jueves, 11 de noviembre de 2010

OFTALMOLOGOS Y OPTOMETRISTAS, PROFESIONES COMPLEMENTARIAS...

Los ópticos-optometristas  no diagnostican, pero sí alertan de desequibrios que deben ser revisados y tratados por el oftalmólogo.

                                           Imagen: Enrique Ripoll, optometrista

Los oftalmólogos corrigen la patología ocular, mientras los ópticos-optometristas detectan defectos como la miopía y el astigmatismo, que no son patologías, sino desequilibrios en el recorrido de los rayos visuales dentro del ojo. Es la diferencia fundamental de dos profesiones diferentes, y sin embargo complementarias.

Problemas como la miopía o el astigmatismo "no suponen enfermedades para el ojo, como podría ser una catarata, un glaucoma o retinopatía diabética. Éstas patologías se derivan de desequilibrios fisiológicos y afectan al órgano visual en su función", explica Enrique Ripoll, delegado provincial del Colegio de Ópticos de Aragón.


El decreto 24/2006 del 8 de febrero plasma un convenio del Gobierno de Aragón y el Salud, a través del que los ópticos optometristas que lo deseaban entraron en el sistema como establecimientos sanitarios. "Nosotros tenemos unas pautas que realizamos, y si en ellas sospechamos que hay patología derivamos otra vez al médico de cabecera para que a su vez envía a la persona que considere adecuada", detalla Ripoll. Los ópticos nunca diagnostican, pero sí alertan de desequibrios que deben ser revisados y tratados.

La figura del óptico se ha ido fortaleciendo en los últimos años, a lo que ha contribuido la mejora de la formación. "A nivel europeo, el óptico optometrista español está entre los primeros, a nivel de los anglosajones", asegura Ripoll. La palabra optometrista conlleva la facultad de realizar reeducación visual, una especie de "gimnasia" que corrige defectos que a veces no requieren gafas. En caso de patología, es el oftalmólogo el profesional indicado. "Está muy clara la definición de uno y otro, y se complementan, como un arquitecto y un aparejador".

Los ópticos llevan largo tiempo luchando por el reconocimiento de su profesión. El último paso es la transformación en grado de la antigua diplomatura. Los ópticos son titulados sanitarios, según estipula la ley, y esto les obliga a cumplir las exigencias de todo establecimiento sanitario, "a nivel de instrumental y protección de datos personales", señala el óptico.

Fuente: http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=656793

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