martes, 11 de septiembre de 2012

HABLAR DE BAJA VISION...

El tema de la baja visión puede ocurrirle a cualquier ser humano.
 
 Algunos datos que van a servirles para comprender mejor esta circunstancia son: 1- en el mundo más de 269 millones de personas poseen baja visión. 2- Las mujeres somos más propensas a padecer baja visión. 3- Más del 80% de las causas que desencadenan patologías discapacitantes que aparejan baja visión son generalmente evitables, es decir prevenibles o tratables. 4- Teniendo en consideración el envejecimiento de la población como así también los cambios de estilo de vida, implicaría que las patologías crónicas que conllevan signos de la baja visión tal como lo es, la retinopatía diabética, se prevea que aumenten en forma exponencial. 5- El 90% de las personas con discapacidad visual residen en los países de bajos ingresos, es decir en aquellos en vías de desarrollo y no desarrollados. Y 6- por último, el símbolo que identifica a las personas con baja visión es el bastón verde, regulado por nuestro ordenamiento jurídico desde el año 2002 mediante la ley 25.682.

Pero debo aclarar ¿qué significa baja visión? Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, se define la baja visión como la pérdida de agudeza visual y/o campo visual que incapacite para la realización de las tareas de la vida diaria tales como cocinar, leer, escribir, coser, ver la TV, andar autónomamente, etc. Asimismo, la agudeza visual tendrá que ser igual o inferior a 0.3 (30% de visión) y por su parte, el campo visual igual o menor a 20º. Es habitual que la pérdida de visión afecte ambos ojos, pero vale señalar que la persona conserva un mínimo de resto visual. Otro ítem relevante para tal configuración será el agotamiento de todas las soluciones ópticas o quirúrgicas convencionales.

Va de suyo consignar que la baja visión puede ser la consecuencia del padecimiento de determinadas patologías asociadas muchas veces a la edad, traumatismos o enfermedades congénitas. Efectivamente la baja visión es un concepto eminentemente distinto al de ceguera. Por esta última deberá entenderse en términos legales a la agudeza visual igual o inferior a 0.1 (10% de visión) y a un campo visual igual o menor a 10º en el mejor ojo.

Dentro de las afecciones que provocan baja visión podemos mencionar entre otras: queratitis, distrofia corneal, queratocono, albinismo, aniridia, coloboma (de iris, de coroides), cataratas congénitas, afaquia quirúrgica por cataratas congénitas, subluxación de cristalino, coriorretinitis

discromatopsia, stargardt, maculopatia miopica, degeneración macular relacionada con la edad, distrofia cristalina retiniana de bietti, fibroplasia retrolental o retinopatía del prematuro, retinopatía diabética, retinosis pigmentaria, atrofia óptica, glaucoma, nistagmus, estrabismo, síndrome de Peters.

Son muchas, muchas las historias que podría contarles acerca de personas con baja visión que fueron prejuzgadas o discriminadas, ni más ni menos que por ignorancia y falta de información. Convencida de esta problemática he decidido dar batalla a la desinformación y, de ese modo, invitarlos a la generación de conciencia de estas realidades que a menudo nos circundan, con el exclusivo objetivo de poder erradicarlas.

Pues entonces, si algunos de estos parámetros están dados, y el médico oftalmólogo así lo diagnostica, será conveniente que puedan tramitar su certificado único de discapacidad, documento vital para acceder al cúmulo de beneficios, estímulos y ventajas que la ley otorga a quienes se encuentran dentro de esta contingencia, ingresando en dicho supuesto a formar parte del llamado "mundo jurídico de las personas con discapacidades".

Amigos… quienes padecemos baja visión necesitamos que entiendan que no somos ciegos, pero tampoco poseemos una visión normal. Es por ello que resulta imprescindible que todos entiendan qué es la baja visión. De esta manera estaríamos encaminándonos a comprender como sociedad, que tener una deficiencia visual no implicará que una persona sea ni mejor ni peor que otra que vea normalmente. Probablemente, como consecuencia de la deficiencia visual se dificulten llevar a cabo varias actividades, lo que no impide tener extremas habilidades para hacer otras cosas. Por todo lo que les he comentado tengo ganas de invitarlos a "valorar la diferencia". ¡Claro es que ella existe! Y eso sin lugar a duda servirá para enriquecernos. En definitiva, no subestimen las posibilidades, ni sobreestimen las dificultades. Una persona con discapacidad no es ni un ser de segundo orden ni tampoco un superhéroe. Es tan simplemente una persona que posee virtudes y defectos. No olvidar que "EJERCER LOS DERECHOS NO CONSTITUYE MEROS PRIVILEGIOS"

DRA. SILVINA COTIGNOLA, ABOGADA ESPECIALIZADA
EN DISCAPACIDAD Y FAMILIA
 

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