viernes, 20 de mayo de 2016

DEGENERACION MACULAR RELACIONADA CON LA EDAD...

La principal causa de ceguera en mayores de 50 años

La DMAE es una enfermedad caracterizada por lesiones degenerativas progresivas en la mácula, responsable de la visión más fina. Hasta hace poco tiempo, la forma exudativa era la principal causa de ceguera legal por encima de los 50 años.

La DMAE húmeda es la forma menos frecuente de la enfermedad (en torno a un 15%), pero es la que tiene una progresión más rápida y precisa tratamiento inmediato para evitar que se destruya la visión central de forma irreversible en pocas semanas o meses. Es una enfermedad devastadora y la principal causa de ceguera en personas de más de 50 años. Gracias a la investigación y la aparición de los nuevos tratamientos, esta realidad ha dejado de ser cierto. Actualmente la enfermedad que hay que combatir es la DMAE atrófica.

La DMAE seca representa cerca del 85% de todos los casos de DMAE y el 35% de todos los casos de DMAE avanzada. Hasta el 18% de personas de más de 85 años sufre esta enfermedad y en este segmento de edad es cuatro veces más frecuente que la DMAE exudativa. En España, esta enfermedad afecta a casi al 6% de la población mayor de 75 años. En los Estados Unidos se calcula que un millón de personas sufren esta enfermedad y que en el año 2020 esta cifra aumentará en un 50%.



El gran reto

Después de los importantes avances obtenidos en el control de la forma exudativa de la DMAE, el gran reto en el que trabaja la Barcelona Macula Foundation es encontrar un tratamiento que pueda frenar la progresión imparable de las formas atróficas de la enfermedad, junto a otros que permitan recuperar o regenerar la retina desaparecida o destruida.

El crecimiento de la DMAE atrófica es aparentemente lento desde el punto de vista de los ensayos clínicos porque en los estudios hay que poder evaluar resultados de una forma relativamente corta. Pero para las personas que la padecen, la velocidad es muy grande y en pocos años pueden tener una pérdida de visión muy importante, con lo cual con el tiempo el defecto del campo visual es mucho más importante que en las formas exudativas. De hecho, se calcula que la atrofia puede llegar a crecer dos milímetros cuadrados por año.

La actividad de investigación de la Barcelona Macula Foundation en la DMAE atrófica se centra en la caracterización del crecimiento de la enfermedad, ya que de cara a buscar nuevos tratamientos es muy importante saber los detalles de la progresión, así se consigue no confundir cambios en la historia natural con cambios producidos por un posible fármaco que se pueda estar estudiando.

En este sentido, la revista Ophthalmology - publicación especializada número 1 en el mundo-recoge en dos artículos los avances y descubrimientos de la Barcelona Macula Foundation. En uno de los artículos se tratan los cambios que se producen en el borde de la atrofia donde se muestra la progresión, así se evita la identificación errónea de los límites de las células de los fotorreceptores. El otro artículo estudia el posible engrosamiento de las capas de la retina como una posible inflamación premuerto, en cuyo caso se ha observado que hay un engrosamiento pero sólo de los axones de las células, y no de los núcleos de los fotorreceptores.

Esta caracterización es muy importante debido a que algunos estudios evalúan la eficacia de los fármacos midiendo el espesor de la capa de los núcleos de fotoreceptores, lo que puede llevar a equívocos. Desde la Fundación también se ha evaluado y publicado la velocidad de progresión de los diferentes subtipos de DMAE atrófica, los resultados coinciden con las descripciones de los investigadores alemanes, que hace más tiempo que están trabajando en este ámbito.

Uno de los hallazgos más recientes en la investigación de la DMAE atrófica es que la progresión de la enfermedad no es lineal, hay una ralentización en el tiempo. Las lesiones que se producen tampoco crecen a la misma velocidad, proporcionalmente las pequeñas crecen mucho más que las grandes proporcionalmente. Es esencial tener en cuenta todo esto porque si no se podrían estar atribuyendo a determinados fármacos unos posibles efectos beneficiosos de forma errónea, ya que son evoluciones que ocurren en la historia natural.

Autor

Dr. Jordi Monés, M.D., Ph.D.
Número de Colegiado COMB: 22.838
Director Médico de la BMF
Doctor en Medicina y Cirugía
Especialista en Oftalmología

Especialista en Retina, Mácula y Vítreo

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