Los medios de comunicación y las
publicaciones médicas han estado advirtiendo por años que la incidencia de la
diabetes está creciendo rápidamente y predice una “catástrofe en salud” en la
cual más de 10 por ciento de la población estadounidense estaría viviendo con la
enfermedad.
El futuro parece incluso peor con estadísticas que muestran que el
número de prediabéticos ha estado aumentando incluso más rápido de lo previsto
y que sin cambios de vida significativos, la mayoría de las personas con la
condición de prediabéticos desarrollarán diabetes tipo II dentro de 10 años.
Si los problemas relacionados con la
diabetes serán la razón de que pronto cerca del 90 por ciento de los pacientes
visiten a los médicos, entonces los optometristas estarán viendo muchos más de
estos casos. Pero los optometristas deberían estar expandiendo su manejo mas
allá de revisar a los pacientes por signos de retinopatía diabética.
“Hay distintas razones basadas en
pruebas por las que deberíamos estar buscando en la superficie ocular,” dijo
Milton Hom, Opometrista con práctica privada en Azusa, California, miembro del
Consejo Editorial de Optometry Times.
De acuerdo al Dr. Hom, los estudios
han mostrado que la mitad de los pacientes con diabetes tipo II también tienen
síntomas de ojo seco.
Esta relación puede ser causada por
una neuropatía que disminuye la sensibilidad corneal y afecta el mecanismo de
retroalimentación y secreción de las glándulas lagrimales. Además la
hiperglucemia deteriora la función de células inflamatorias y aumenta el riesgo
de infección corneal.
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