Peligros de suspender terapias oftalmológicas urgentes
Los expertos de la Unidad de Retina, Mácula y Glaucoma
del grupo oftalmológico Oftalvist han avisado de que, como consecuencia del
confinamiento por el coronavirus, se suspendan tratamientos oftalmológicos
urgentes ya que puede provocar una pérdida irreversible de visión.
"Las distintas sociedades oftalmológicas nacionales
e internacionales insisten en la necesidad de tratar de inmediato a todos los
pacientes en los casos urgentes que precisen cirugía, como los traumatismos
oculares graves, desprendimiento de retina, infecciones oculares graves, o el
glaucoma severo", ha dicho el doctor de la clínica Oftalvist, Roberto
Gallego.
Los pacientes con enfermedades crónicas de la mácula
deben acudir a consulta para recibir sus inyecciones intravítreas. En este
sentido, la doctora Beatriz Gonzalo ha explicado que los pacientes con
degeneración macular asociada a la edad, retinopatía diabética, trombosis
venosas o miopía magna deben seguir acudiendo a sus centros oftalmológicos,
donde les tratarán de acuerdo a los protocolos establecidos y con todas las
garantías de seguridad.
"En el caso de los pacientes con degeneración
macular (DMAE), suspender las inyecciones intravítreas programadas pueden
condicionar una pérdida severa e irrecuperable de visión. Esta pérdida visual
no podría recuperarse por completo posteriormente", ha añadido la doctora
Gonzalo.
Asimismo, los pacientes con retinopatía diabética, edema
macular diabético, edema macular por trombosis venosas de la retina, o
pacientes con degeneración macular miópica también necesitan continuar su
tratamiento intravítreo programado para evitar una importante limitación de la
vista.
Del mismo modo, la doctora de la Unidad de Glaucoma de
Oftalvist, Marta Ibarze, ha explicado que los pacientes con glaucoma deben
continuar con sus colirios de forma habitual, solicitando la renovación de sus
recetas médicas si fuera necesario.
LA IMPORTANCIA DE LA DETECCIÓN PRECOZ
Este tipo de patologías que requieren un importante
control y seguimiento, ya que la retina y el nervio óptico son estructuras que
al lesionarse pueden dejar secuelas permanentes y muy graves. Por ello, es
importante llevar a cabo exploraciones oftalmológicas y pruebas diagnósticas
con cierta regularidad para vigilar y controlar los cambios y poder iniciar el
tratamiento el momento adecuado.
"Si esperamos a que el paciente presente síntomas de
la enfermedad como pérdida de visión, o sensación de ver torcido
(metamorfopsia), el daño puede ser ya importante. En el caso de las
enfermedades de la retina, el retraso en el tratamiento produce daño
irreparable en los tejidos. Aunque se retome el seguimiento más adelante, las
secuelas podrían ser permanentes con pérdida de agudeza visual, generalmente de
la visión central", ha añadido la doctora Gonzalo.
Algo parecido ocurre a los pacientes con glaucoma, ya que
si se suspende el tratamiento, puede producirse una subida de presión
intraocular que de no ser detectada por el especialista puede desencadenar
pérdida de campo visual de forma definitiva.
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