sábado, 5 de marzo de 2011

AFLIBERCEPT LOGRA RESULTADOS POSITIVOS PARA LA DEGENERACION MACULAR...

Los estudios VIEW1 y 2 muestran una reducción media de 9 inyecciones respecto al tratamiento actual de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)

La reducción en el número de inyecciones necesarias así como del número de vistas de seguimiento que se requieren para mantener la agudeza visual es un punto clave en el manejo de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Imágen: Borja Corcóstegui, director médico del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona, y Félix Armadá, jefe de sección del Servicio de Oftalmología del Hospital La Paz de Madrid.
Pues bien, los resultados de los estudios VIEW1 y VIEW2 con aflibercept (denominado comercialmente como VEGF Trap-Eye, desarrollado por Bayer, la primera incursión del laboratorio en el campo de la oftalmología) ofrecen "grandes esperanzas" en este sentido, ya que aportan "más margen para poder hacer un tratamiento al paciente, más cómodo, así como un mejor seguimiento de la enfermedad", explica el jefe de sección del Servicio de Oftalmología del Hospital La Paz de Madrid, Félix Armadá.

En concreto, las investigaciones demuestran que con aflibercept se "reduce el número de inyecciones necesarias en 9, frente a las 24 con ranibizumab" el fármaco con el que se compara en estos estudios, detalla el director médico del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona, Borja Corcóstegui.

Además, continúa, con una dosis de 2 mg, "de promedio sólo se necesitaron dos inyecciones adicionales y el 19 por ciento no recibió inyecciones adicionales". Los pacientes mostraban "una ganancia media de nueve letras de promedio en el "Estudio sobre el tratamiento temprano de la retinopatía diabética" (ETDRS por sus siglas en inglés) y la mejora de la visión era duradera, sin que se registrasen efectos adversos diferentes a los asociados a este tipo de inyecciones.

Con una vida media de 100 días también se mejora el seguimiento, ya que los tratamientos de los que se disponía tenían una vida media muy corta. "El producto se mantiene más tiempo dentro del ojo", lo que, según Corcóstegui "no sólo supone un ahorro económico, sino también un beneficio relacionado con la disminución de las molestias que se le ocasionan al paciente, pues en vez de tener que pincharse cada cuatro semanas lo hace cada ocho", concluye.

Fuente: http://www.gacetamedica.com/

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