Un tribunal portugués condenó a un
oftalmólogo por negligencia grave después de que cuatro de sus pacientes
quedaran parcialmente ciegos. El médico, cuyo abogado no reveló si recurrirá la
sentencia, fue condenado a 4 años y 8 meses de pena suspendida, lo que
significa que no irá a la cárcel.
A pesar de que los hechos se
consideraron probados, el tribunal comarcal de Portimao (sur de Portugal)
consideró que hay esperanza fundada de que no reincida. Sin embargo, el
holandés Franciscus Versteeg tendrá que pagar una multa de 15.120 euros al Centro
Hospitalario de Lisboa Central y otra de 5.000 euros al Centro Hellen Keller,
un colegio de Lisboa especializado en educación para niños con deficiencia
visual.
Versteeg, que tuvo
autorización judicial para no asistir a las sesiones del juicio y que se encuentra
en Holanda, fue acusado por la Fiscalía portuguesa después de que cuatro
personas quedaran parcialmente ciegas por infecciones oculares tras someterse a
operaciones en su clínica de la localidad de Lagoa, en el 2010.
La clínica nunca
llegó a tener las licencias necesarias para el ejercicio de esa actividad, y la
alerta llegó de otros centros médicos a donde acudieron los pacientes con
complicaciones. El tribunal condenó también a otro trabajador de la clínica por
intrusismo, acusado de realizar labores de enfermería para las que no estaba
cualificado, a una pena suspendida de 10 meses de prisión y una multa de 5.000
euros que deberá pagar a una asociación de voluntariado.
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