viernes, 21 de enero de 2011

HA VENCIDO MUCHAS BARRERAS...

Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas…, dice el poema Melancolía del poeta nicaragüense Rubén Darío, al referirse de la ceguera como una discapacidad física que condiciona la vida de no vidente, lo que para Beymar Ortiz, un joven de 23 años, de la ciudad de Dolores, Carazo, ha sido una lucha constante desde que nació.

                                        Imagen: foto de Beymar
Hace 23 años el padre de Beymar lo rechazó por ser ciego, sin embargo hoy su madre, doña Alba América Ortiz, habla de su hijo llena de orgullo y emoción porque su discapacidad no ha sido una limitante en su vida.

Este joven se ha realizado 12 operaciones, logrando ver tres veces; pero la enfermedad que le ha causado la ceguera total se llama glaucoma congénito y no existe la posibilidad de que vuelva a ver, a menos que se le realice un implante de córnea, aunque las posibilidades son pocas.

“Él trabaja, estudia, vive aparte y además tiene el don de la música”, afirma su madre, quien pensó que toda la vida iba a depender de ella.

Según Herty Ismael García, presidente de Ciegos de Nicaragua Maricela Toledo, Filial Carazo, existen dos grandes barreras en la vida de los discapacitados por ceguera: la barrera actitud, donde las personas consideran que cada ciego es mendigo, y la barrera arquitectónica.

“Por ejemplo yo camino con mi bastón, pero no detecto algunos rótulos aéreos; en las aceras la gente monta su carro cuando no debería ser así; en el caso de las personas que andan en sillas de ruedas, muchos no tienen acceso a algunos lugares porque no hay rampas, todo esto es parte de una barrera arquitectónica, sin tomar en cuenta la discriminación”, afirmó García.

GRUPO MUSICAL DE NO VIDENTES
El año 2010 para Beymar fue sinónimo de éxito e independencia, ya que hace dos años comenzó a hacer canastas tejidas para vender. Este año además compró y vendió bisutería y hace masajes de fisioterapia a los niños con discapacidad, pero el mayor logro de todos fue la conformación de un grupo de música llamado “Impacto Musical”, que es integrado por cinco personas no videntes.

“Impacto Musical”, además de ser una novedad, fue un grupo digno de admiración. Este grupo comenzó tocando en las actividades del pueblo, siendo su género musical rock alternativo, sin embargo, a petición de las personas cantan la música de actualidad.

LO MÁS BELLO ES LA NATURALEZA
La última operación que se realizó este joven fue en el año 2005, en Costa Rica, por una brigada de médicos especialistas quienes le devolvieron la visión en el ojo izquierdo, la cual le dilató un poco más de un mes.

A pesar que las imágenes no eran claras, asegura que lo más bello que vio fue la naturaleza que lo rodea. “Recuerdo con nostalgia lo que vi durante ese mes; de las 12 operaciones que me he realizado con el apoyo de las brigadas que vienen al país, tres veces he logrado ver, pero ninguna como hace dos años”.

Fuente: http://www.laprensa.com.ni/

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