jueves, 31 de marzo de 2016

LA RETINA...

FUNCIONAMIENTO Y CAMBIOS EN LA RETINA...

miércoles, 30 de marzo de 2016

MOSCAS VOLANTES...

INTERESANTE VIDEO QUE INFORMA SOBRE LAS MOSCAS VOLANTES...


lunes, 28 de marzo de 2016

DEGENERACION MACULAR...

VIDEO SOBRE LA DEGENERACION MACULAR RELACIONADA CON LA EDAD...


 

viernes, 25 de marzo de 2016

miércoles, 23 de marzo de 2016

lunes, 21 de marzo de 2016

LENTES CON DIFERENTES ENFOQUES...

Un video informativo sobre lentes bifocales, multifocales...


viernes, 18 de marzo de 2016

AMAUROSIS CONGENITA DE LEBER Y LAS NUEVAS TERAPIAS...

Trasladan un gen normal en un virus para reemplazar al defectuoso en una enfermedad ocular hereditaria que conduce a la ceguera.

Un defecto cardíaco congénito de su padre llevó a Katherine High a estudiar terapias que remedien enfermedades raras y a fines de 2015 el laboratorio que preside anunció que presentará a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, los resultados de la investigación con terapia génica para una enfermedad ocular hereditaria.



El estudio logró que varios pacientes que padecen amaurosis congénita de Leber, una enfermedad genética que lleva a la ceguera, hayan mejorado su visión, difundió en un comunicado prensa el laboratorio Spark Therapeutics, del que High es cofundadora, presidenta y directora científica.

Utilizaron una terapia génica trasladando un gen normal en un virus para sustituir al gen defectuoso.

High es experta en investigación traslacional en el campo de la biología molecular y celular, en las áreas de hematología y transferencia de genes en patologías genéticas. Dirige el Centro de Terapéutica Molecular y Celular del Hospital de Niños de Filadelfia. Es pionera en la realización de estudios para la transferencia clínica de terapias génicas que han logrado mejorar la hemofilia B, enfermedad hereditaria en la que falta el factor coagulante IX y hace que las personas tengan hemorragias sin que se hayan lesionado.

En 2014, la Universidad Nacional de Córdoba la distinguió con el Honoris Causa.

–¿Qué perspectivas hay con el desarrollo de una terapéutica para hemofilia B?

–Está en ensayo clínico todavía y esperamos tener resultados para 2018.

–Usted dice que si esa enfermedad mejora entre 1 a 5 por ciento, significa un gran progreso. ¿Por qué?

–Hemos aprendido en pacientes que nacieron con hemofilia B, que si alcanzan un nivel de 5 por ciento de circulación del factor IX, pueden tener una vida normal y sin problemas. No pueden someterse a una cirugía sin tomar el factor coagulante, pero sí pueden jugar al tenis o practicar otros deportes sin temor y realizar actividades cotidianas comunes.

–¿Cómo hace para investigar y buscar tratamientos para enfermedades raras cuando justamente un problema que enfrentan estas patologías es la resistencia de los laboratorios a invertir?

–Cuando comenzamos a estudiar la terapia génica, no teníamos la intención de ganar dinero, queríamos lograr que funcionara. Elegimos enfermedades en las que pensamos que la terapia iba a funcionar. Empezamos con un modelo animal y si allí funcionaba, progresaríamos al modelo humano.

–¿Qué planes tienen?

–Quisiéramos poder utilizar la terapia génica no sólo en una enfermedad ocular como Leber, sino en muchas, no sólo en un trastorno como hemofilia B, sino en muchos más y luego poder enfocarnos en otros tejidos, como el cerebro, el músculo-esquelético o los pulmones. Hemos demostrado resultados en la ceguera de Leber, necesitamos dirigirnos a otros órganos.

Un día “raro”
La conmemoración de las enfermedades raras se realizó este año el 29 de febrero, día en el que efectivamente fue instaurada la fecha que tiene por fin visibilizar al conjunto de patologías que tienen escasa cantidad de pacientes que las padecen en relación a otras que son mucho más comunes.

Por lo tanto, la próxima conmemoración será el 28 de febrero de 2017 y recién en 2020 se dará otra vez la “rareza” de que tengamos un año con 366 días y que las enfermedades poco frecuentes o “raras” coincidan para su recordación en una fecha singular.

Según el registro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen alrededor de 8 mil enfermedades raras y en la Argentina hay unas 3.200.000 personas que tienen alguna de ellas. Por ejemplo, la hemofilia afecta en el país a aproximadamente 3 mil personas (casi exclusivamente varones). La hemofilia A (en la que falta el factor de coagulación VIII por una falla genética) es cinco veces más frecuente que la hemofilia B (falta de factor IX). Los pacientes tienen hemorragias internas y, si no están medicados, pueden tener complicaciones.

El problema de estas patologías no es sólo darse a conocer, sino que se conozcan entre los pacientes que sufren una misma “rara” condición, entre otros aspectos. Por ello, prácticamente todas las enfermedades poco frecuentes tienen alguna organización que nuclea a familiares y pacientes desde donde gestionan la relación con súper especialistas que los atienden y asesoran. También buscan conectarse con investigadores, organizaciones regionales e internacionales, fuentes de financiamiento (los tratamientos disponibles son muy costosos) e incidir en políticas públicas y en la industria farmacéutica para inversión y desarrollo en el tema

Perfil

Katherine High es graduada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. En 2014, la UNC le otorgó el doctorado honoris causa en reconocimiento a su labor científica en el campo de la biología molecular y celular.

miércoles, 16 de marzo de 2016

EN ESPAÑA, VER PARA CRECER...

El proyecto ‘Ver para Crecer’ acerca la salud visual a personas en riesgo de exclusión social en España con el fin de evitar que nadie en nuestro país no lleve la corrección visual que necesita por motivos económicos. La acción de ayer se llevó a cabo en colaboración con Fundación Tomillo. Fueron los profesionales de esta entidad quienes derivaron a los ópticos voluntarios los casos para revisión.



‘Ver para Crecer’ ha llevado a cabo en estos días la primera de sus acciones ‘in situ’ correspondiente al año 2016 en el Centro de Atención Integral a la Infancia y Adolescencia Virgen de Africa del barrio de Orcasitas (Madrid). Allí, y contando con el asesoramiento de los profesionales de los servicios sociales de Fundación Tomillo, dos ópticos-optometristas revisaron la vista de setenta personas, principalmente niños y adolescentes, en riesgo de exclusión social con los que trabaja la entidad en la popular barriada madrileña. Todas aquellas que lo necesitan, recibirán unas gafas nuevas en unos días.


Lorena García, óptico-optometrista de la óptica Alcalá Magna, de Alcalá de Henares, fue una de las profesionales que llevó a cabo los exámenes visuales. Para ella ha sido su primera acción de voluntariado. “También en España sufrimos casos de pobreza, que a veces parece no queramos ver”, comentaba. Ayer, Lorena detectó casos de miopía en niños, que habían empeorado, sin corrección, con el paso del tiempo. “No ver bien puede ser la causa del fracaso escolar, puesto que precisamente por ese hecho se presta menos atención en clase. Siempre, pero en el caso de niños y adolescentes que están en periodo de aprendizaje aún más, es fundamental detectar a tiempo estos problemas para que no pierdan opciones en la vida”, explicaba. Sobre la filosofía del proyecto, Lorena opinó que “ha sido fantástico comprobar que podemos ayudar a gente que realmente lo necesita con unas horas de nuestro trabajo”.


Mónica Díez, coordinadora de la zona de Usera, explica que Fundación Tomillo trabaja con familias que sufren una situación económica precaria, “les cuesta llegar a final de mes, con lo que lo de graduarse la vista y comprarse unas gafas, queda en un segundo plano”. La coordinadora afirmaba que Tomillo también convocó a las revisiones visuales a algunos padres, “que postergan sus propias necesidades a las de sus hijos”.


Una de las madres del SEPI (E.C.) fue una de las beneficiarias de la acción. Tiene presbicia, y sus antiguas gafas, que le habían regalado sus compañeros de trabajo, ya no cubrían su defecto visual. “La presencia de Ver para Crecer en Orcasitas me ha venido muy bien. Tengo un hijo pequeño, por lo que tengo que priorizar mis recursos. Agradezco muchísimo que haya entidades que se preocupen de algo tan básico como el cuidado de la vista”, decía. Su hijo fue otro de los revisados. “Afortunadamente, no va a necesitar gafas”, terminaba.


Marisa Galdón, óptico-optometrista de Optica Quevedo (Madrid), una veterana en acciones de cooperación internacional, ha estado presente como voluntaria en varias de las campañas in situ de VpC. “Estoy muy orgullosa de la labor que estamos llevando a cabo con este proyecto. Con la Fundación Cione Ruta de la Luz hemos emprendido infinidad de proyectos en el tercer mundo, y creo que es un gran acierto tratar de ayudar también en España. Afortunadamente, no sufrimos los niveles de pobreza que padecen otros países, pero es cierto que también aquí hay mucha necesidad, y estamos para eso, para luchar, en la medida de nuestras posibilidades, por la justicia visual donde se necesita”. Y aunque las situaciones no son tan dramáticas como en otros lugares, sí entristecen. “En este tiempo nos han llegado casos de niños que perdido la gafa o la han roto, y llevan un año sin una nueva porque su familia no tiene recursos, por ejemplo”. Marisa cree que con el tiempo ‘Ver para crecer’ se va a convertir en “un referente en el sector de ayuda optométrica social en España”.



En el barrio madrileño de Orcasur, la Fundación Tomillo desarrolla varios programas dirigidos a infancia y adolescencia en situación de dificultad y/o riesgo social. Uno de ellos se lleva a cabo en el centro Virgen de África de la Comunidad de Madrid. Allí fue donde se convocó a la acción de salud visual, para la que se convocó a setenta familias de las atendidas en la zona. La manera de trabajar de Fundación Tomillo es desde un enfoque integral que permite diseñar itinerarios socioeducativos personalizados en función de las necesidades y potencialidades de cada menor y familia. “Pretendemos acompañarles hacia el éxito escolar, personal y social y que en el futuro gocen de una inclusión plena en la sociedad”, valora Mónica Díez.


Entre las labores que llevan a cabo están el “refuerzo educativo”, la “gestión del ocio” o la “prevención de salud”, todas, parte de ese itinerario personalizado. Tomillo trabaja en red con los centros educativos de referencia, servicios sociales, salud mental y “entidades como Ver para Crecer que nos permiten llevar a cabo acciones como esta de hoy”, termina Díez.



Ver para Crecer, en búsqueda de la justicia visual

Esta ha sido la octava campaña sobre el terreno de ‘Ver para Crecer’ en España. El proyecto se apoya en la capacidad tecnológica de la iniciativa ‘Vision For Life’, de Essilor, y en la experiencia en cooperación de la Fundación Cione Ruta de la Luz. Hasta la fecha y desde comienzos de verano de 2015, ‘Ver para Crecer’ ha revisado la vista de 500 personas en toda España de la mano de Aldeas infantiles SOS (Barcelona y Granada), Fundación Tomillo (Vallecas y Orcasitas en Madrid) y Mensajeros de la Paz (Madrid y León), Fundación Xilema y Comedor Solidario Paris 365 (Pamplona), sólo en estas campañas ‘in situ’.


Pero ‘Ver para Crecer’ es mucho más que eso. Ha puesto en marcha otras dos vías más para apoyar a población en riesgo de exclusión social para ayudar a hacer justicia visual. Al proyecto se han adherido ya 350 ópticas en toda España, de manera que cualquier persona derivada por un profesional de los servicios sociales, de cualquier ONG, fundación o institución pública, será revisada, graduada y recibirá unas gafas nuevas gratuitas, en caso de necesitarlas. Son muchas las ópticas que han iniciado una labor proactiva, contactando y colaborando con instituciones sociales locales.



Además, ‘Ver para Crecer’ acaba de iniciar su colaboración con Nuevo Futuro, de manera que los profesionales de esta organización remitirán a personas sin recursos a los centros ópticos colaboradores más cercanos.

lunes, 14 de marzo de 2016

EL PROYECTO DE TOYOTA PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL...

El proyecto Blaid de Toyota se ha diseñado para mejorar la movilidad y la calidad de vida de las personas ciegas y con discapacidad visual.


 Se trata de weareables para ciegos y discapacitados visuales que cubrirán las carencias de bastones, perros guía y dispositivos de GPS básicos.
La movilidad aporta capacidad. Por eso la marca japonesa está desarrollando lo que ha denominado el Proyecto Blaid de Toyota, cuya finalidad es mejorar la movilidad y la calidad de vida de estas personas. En concreto, el fabricante japonés está trabajando en el desarrollo de wearables o dispositivos ponibles para las personas ciegas y discapacitadas visuales, con la finalidad de ayudarles a tener más libertad, independencia y confianza en sí mismos. Esta iniciativa refleja "el compromiso de Toyota para enriquecer vidas, avanzando en la libertad y movilidad para todos".

El nuevo wearable del Toyota Blaid tratará de cubrir algunas de las carencias que tienen los bastones, perros guía y dispositivos de GPS básicos que utilizan las personas con discapacidad visual, aportando a los usuarios más información sobre su entorno. Colocado alrededor de los hombros, permitirá a los usuarios moverse mejor por espacios cerrados, como edificios de oficinas y centros comerciales, ayudándoles a identificar objetos cotidianos, como servicios, escaleras, escaleras mecánicas y puertas.


El dispositivo estará equipado con cámaras que detectarán el entorno e informará a su portador a través de unos altavoces y unos motores vibradores. Los usuarios, a su vez, podrán interactuar con el wearable Toyota gracias al reconocimiento de voz y los botones. Con el tiempo, Toyota tiene previsto integrar tecnologías cartográficas, de identificación de objetos y de reconocimiento facial.


“El Proyecto es un ejemplo de cómo Toyota abre el camino hacia el futuro de la movilidad, cuando para desplazarse no solo se usarán coches”, ha señalado Simon Nagata, vicepresidente ejecutivo y director administrativo de Toyota Motor Norteamérica. “Queremos ampliar la libertad de movimientos a todo el mundo, independientemente de sus circunstancias, su ubicación o sus capacidades”, ha asegurado Nagata. “Toyota es mucho más que los grandes coches y camiones que fabricamos; creemos que tenemos un papel que desempeñar en la resolución de los problemas de movilidad, lo que incluye ayudar a las personas con limitaciones de movilidad a hacer más cosas”, ha añadido Doug Moore, director de Robots Acompañantes de Toyota. “Creemos que este proyecto tiene el potencial de enriquecer las vidas de las personas ciegas y con discapacidad visual”, añadió Moore.

Como parte del Proyecto Blaid, Toyota lanzará una campaña de concienciación de empleados que invita a todo el personal de la compañía a enviar vídeos sobre objetos comunes en espacios cerrados. Estos vídeos serán luego utilizados por los desarrolladores del Proyecto Blaid para entrenar el dispositivo para que reconozca mejor esos objetos.

El Efecto Toyota es una campaña en curso que destaca cómo Toyota colabora con otras empresas, organizaciones sin ánimo de lucro (ONGs) y otras entidades para causar un impacto positivo sobre las personas, la sociedad y el medio ambiente. Otros vídeos anteriores subrayaban cómo Toyota comparte sus conocimientos de fabricación para ayudar a ONGs y pequeñas empresas a causar un mayor impacto, así como una colaboración única con el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, en para suministrar energía sin emisiones a un centro remoto de guardas forestales utilizando solamente baterías usadas de vehículos híbridos.

domingo, 13 de marzo de 2016

EL GLAUCOMA EN EUSKADI...

El glaucoma ocular lleva a la ceguera a 2.500 personas en euskadi
Se trata de una enfermedad asintomática hasta fases avanzadas y afecta a unos 50.000 vascos.



No presenta síntomas tempranos pero avanza inexorablemente reduciendo la visión del ojo y llegando a producir la ceguera total. El glaucoma ocular está considerado como una enfermedad silenciosa. Aunque en Euskadi su incidencia es menor que en comunidades como Galicia y Navarra, se calcula que hay unos 50.000 vascos afectados. El 5% de ellos, unos 2.500, alcanzarán una ceguera total e irreversible. Los expertos advierten del riesgo de esta enfermedad y destacan la importancia de realizar revisiones periódicas a partir de los 40 años para frenar su desarrollo.

El glaucoma avanza de forma lenta y gradual pero existen tratamientos eficaces para detenerlo o ralentizarlo: desde la aplicación de gotas a la cirugía. Es por ello que los expertos destacan las revisiones preventivas en el oftalmólogo.

El glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel mundial por detrás de las cataratas, pero a diferencia de estas no tiene una solución quirúrgica. Es decir, una vez alcanzada la ceguera por glaucoma, esta es irreversible. Se acabó. Según los expertos, una solución pasaría por que alguien consiguiese regenerar los nervios ópticos dañados, algo que a día de hoy está muy lejos.

Afecta al nervio óptico que conecta con la retina y da lugar a una pérdida progresiva del campo de visión provocada por el exceso de presión intraocular que daña las fibras nerviosas. El paciente padece el conocido como “efecto túnel”, perdiendo visión periférica que avanza hacia el centro. Su gran peligro es que es asintomática hasta fases avanzadas.

La mayor incidencia de la enfermedad se produce a partir de los 40 años: de hecho, esta enfermedad afecta en el Estado español a un 2,1% de las personas entre 50 y 59 años; a un 2,3% entre 60 y 69 y hasta un 3,5% en los mayores de 70. Además, trabajos recientes hablan de cifras incluso mayores. Así, según un estudio publicado en 2016 en el British Journal of Ophthalmology, la prevalencia se dispara con la edad, especialmente en la raza blanca, llegando a afectar al 10% de la población a los 90 años.

TAMBIÉN ES HEREDITARIO
 Aunque muy asociado a la vejez, el glaucoma puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, incluso niños; pero existen circunstancias que predisponen a esta enfermedad. Algunas de ellas son los antecedentes familiares; la pertenencia a la raza negra, que está más predispuesta a sufrirlo; tener miopía; ser enfermo de diabetes o la toma de corticoides de forma prolongada.

De cualquier forma, su principal factor de riesgo es la elevación de la presión intraocular, que al mismo tiempo es el único factor que puede ser modificado con los tratamientos.

El glaucoma, sin embargo, tiene un componente hereditario importante sobre el que a día de hoy poco se puede hacer. Es por ello que los expertos inciden en la importancia de informar a los familiares directos si tenemos esta enfermedad. Aunque es incurable, existen múltiples tratamientos para reducir sus consecuencias y mejorar la calidad de vida del paciente, como colirios que disminuyen la presión ocular, tratamientos con láser y la cirugía, en última instancia, recordaron desde Policlínica Gipuzkoa.

Según datos de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF), el 50% de las personas que padece esta enfermedad lo desconoce y hasta un 90% de la ceguera provocada por esta dolencia podría evitarse mediante un diagnóstico precoz, según recordó ayer Clínica Baviera en un comunicado.

REVISIONES CADA DOS AÑOS
 Por ello es importante realizar revisiones oftalmológicas de manera habitual a partir de los 40 años. Más aún en el caso de pertenecer los perfiles de riesgo: paciente con antecedentes familiares de glaucoma, diabéticos, personas con miopía y toda persona mayor de 50 años.


La Glaucoma Research Foundation asegura que es fundamental realizar una primera revisión oftalmológica a toda persona mayor de 40 años y de 35 si se tienen antecedentes familiares. Posteriormente, esta asociación afirma que conviene realizar nuevas revisiones cada dos años si se pertenece a uno de los citados grupos de riesgo o cada cuatro hasta cumplir los 50 años.

sábado, 12 de marzo de 2016

SEMANA MUNDIAL DEL GLAUCOMA...

En Argentina más de la mitad de la población no sabe de qué se trata esta enfermedad ni cómo prevenirla.



Bajo el lema “Mirá por tus ojos y también por los de los tuyos”, este año se lleva a cabo por segunda vez en el país una campaña de concientización sobre el glaucoma. 

La idea es incentivar a la población para que concurra al oftalmólogo a realizarse exámenes anuales de visión.

El Glaucoma daña progresivamente el nervio óptico y afecta la visión de forma irrecuperable. El problema de esta enfermedad es que no presenta síntomas hasta muy avanzado el estadio. Por lo tanto es una enfermedad que resulta muy peligrosa porque la consulta médica y el posterior tratamiento se retrasan mucho tiempo.

“En algunos casos, vemos que los afectados pueden llegar a perder hasta un 40 por ciento de la visión antes de darse cuenta de que algo sucede y acercarse a la consulta médica”, dijo Javier Fernando Casiraghi, el fundador y miembro titular de la Sociedad Latinoamericana de Glaucoma (SLAG) y de la Asociación Argentina de Glaucoma (ASAG).

¿Quienes tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad? Los adultos mayores de 60 años, los diabéticos, hipertensos, personas con miopía y los que tienen un familiar directo con glaucoma o han sufrido una lesión importante en los ojos

”En contra de lo que habitualmente se piensa, cualquier persona puede padecer glaucoma, ya que la enfermedad no distingue entre raza, nacionalidad, sexo o edad”, explicó Casiraghi,

Para diagnosticar el glaucoma basta con realizarse algunos exámenes. El estudio más habitual es la tonometría (medida de la presión ocular), un fondo de ojos (para evaluar el nervio óptico), una campimetría (para detectar compromiso de la función visual) y, por último, una gonioscopía (que permite saber qué tipo de glaucoma tiene el paciente).


“Los glaucomas no se curan, se los controla con gotas en los ojos, láser o cirugía para bajar la presión ocular y disminuir el riesgo de desarrollo o de progresión del daño en la visión”, aclaró el especialista.