sábado, 23 de abril de 2016

MINI RETINAS...

Los avances en la investigación de las células madre han posibilitado que, ya en los últimos años, distintos grupos de científicos hayan logrado ‘crear’ células de la retina a partir de células madre humanas. Es más; no solo han conseguido diferenciar estas células madre en células individuales de la retina, sino que han conseguido lograr que las nuevas células se aúnen formando pequeños tejidos que, aun no funcionales, se asemejan a los que se encuentran cualquier ojo humano. 



Y ahora, investigadores del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) en Bonn (Alemania) han logrado crear organoides tridimensionales de la retina –o lo que es lo mismo, ‘mini-retinas’– que imitan la organización tisular del órgano y, así, abren una nueva etapa en estudio y tratamiento de las enfermedades de este tejido ocular.

Como explica Mike Karl, director de esta investigación publicada en la revista «Stem Cell Reports», «el objetivo final no es crear ‘algo’ que se aproxime lo máximo posible a la retina real, sino aprovechar la flexibilidad del organoide para abrir nuevas vías para el estudio del tejido de la retina».

Mini-retinas 3-D

En los últimos años, los científicos del DZNE han estudiado la regeneración neuronal en vertebrados –incluidos los seres humanos– para abrir nuevas vías de investigación en el uso de las células madre en el campo de la medicina regenerativa –como sería, por ejemplo, el desarrollo de terapias para el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Un trabajo que, entre otros resultados, ha posibilitado estos nuevos organoides tridimensionales creados a partir de células madre tanto de modelos animales –ratones– como humanos y que replican de una forma eficiente la estructura de la retina. Es el caso de la capa formada por los conos, células fotosensibles responsables de la visión en color y que pueden ser producidas en cantidades ilimitadas en las nuevas ‘mini-retinas’.

Como destaca Mike Karl, «los conos son el tipo de célula de la retina con mayor potencial para el desarrollo de futuras terapias de reemplazo para pacientes afectados por enfermedades degenerativas de la retina».


Y estas nuevas ‘mini-retinas’, ¿pueden ser empleadas ya para el tratamiento de las enfermedades degenerativas específicas de este tejido ocular? Pues todavía no. De hecho, el siguiente paso será crear ‘mini-retinas’ tridimensionales más complejas –por ejemplo, capaces de desarrollar sus propios vasos sanguíneos– que posibiliten el estudio de la regeneración y funcionalidad de los diferentes tipos de células específicos de la retina humana –caso, por ejemplo y además de los conos, de los bastones.

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