Hoy, 4 de enero, se celebra el Día Mundial del Braille conmemorando el nacimiento de su inventor hace hoy 202 años.
Imagen: persona leyendo en braille
Hoy el sistema braille sigue jugando un papel esencial en las vidas de millones de personas ciegas y deficientes visuales. Es la herramienta por excelencia para acceder a la alfabetización, a la comunicación y a otros materiales escritos para millones de personas ciegas en todo el mundo 200 años después. Los libros táctiles siguen permitiendo a los niños ciegos acceder a la literatura. Los estudiantes de Secundaria y universitarios trabajan con documentos técnicos en Braille para tener éxito en sus programas de formación y en sus futuras carreras.
La ONCE y el Braille
La ONCE impulsa el uso del Braille en todos los ámbitos, con el fin de que las personas ciegas logren mayores cotas de autonomía personal. El etiquetado de productos farmacéuticos, de alimentación o de limpieza, la señalización de ascensores, la publicación de folletos de información, de catálogos de museos o la transcripción al braille de cartas de restaurantes y otros servicios que, aunque parecen pequeños, facilitan enormemente la vida de las personas ciegas.
El Braille, además de ser un sistema de lectoescritura, imprescindible en la educación de los 7.500 niños y jóvenes españoles ciegos y deficientes visuales, es una de las puertas que les introduce en las nuevas tecnologías y la sociedad de la información. Por ello, a través de la Comisión Braille Española, la ONCE trabaja para adaptar este sistema de lectoescritura a las nuevas necesidades que se les plantean a las personas ciegas, así como a la edición de materiales en braille y relieve.
El Braille ayuda a las personas ciegas a utilizar medios informáticos, lo que les ha abierto múltiples posibilidades laborales, de educación o de ocio. Entre ellos destacan las "líneas braille", periféricos que transforman en caracteres braille la información contenida en las pantallas de los ordenadores, las impresoras personales; o los anotadores digitales que, aunque pueden proporcionar la información en voz sintética o en Braille, utilizan un teclado de este sistema para la introducción de los datos.
La ONCE pone a disposición de sus afiliados más de 80.000 títulos en braille y sonido, a los que también pueden acceder a través de Internet. Además, presta apoyo a los estudiantes para la impresión de apuntes y otros textos, de manera que más de una treintena de unidades periféricas imprimen en braille por toda España. En los procesos de edición e impresión se utilizan medios electrónicos e informáticos, escáneres, reconocedoras ópticas de caracteres, impresoras braille, etc.
Aprender Braille en dos tardes
El Sistema Braille está basado en la combinación de seis puntos, ordenados en dos columnas de tres cada una (similar a la representación del 6 en el dominó), que pueden ser percibidos fácilmente con la yema del dedo. A él se han adaptado alfabetos de todo el mundo, desde el griego clásico al japonés, del árabe al ruso, o del español al coreano.
El relieve se consigue perforando manualmente con un punzón un papel grueso o cartón ligero; también se puede conseguir a través de máquinas de escribir o de impresoras. Las personas videntes pueden distinguir con la vista la disposición de los puntos sin dificultad. En la página web de la ONCE quien lo desee puede aprender Braille a través de un cursillo interactivo.
La labor de la Unión Mundial de Ciegos
Aunque se han atendido muchas metas con respecto al acceso a recursos Braille en los últimos años, queda mucha labor por hacer. Especialmente en los países en vías de desarrollo, hay una gran carencia de libros en este sistema. Otro problema es que en distintos países, se usan diferentes códigos Braille para matemáticas, Braille computerizado o fonética. Por eso, se sigue explorando y trabajando para conseguir una unificación simplificada, común a todos los países para facilitar la comunicación entre sus usuarios.
Otro aspecto importante es el etiquetado de productos y servicios tales como cajeros automáticos, paneles de botones de los ascensores o envases. Para eso, se requiere un código Braille general para todos.
Estos objetivos, entre otros, son los que persigue el Consejo Mundial del Braille, perteneciente a la Unión Mundial de Ciegos, movimiento global que representa a más de 160 millones de personas ciegas y deficientes visuales. La UMC, actúa en nombre de ese colectivo ante los organismos internacionales a fin de eliminar prejuicios, promover las demostradas habilidades de las personas ciegas en todos los campos y lograr su plena participación e igualdad en la sociedad.
Fuente: http://www.periodistas-es.org/
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