollados
alrededor del mundo, el Dr. Knobbe señala al aumento en el consumo de alimentos
procesados como el causante principal en vez del envejecimiento o la genética.
Knobbe
afirma que aquellos que consumen alimentos altamente procesados no solo desarrollan
degeneración macular asociada con la edad (DMAE), sino que también tienen más
probabilidades de verse afectados por el cáncer, enfermedades cardíacas,
hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y derrames cerebrales.
¿Qué es la degeneración macular?
De acuerdo
con la Academia Americana de Oftalmología (AAO, por sus siglas en inglés), la
degeneración macular surge cuando se daña la parte de la retina conocida como
mácula, lo que provoca que pierda su visión central.
Si padece de
DMAE quiere decir que no puede ver a detalle tanto de cerca como de lejos; sin
embargo, su visión periférica (mirada lateral) funciona de manera normal.
La Fundación
BrightFocus define la DMAE como “una destrucción irreversible de la mácula que
resulta en la pérdida de la visión precisa, detallada y “directa” que se
necesita para realizar actividades como leer, manejar, reconocer rostros y ver
el mundo a todo color”.
Knobbe
señala que la mácula mide 6 milímetros de largo y se encarga de los 10 grados
de la visión central. “Podría decirse que estos son los 6mm más importantes en
nuestro cuerpo”, asegura el doctor.
Con respecto
a la degeneración macular, la AAO dice lo siguiente:
·
Es la causa
principal de pérdida de la visión en personas de 50 años en adelante
·
Alrededor
del 80 % de las personas con DMAE padecen degeneración seca, la cual se
caracteriza por la reducción de algunas partes de la mácula, así como por el
crecimiento de pequeñas concreciones de proteína conocidas como drusas, lo cual
provoca que pierda poco a poco su visión central
·
La DMAE
húmeda es un tipo de pérdida de visión menos común pero más grave ya que
provoca el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales debajo de la
retina, lo cual puede provocar un derrame de sangre u otros fluidos que le
generan cicatrices a su mácula
·
La DMAE
húmeda provoca una pérdida de visión mucho más acelerada que la DMAE seca
·
Ver borroso
puede ser el primer síntoma de la degeneración macular. Las visitas regulares
con el oftalmólogo pueden ayudarle a identificar las señales de advertencia
tempranas de esta enfermedad
¿Quiénes se ven afectados por la
degeneración macular?
La DMAE no
hace ninguna distinción entre personas, ya que se estima que millones de
personas son afectadas en todo el mundo por esta enfermedad potencialmente
devastadora.
Según Knobbe
y los expertos de la Fundación BrightFocus, la DMAE es:
·
La causa
principal de pérdida irreversible de la vista en personas mayores de 65 años
que viven en países desarrollados
·
Una de las
principales causas de ceguera irreversible
y discapacidad visual en todo el mundo. Se espera que la cantidad de personas
que padecen de DMAE alcance los 196 millones en todo el mundo para el año 2020
y que aumente a 288 millones para el 2040
·
Se sabe que
esta enfermedad afecta a unos 11 millones de personas en los Estados Unidos y
se espera que este número se duplique para el año 2050
Aunque
Knobbe esté en desacuerdo, la relación entre el envejecimiento y la
degeneración macular se basa en estadísticas que sugieren que su riesgo de
contraer esta enfermedad pasa de ser del 2 % para las personas de 50 a 59 años
a cerca del 30 % en personas de 75 años en adelante.
Causas de la degeneración macular
La oftalmología
tradicional relaciona la DMAE con el envejecimiento, de ahí el nombre de
“degeneración macular asociada con la edad”, y en tiempos recientes también ha
sugerido que la genética puede ser un factor contribuyente. La AAO afirma que
también es más probable que desarrolle DMAE si:
Es mayor
de 50 años |
Tiene una
alimentación alta en grasas poco saludables |
Tiene
sobre peso |
Es una
persona caucásica |
Tiene
antecedentes familiares de casos de DMAE |
Es fumador |
En contraste
con la opinión habitual, Knobbe cree que los alimentos
procesados creados por el hombre son los principales
culpables, aunque también considera que haya un posible vínculo genético.
Sus
creencias, las cuales surgieron a través de una combinación de investigaciones
periodísticas, entrevistas e investigación, se concluyeron en la publicación de
su libro Cure AMD — Ancestral Dietary Strategy to Prevent & Reverse
Macular Degeneration (Cura para la DMAE - Estrategias de alimentación
ancestral para prevenir y revertir la degeneración macular) en 2016.
Además de lo
anterior, en 2017 se publicó un resumen del trabajo de Knobbe en la
revista Medical Hypotheses. Mientras que el riesgo de contraer DMAE
era casi cero en 1900, según él, para 1992, se creía que afectaba a 1 de cada 3
personas mayores de 75 años.
Knobbe
afirma que en la actualidad en todo el mundo se diagnostican 20 000 nuevos
casos diarios de DMAE. Basándose en su investigación, Knobbe declara lo
siguiente: “Creo por completo que esta enfermedad es causada exclusivamente por
la alimentación. Desde luego la genética desempeña su papel en esta enfermedad,
pero el estilo de vida es lo que la detona. Ese ‘estilo de vida’ es nuestra
alimentación”.
Los alimentos procesados que se
vinculan con el rápido aumento de casos dedegeneración macular
Basándose en
su investigación, Knobbe afirma que la clave para abordar el rápido aumento de
casos de DMAE debe centrarse en reducir nuestro consumo de alimentos procesados
y regresar a la denominada alimentación ancestral. Esto, de acuerdo con Knobbe,
puede ser nuestro mejor medio para prevenir y, tal vez, tratar la enfermedad.
Knobbe
define una alimentación ancestral como cualquier programa de alimentación que
existía en el planeta antes de 1880, cuando aparecieron los primeros alimentos
procesados (sobre todo la harina blanca refinada y los aceites vegetales
poliinsaturados). Knobbe destaca que las grasas trans se
introdujeron por primera vez en 1911.
Después de
observar que la alimentación occidental tiene más de 600 000 productos
alimenticios que hoy en día pueden ponerse en su plato, Knobbe dijo que “Cuando
analizamos esto, lo que sabemos es que el 63 % de estos productos alimenticios
se componen de alimentos refinados, procesados y deficientes en nutrientes, en
forma de azúcares añadidos, harina blanca refinada, aceites
vegetales poliinsaturados y grasas trans”.
Knobbe dice
que la dependencia a los alimentos procesados es “la receta para el desastre
metabólico y la degeneración física”.
A partir del
trabajo realizado por el fallecido Weston A. Price, Knobbe menciona las
siguientes categorías problemáticas de los alimentos procesados, a los que
Price se refería como los “alimentos desvirtuados del comercio moderno”:
Aceites vegetales |
Repostería |
Dulces |
La degeneración macular: ¿otra
enfermedad de la civilización occidental?
Tomando en
cuenta el incremento de estos “alimentos modernos” durante los últimos 140
años, Knobbe dice que no es de extrañar que su mayor consumo se relacione con
lo que él denomina como "enfermedades de la civilización occidental”.
En esta
lista se encuentran varias enfermedades conocidas como el Alzheimer,
trastornos autoinmunes, cáncer, enfermedades
cardíacas, síndrome metabólico, obesidad y diabetes tipo 2.
Knobbe dice que tuvo algo así como una epifanía en 2013 cuando se planteó esta
pregunta: “¿Podría la DMAE ser otra 'enfermedad de la civilización
occidental'?”.
Después de
comparar históricamente las tasas de incidencia de DMAE en relación con el
aumento de la disponibilidad y el consumo de azúcar y aceites vegetales, Knobbe
comenzó a deducir que la DMAE podría estar relacionada con el incremento en el
consumo de alimentos procesados.
“Después de
tan solo 30 años de consumir estos alimentos procesados, nos encontramos con
enfermedades crónicas en proporciones epidémicas”, comenta el doctor.
En Japón, a
partir la década de 1970, el incremento en el uso de aceites vegetales ha
disparado el aumento en la incidencia de DMAE.
Según
Knobbe: “La tasa de prevalencia de DMAE [en Japón] era del 0.2 % en
1970. Para 2007, su prevalencia era del 11.4 %. Eso es un aumento de 57 veces
en la prevalencia de la DMAE en tan solo 30 años. No es posible explicar esta
situación con base en la genética y el envejecimiento”.
Al comparar
las tasas de DMAE en Nigeria, Knobbe indicó que el acceso a los alimentos
procesados en las principales áreas metropolitanas era un factor en la tasa del
3.2 % de incidencia de DMAE en las ciudades. Comparó esa tasa con la prevalencia
de la DMAE entre los nigerianos que viven en una zona rural donde no había
acceso a alimentos procesados. El resultado fue de solo 0.1 %.
La relación entre la pobreza y la
pérdida de la visión: la DMAE no es una cuestión de envejecimiento o genética
Con
información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de
los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), Knobbe observó que había
una relación entre la pobreza y las enfermedades crónicas, como la prevalencia
en la pérdida severa de la visión, incluyendo la DMAE.
Los estados
del sur de Estados Unidos tuvieron una mayor incidencia tanto de pobreza como
de pérdida severa de la visión. Con respecto a esa relación, Knobbe afirma lo
siguiente:
“¿Por qué la
pobreza es un problema? Porque en [Estados Unidos] puede comprar alrededor de
2000 calorías de alimentos procesados por aproximadamente 3.50 dólares. Esas
mismas 2000 calorías obtenidas de alimentos enteros … le cuestan alrededor de
13 dólares o más. Es un hecho triste … pero es la realidad”.
Si la DMAE
se basara solo en el envejecimiento, se esperaría que las personas en los
estados del sur, en donde existen las tasas más altas de pérdida severa de
visión, tuvieran una mayor esperanza de vida. Sin embargo, Knobbe señala que
los datos no apoyan este supuesto.
La esperanza
de vida en el sur de Estados Unidos en realidad es más baja que el promedio
nacional. “En donde tenemos la mayor pérdida de visión, incluyendo la mayoría
de los casos de degeneración macular, tenemos vidas más cortas. Esto no es
consistente con la teoría de que la degeneración macular es una enfermedad
causada por el envejecimiento”.
Como tal, el
doctor concluye que “la degeneración macular no es una enfermedad causada por
el envejecimiento. Tampoco es una enfermedad atribuida a la genética. Es una
enfermedad causada por el consumo de alimentos procesados. Y eso tiene como
resultado más enfermedades crónicas, metabólicas y degenerativas, más
degeneración macular y muertes a temprana edad”.
En el sitio
web de la Fundación Cure AMD, Knobbe escribe lo siguiente:
“Cada
fragmento de evidencia que puedo encontrar apoya la hipótesis de que son los
'alimentos desvirtuados del comercio moderno' los que constituyen la causa
principal y próxima de la DMAE. La prevención de esta enfermedad, así como su
tratamiento, se basa en eliminar esos elementos de la alimentación y solo
consumir nuestros propios alimentos nativos y tradicionales”.
Cómo ayudar a prevenir la
degeneración macular
Sin duda,
comer alimentos ricos en nutrientes es la mejor manera de preservar la vista.
Knobbe recomienda una alimentación a base de alimentos enteros como el mejor
antídoto para los problemas de la vista, como la degeneración macular. Si bien
un cambio en la alimentación no puede revertir un caso establecido de DMAE,
esto puede ser útil como medida preventiva antes de que aparezca la enfermedad.
Knobbe
sugiere llevar una alimentación “rica en carnes, pescado, huevos, frutas,
verduras, algunas nueces y semillas, y quizás de manera crítica, algunos
alimentos 'sagrados' de nuestros antepasados, como el hígado de res o pollo,
huevos de pescado (huevas) … o mantequilla de animales alimentados con
pastura”.
Además,
añade lo siguiente: “Yo prefiero elegir las carnes de alimentados con pastura y
huevos de gallinas camperas siempre que sea posible, así como frutas y verduras
orgánicas”.
Si bien
estoy de acuerdo con la mayoría de las recomendaciones del Dr. Knobbe, para
tener una salud óptima será mejor que limite su consumo diario de fructosa,
incluyendo a la fructosa de frutas enteras, a 25 gramos (g) o menos si está
sano. Si padece alguna enfermedad crónica como cáncer o diabetes, sería
prudente restringir aún más su consumo de fructosa a 15 g hasta que su afección
mejore.
Más allá de
lo anterior, las grasas
omega-3 de origen animal ayudan a mejorar la estructura
celular y protegen la vista, mientras que los alimentos enteros con alto
contenido de antocianinas y
bioflavonoides ayudan a proteger a las células del daño provocado por los
radicales libres.
La luteína y
zeaxantina, que son potentes antioxidantes carotenoides
que se encuentran en los vegetales de hojas verdes como la col rizada y
espinacas, así como en las yemas de huevo orgánico de gallinas criadas en
libertad, también son conocidas por su papel para promover una visión
saludable.
Se cree que
la presencia de la luteína, zeaxantina y meso-zeaxantina en la mácula impide
que la luz azul alcance las estructuras subyacentes en su retina. De esta
manera ayudan a reducir el riesgo de daño oxidativo inducido por la luz que
podría conducir a la degeneración macular.
Los
antioxidantes naturales como el betacaroteno y las vitaminas C y E también
ayudan a los ojos, al igual que la astaxantina, la cual se encuentra en ciertas
plantas y animales marinos, incluyendo el aceite de kril. Descubra más sobre
los alimentos que su cuerpo necesita para proteger su visión en mi artículo
anterior “Coma bien
para proteger su vista”.
Otras maneras para reducir el riesgo
de degeneración macular
Además de su
alimentación, evitar la luz azul puede ayudar a reducir el riesgo de
degeneración macular, además de mejorar su sueño. En seguida hay algunos
consejos sobre cómo limitar su exposición a la luz azul:
•Use lentes
que bloqueen la luz azul: Bloquear la luz azul le ayuda a regular su reloj corporal interno
para controlar los patrones de sueño. Además, reduce el efecto negativo que
tienen las longitudes de onda de alta energía en su mácula. Recomiendo
usar lentes que
bloqueen la luz azul a partir de las 7 pm o cuando el sol
se oculte.
•Instale
un software para bloquear la azul en sus dispositivos
digitales: Si no
le encanta la idea de usar lentes para bloquear la luz azul, tal vez quiera
probar con Iris, un programa
de software gratuito que puede ajustar de manera automática la
configuración de la pantalla para reducir la luz azul. En lo personal, he usado
Iris durante muchos años y lo recomiendo con absoluta confianza.
•Reemplace
las luces LED por focos incandescentes: Muchas de las luces LED que se venden hoy en día
emiten un enorme porcentaje de luz azul agresiva, por eso le aconsejo usar
focos incandescentes. Para obtener más información sobre cómo protegerse, lo
invito a leer mi artículo “Los peligros
más graves detrás de las luces LED”.
•Duerma en
oscuridad total: Para
alcanzar un sueño más profundo y reparador, debe proteger sus ojos de la luz
durante la noche. Usar un antifaz para dormir o cortinas de bloqueo de luz son
dos soluciones fáciles. Además, asegúrese de mantener los dispositivos
electrónicos fuera de su área para dormir.
Si bien las
tasas de degeneración macular continúan al alza, hoy puede tomar medidas para
reducir el riesgo de esta enfermedad ocular debilitante. Tal como sugiere
Knobbe, eliminar los alimentos procesados de su alimentación es una de las
mejores medidas preventivas contra la degeneración macular.
Mientras que
la medicina convencional puede intentar convencerlo de que la DMRE y otras
enfermedades crónicas son solo un factor del envejecimiento o la genética, dos
áreas sobre las cuales no tiene casi nada de control, la verdad es que es
posible hacer cambios positivos.
Con base en
su investigación, Knobbe concluyó que el término DMAE es un nombre inapropiado.
En lugar de nombrar a la pérdida de la visión central como “degeneración
macular asociada con la edad”, sostiene que sería más apropiado nombrarla
“degeneración macular asociada con la alimentación” o “DMAA”.
Aunque el
envejecimiento no es algo que pueda controlar, lo más seguro es que tenga
cierto control sobre su alimentación y, por lo tanto, también sobre la salud de
sus ojos.
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