miércoles, 22 de junio de 2011

EDEMA MACULAR POR OCLUSION DE VENA RETINIANA,RESPUESTA AL BEVACIZUMAB

Se evaluaron imágenes de TCO observando morfología de edema macular por oclusión de vena retiniana central o de rama, observando la respuesta al tratamiento con bevacizumab.

El edema macular (EM) es una de las principales causas de pérdida de visión en pacientes con oclusión de vena retiniana. Comprende una serie de cambios patológicos en la retina, como acumulación de fluidos con engrosamiento retiniano difuso o formación de espacios cistoides, acumulación subretiniana de fluidos o tracción macular debido a la formación de membrana epi-retiniana. Con la tomografía de coherencia óptica (TCO) se logra una medición precisa de estos cambios estructurales, permitiendo la evaluación objetiva de los parámetros morfológicos.

En los últimos años, el inhibidor de FCEV bevacizumab se está utilizando cada vez más para tratar el edema macular en pacientes con oclusión de vena retiniana, con resultados prometedores. Sin embargo, no todos los pacientes se ven beneficiados por este tratamiento, un porcentaje significativo de ojos conserva poca agudeza visual a pesar de éste.

En el presente estudio se evalúa la asociación de distintas características de las imágenes de OCT como resultado del tratamiento con bevacizumab intravítreo en pacientes con oclusión de vena retiniana central (OVRC) o de rama (OVRR).

Pacientes y métodos: 65 pacientes (33 con OVRC, 32 OVRR) se trataron con inyecciones intravítreo de 2,5 mg de bevacizumab. Se repitió el tratamiento si el EM persistió o recurrió. El seguimiento osciló entre 23 y 128 semanas. Se estudiaron imágenes de TCO en línea base para evaluar los efectos del tratamiento. Se observó el engrosamiento de la retina central, la presencia y nivel de fluido subretiniano, espacios cistoides intrarretinianos y el diámetro horizontal máximo del más importante de dichos espacios.

Parámetros evaluados en la TCO en línea base: a) Engrosamiento de la retina central, b) fluido subretiniano (FSR) y c) diámetro horizontal máximo de espacios cistoides intrarretinianos.


Los informes sobre distintas opciones terapéuticas contra el EM en pacientes con oclusión de vena retiniana, como fotocoagulación láser o inyección intravítreo de triamcinolona o bevacizumab, indican que no todos los pacientes se ven igualmente beneficiados por dichos tratamientos. Mientras algunos recuperan una buena agudeza visual, otros padecen recurrencia del EM o no mejora su visión a pesar de resolverse el EM. La agudeza visual inicial pareciera servir para predecir cual será la AV final en pacientes tratados y no tratados. Algunos autores también consideran que la edad del paciente y la respuesta a la primera inyección sirven como factores predictivos; pero no está definido si el aspecto morfológico del EM evaluado mediante TCO antes de comenzar el tratamiento sirve para pronosticar cual será su resultado.

Pocos autores estudiaron el grosor de la retina central en línea base como factor predictivo del tratamiento y los resultados fueron controvertidos. El presente estudio encontró una correlación significativa entre el grosor de la retina central en línea base y la agudeza visual final en pacientes con OVRC. Sin embargo, el grosor en línea de base y el final no presentaron una correlación significativa. La correlación entre grosor en línea de base y agudeza visual final fue menos importante en pacientes con OVRR, sin llegar a ser significativa. En general, la asociación es moderada, lo que indica que otros factores tienen mayor influencia en la agudeza visual.

En este estudio 52% de los pacientes con OVRC y 38 % de los pacientes con OVRR presentaron FSR en línea base, detectados en la TCO. Se pudo confirmar en el presente estudio que la agudeza visual de línea base estuvo significativamente relacionada con los FSR en línea base. FSR elevados estuvieron asociados con poca agudeza visual. Sorprendentemente, dicha correlación no estuvo presente en pacientes con OVRC. No obstante, los FSR parecieran no tener valor de pronóstico, ya que todos los pacientes mejoraron en este aspecto con el tratamiento. El grosor y la agudeza visual final no difieren significativamente entre pacientes con y sin FRS.

Todos los pacientes presentaron espacios cistoides intrarretinianos (ECI) en la TCO inicial. El diámetro horizontal medio del mayor de dichos espacios fue similar en ojos con OVRC (433±209 µm) y con OVRR (461± 224 µm). Solo cuatro de los pacientes con OVRR tuvieron un ECR de más de 600 µm. El diámetro de los ECR tampoco estuvo correlacionado con la duración de la patología en pacientes con OVRC. Estudios histológicos con microscopio electrónico, a principio de los ’80 mostraron que la formación de espacios cistoides intrarretinianos es provocada por la inflamación y necrosis de células Muller, dando lugar a la formación y aumento en tamaño de los espacios cistoides intrarretinianos. Los cambios cistoides intrarretinianos más importantes observados en cuatro de los pacientes con OVRR podrían representar una etapa irreversible y avanzada del daño retiniano con pérdida de las estructuras celulares, lo que también explica la falta de mejora de la agudeza visual después del tratamiento. A pesar de esto, no hubo correlación entre los espacios cistoides intrarretinianos iniciales y la agudeza visual final en los pacientes con OVRR, ni en aquellos con OVRC.

Como conclusión, encontramos que el grosor retiniano central en línea base está significativamente correlacionado con la agudeza visual final en pacientes con OVRC, mientras que los FSR y ECR no sirven para predecir la respuesta funcional al tratamiento. Los ECI de un diámetro > 600 µm están asociados con una oclusión venosa de larga duración y mala respuesta funcional al tratamiento con bevacizumab en pacientes con OVRR. El grosor de la retina central y los fluidos subretinianos no fueron factores predictivos en dichos pacientes. El presente estudio tiene la limitación de su diseño retrospectivo y la resolución limitada de la TCO de dominio temporal. Sin embargo, sus resultados ameritan una investigación con un sistema de TCO de alta resolución que permita un estudio más detallado de los cambios estructurales de la retina.

Conclusiones: En pacientes con OVRC, el grosor de la retina central en línea base y la agudeza visual final están significativamente correlacionados, mientras que la presencia de FSR o el diámetro de ECI no sirve para predecir el resultado del tratamiento. En pacientes con OVRR, los ECI con un diámetro de >600 µm están asociados con la larga duración de la oclusión venosa y falta de respuesta funcional al tratamiento con bevacizumab. El grosor y los FSR no se consideran factores predictivos significativos en estos pacientes.

Fuente: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=70393
SINTESIS Y TRADUCCION: DR.MARTIN MOCORREA (médico oftalmólogo).

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