jueves, 7 de enero de 2010

CADA VEZ HABRA MAS MIOPES?

Cuando se revisan las estadísticas sobre nuestros defectos visuales se encuentran cosas sorprendentes. Por ejemplo: de nacimiento,la gran mayoría es hipermétrope; es decir, ve bien de lejos y mal de cerca. Pero después vamos poco a poco llegando a la miopía.Ahora, cada vez hay más miopes

El hombre se fue defendiendo históricamente con su hipermetropía. El cazador necesitaba esa visión, y el grupo de miopes formaba una especie de casta privilegiada, porque, al dominar la visión cercana, eran los más cuidadosos en los trabajos manuales. Pero, de pronto, las cosas se invierten, y a lo largo de todo el siglo XX se constata el cambio. A principios de siglo todavía predominaban los hipermétropes sobre los miopes. Pero ahora, en el siglo XXI, el porcentaje de miopes es muy superior al de hipermétropes.
Lo más llamativo es que nuestros ojos empiezan a ser miopes antes de la pubertad, algo insólito en la historia. La razón hay que buscarla en la mayores exigencias visuales.
La lectura era históricamente algo de muy pocos. En la Edad Media, el pueblo y la nobleza eran perfectamente analfabetos. La lectura y la escritura eran cosas de los clérigos. Pero, de pronto, y mucho antes de dar tiempo a nuestra adaptación orgánica,
en menos de un siglo hemos pasado de ser oteadores a necesitar la precisión de la vista. Hoy, desde muy pequeños, la lectura y el estudio exigen un esfuerzo visual
permanente y competitivo. Como la exigencia es mayor, habrá cada vez un numero
también mayor de miopes. Hoy, un porcentaje muy elevado de la población ya se pasa las horas ante una pantalla de ordenador; pantalla que, si bien no tiene por qué provocar defectos visuales, sí pone de manifiesto los que había y podrían pasar desapercibidos. Es decir, habrá mayor número de miopes que, además serán cada
vez más miopes. Después de muchas generaciones especializadas durante siglos en la caza, en la pesca, en la agricultura... ejercidas preferentemente de pie, en movimiento y usando la visión lejana, hemos pasado a ser lectores obligatorios (universitarios, oficinistas, informáticos, etc.), labores en las que se utiliza fundamentalmente la visión de cerca, y, sólo de forma excepcional, la visión lejana.
Estamos en una sociedad que ha pasado de aprender a leer a leer para aprender. Y, por si fuera poco, hemos prolongado el día con la luz durante la noche: la jornada laboral se ha reducido, pero la jornada visual se ha prolongado a cerca de 18 horas, porque durante el tiempo de descanso, el trabajo visual continua e incluso se acrecienta (lectura, televisión, juegos de ordenador...).
Ramón Sánchez Ocaña
Fuente: http://www.vissum.com/fileadmin/contenidos/revista/nuestra12.pdf

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