jueves, 3 de junio de 2010

LA CORNEA PARA IDENTIFICAR PERSONAS: UN METODO NOVEDOSO

El hallazgo acaba de recibir el premio al mejor invento del mundo en el Salón Internacional de Ginebra
Imagen: La investigadora Celia Sanchez Ramos

La investigadora española Celia Sánchez Ramos ha obtenido el Gran Premio del Jurado del trigésimo octavo Salón Internacional de las Invenciones Técnicas y Nuevos Productos de Ginebra (Suiza), por un sistema de Identificación de Personas basado en la biometría ocular.

Con este invento se puede comparar, en un segundo, la topografía interna de la córnea con la que está registrada en un banco de datos, sin causar efectos secundarios. Según el jurado, compuesto por 85 personas, el aparato es infalible "porque permite la observación interna de la córnea, algo que no logran los sistemas actuales".

Profesora e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, Sánchez Ramos fotografía dos veces, desde ángulos diferentes, la córnea de la persona a identificar y la compara en mil puntos distintos con la registrada anteriormente que tiene como referencia.

Según Sánchez Ramos, "em nuestro grupo de investigación óptica nos interesamos por buscar estructuras adecuadas para poder identificar a cada persona, y que fuera una forma segura para no confundirla".

POSIBILIDADES
La vista es el sentido más apreciado para el ser humano y el ojo es su herramienta, pero en el terreno de la oftalmología no se ha descubierto todo, sino que sigue mostrándonos que es un mundo lleno de posibilidades.

En una sociedad en que las tarjetas de identificación se han hecho inevitables, también se han convertido ya en innumerables. Tenemos las sanitarias, fiscales, administrativas, bancarias, etc. Claves numéricas, bandas magnéticas, o una simple foto personal han creado un universo de plástico que, a veces, hace estallar las carteras y monederos. Todo ello para ser identificados y poner las cosas más difíciles a aquellos que intentan apropiarse de nuestra vida o de nuestros bienes.

La biometría es la ciencia que investiga en el terreno de la identificación de las personas mediante la búsqueda de rasgos conductuales o físicos intrínsecos. Estas características pasan a un patrón que es almacenado y con el cual, cuando es necesario, se comparan.

Algunos de estos sistemas de identificación personal están basados en la huella dactilar, en el reconocimiento de la voz, la firma, la retina, el iris. Esta última, hasta ahora, era la técnica biométrica óptica más fiable y por la que la ciencia optaba en su desarrollo. Ya hemos podido ver en el cine cómo la ciencia ficción se ha encargado de popularizar este sistema a través de películas de espionaje.

La ciencia base de la biometría óptica es la topografía corneal que se fundamentó en 1911. "Sobre ésta han trabajado muchos científicos que han ido obteniendo puntos identificativos que, generalmente, se utilizan en cualquier hospital del mundo con el objetivo de saber si una persona se puede operar de miopía, o para conocer cualquier patología del ojo", explica Sánchez Ramos.

Pero estos descubrimientos han servido para que la biometría pudiera utilizar esos datos como método de identificación. "En la línea de biometría ocular nosotros llevamos cinco años y medio trabajando para saber cómo identificar las personas a través de los ojos", dice la científica.

"Al igual que se realiza a través de las huellas dactilares, nuestro objetivo es poder diferenciar puntos o bifurcaciones de venas y arterias. La retina es la parte interior del ojo que está repleta de características diferenciales, pero el problema que teníamos es que sólo podíamos entrar a través del único orificio que tenemos en la pupila, y esto podía tener contraindicaciones", explica.

LA CORNEA: LA ESTRUCTURA IDEAL
Y el equipo continuó adentrándose en el ojo. Según Sánchez Ramos, "lo que está alrededor de la retina es el iris que todos tenemos de diferente color, lo que nos invalidaba un poco porque, cuando hay mucha luz, cuando se toman ciertos fármacos, o cuando se tiene determinada edad, la pupila se contrae. Para que nos sirviera en la investigación buscamos en el cristalino, que es una lente donde se generan las cataratas, pero uno de los inconvenientes que tiene, entre otros muchos, es que si estás cansado, cambia completamente su estructura. Entonces elegimos la cornea y comprobamos que es la estructura ideal de todo el organismo porque es completamente invariable. No hay nada que le haga cambiar de forma".

A partir de los datos que ofrece la cornea, el equipo científico lo que hace es elegir los puntos que sean diferenciales a cada persona y buscar un patrón con una fórmula determinada, "con ello se hace un código cifrado de la persona, y ese código, se encripta, es decir, se blinda y se protege para que no sea posible copiarlo. Después se introduce en una base de datos y ya tenemos la posibilidad de comparar las distintas corneas", detalla la especialista.

La investigadora Sánchez Ramos explica las ventajas de la cornea en el campo de la biometría: "es externa por lo que no tenemos que atravesar el ojo, pero tiene una ventaja adicional y es que, al ser transparente, se puede valorar y medir punto por punto, no sólo la cara exterior, sino también la interior, que no es manipulable. Además, al ser transparente es accesible y tiene la ventaja añadida que este acceso no tiene ningún efecto secundario".

Celia Sánchez Ramos asegura que "empezamos a estudiar en biometría óptica para adentrarnos en el mundo de la alta seguridad, armamento determinado, información confidencial, accesos a lugares muy concretos, hasta que nos dimos cuenta de que tenía multitud de campos, por el hecho de ser tan universal. Hemos conseguido romper todas las barreras que existían hasta ahora. Hay muchos métodos muy buenos en el terreno de la identificación, pero no se puede utilizar cualquiera".

Fuente: http://www.quilmespresente.com/

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