jueves, 28 de abril de 2011

HABLANDO DE GLAUCOMA...

Glaucoma de Ángulo Abierto y Cerrado

Existen diversos tipos de glaucoma, aunque los más importantes se engloban en dos grupos: los de ángulo abierto y los de ángulo cerrado.
El doctor Sergio Bonafonte, director del Centro de Oftalmología Bonafonte, describe estas dos tipologías de glaucoma que corresponden a dos enfermedades totalmente diferentes. El glaucoma de ángulo abierto es aquella afectación por la cual el líquido que fabrica el ojo se escapa mal, haciendo que suba la presión ocular y lesionando la retina. En cambio, en los glaucomas de ángulo cerrado lo que ocurre es que no se permite que el líquido que fabrica el ojo se escape, con lo que se produce una subida brusca de la presión del ojo. Éste se pone rojo, congestivo y es muy doloroso. El glaucoma de ángulo cerrado tiene peor pronóstico aunque siempre depende del momento en el que se detecte. Hoy en día se suelen tratar de forma precoz con lo que gracias a la medicación y al tratamiento con láser se puede eliminar ese líquido y resolver el problema.

Presión Ocular
Lo valores normales de presión ocular van desde los 12 mm de mercurio hasta los 21mm, aunque éste es el concepto antiguo ya que hoy en día hay más patrones para determinar si existe la enfermedad. Existe un 30% de pacientes con la presión ocular normal pero con la enfermedad de glaucoma porque el campo visual se deteriora y se estropea el nervio óptico. De hecho todos podemos desarrollar esta patología pero es más frecuente en aquellas personas con antecedentes familiares.

Tratamiento
Como norma general el glaucoma se trata primero con gotas y si no hay una respuesta positiva se opta por el láser. Se efectúa un disparo en el ángulo de la cámara anterior para abrir el canal que debe filtrar el humor acuoso. En caso de que el láser no de resultado, hay que proceder a la cirugía.

¿Cómo se Interviene un Glaucoma?
En el caso del de ángulo cerrado se da un tratamiento con antiinflamatorios y betabloqueantes para rebajar la presión ocular. Tras esto se efectúa el disparo con láser para crear un agujero en el iris que permita que el líquido acumulado detrás del cristalino pase. En el glaucoma crónico lo que se hace es un agujero interno sobre la parte blanca del ojo que ayuda a que el líquido vaya saliendo. En cirugía se obtiene un 85% de buenos resultados. El 15% de pacientes restantes deben seguir un tiempo con las gotas o volver a someterse a cirugía al cabo de un tiempo. Tras la intervención se precisa de un tratamiento con antibióticos para evitar la infección post-operatoria.

Avances en Farmacología
Hay muchos avances en el tratamiento farmacológico del glaucoma. Cada vez aparecen nuevos fármacos con menos reacciones locales y generales, y más efectivos. El arsenal de gotas del que se dispone permite un tratamiento de la patología muy cómodo. Hablamos de una enfermedad que, aunque no duela, es crónica, por lo que las gotas deben ponerse como preventivo para no perder la visión.

Reacciones a las Gotas
Algunas personas pueden presentar reacciones a las gotas por algunas aditivos conservantes que contienen, ya sean intolerancias o reacciones alérgicas. Cuando esto ocurre lo que hay que hacer es suspender el tratamiento y buscar una alternativa con un medicamento de otro grupo distinto al que se estaba empleando. De todas formas las gotas son cada vez más perfectas y, en consecuencia, se generan menos problemas de picores y alergias.

Reproducir entrevista con el doctor Sergio Bonafonte, director del Centro de Oftalmología Bonafonte. (8:10 minutos)


Fuente: http://www.vivirmejor.es/

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