domingo, 14 de noviembre de 2010

LAS COSAS NO LAS VEO, PERO LAS OIGO...

Antonio Martínez Lorente es un compositor albaceteño con una gran inclinación hacia la música desde que era pequeño.
Imagen: el compositor frente al piano

A los ocho años comenzó a estudiar música y piano pero su enfermedad visual, retinosis pigmentaria degenerativa, le condicionó su vida y tuvo que dedicar su vista a los estudios de manera que posee conocimientos visuales pero no títulos. Antonio ha compuesto 'Ocho fábulas y un cuento', una obra con la que ha concursado en la convocatoria de ayudas a iniciativas culturales de la Once que fue elegida a nivel nacional y cuyo premio fue la grabación de un disco.


- ¿Por qué nunca quiso examinarse en un Conservatorio?
- Por dos razones, principalmente porque yo he tenido desde muy pequeño problemas de visión y porque para mí la música siempre ha sido una afición y no he querido nunca que se convirtiera en una obligación. Debido a mi enfermedad he tenido que dedicar mi tiempo a los estudios, a los exámenes, la universidad.

- El teatro es otra de sus aficiones, ¿ha combinado música y teatro en su obra?
- Sí, el teatro es otra de mis grandes aficiones junto al teatro. He compuesto comedias musicales, incluso compuse hace tiempo una ópera rock titulada 'Éxodo', con el grupo teatral 'Quiñones'. También estuve trabajando como educador en la Residencia Giner de los Ríos y allí también hicimos alguna comedia musical como 'El Principio' o una obra de teatro infantil 'Alberto en el país de la música'.

- Ha compuesto música variada, música de varios himnos...
-Nunca me ha gustado encasillarme, siempre he querido que la música que hago sea de distintos estilos. Es cierto que tengo muchas composiciones de estilo clásico, también tengo boleros, hice dos sintonías para Radio Chinchilla, himnos...

- También ha compuesto música infantil. ¿Su disco 'Ocho fábulas y un cuento' es de este estilo?
- No, de ninguna manera. Aunque se titule 'Ocho fábulas y un cuento', va destinado a gente de todas las edades. Es de estilo clásico donde hay una serie de fábulas de Esopo, Samaniego, Iriarte y Lafontaine. Como toda fábula tiene su parte de cuento y su parte de moraleja. Los cuentos quizás están más enfocados a los niños pero las moralejas van dirigidas a las personas mayores. Los niños no acaban de entender del todo algunas fábulas. Diría que el disco está dirigido a personas de entre 0 y 99 años.

- ¿Cómo surge este proyecto?
- Debido a la enfermedad que padezco estoy afiliado a la Once y participé en la convocatoria que organizan de ayudas a iniciativas culturales en la que mi obra, 'Ocho fábulas y un cuento' fue elegida a nivel nacional, siendo el único seleccionado de la Región. El premio del certamen fue la financiación en parte, de la grabación de un disco. Y la grabación se realizó el dos de septiembre por la Orquesta de Cámara Terrasa 48, con la soprano albaceteña Itea Benedicto. El disco todavía no está a la venta, ahora estamos en contacto con algún distribuidor pero entre noviembre y diciembre estará en algunas tiendas.

- ¿A raíz de su enfermedad visual ha desarrollado más su oído?
- Sí, muchas veces digo que las cosas no las veo sino que las oigo. Para mi es más fácil oírlas que verlas. Una moto por ejemplo, es más fácil escucharla que verla. Desde pequeño siempre he tenido buen oído musical y por esto he podido desarrollar otras cualidades para tocar el piano o para componer.

- Aún así, supongo que usted tiene una dificultad mayor para componer...
- Todos los sentidos son importantes y la visión es uno de los más importantes, entonces claro, es una dificultad añadida. He tardado en componer 'Ocho fábulas y un cuento' ocho meses y quizás una persona que trabaja en condiciones normales tarda cuatro meses... Mi última composición es una misa para niños con música moderna, ritmos latinos, música pop... me costó mucho esfuerzo y a partir de ahí ya no he compuesto nada más porque la poca visión que me queda no me lo permite.

Fuente: http://www.laverdad.es/

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