La principal causa de ceguera en
mayores de 50 años
La DMAE es una enfermedad
caracterizada por lesiones degenerativas progresivas en la mácula, responsable
de la visión más fina. Hasta hace poco tiempo, la forma exudativa era la
principal causa de ceguera legal por encima de los 50 años.
La DMAE húmeda es la forma menos
frecuente de la enfermedad (en torno a un 15%), pero es la que tiene una
progresión más rápida y precisa tratamiento inmediato para evitar que se
destruya la visión central de forma irreversible en pocas semanas o meses. Es
una enfermedad devastadora y la principal causa de ceguera en personas de más
de 50 años. Gracias a la investigación y la aparición de los nuevos
tratamientos, esta realidad ha dejado de ser cierto. Actualmente la enfermedad
que hay que combatir es la DMAE atrófica.
La DMAE seca representa cerca del 85%
de todos los casos de DMAE y el 35% de todos los casos de DMAE avanzada. Hasta
el 18% de personas de más de 85 años sufre esta enfermedad y en este segmento
de edad es cuatro veces más frecuente que la DMAE exudativa. En España, esta
enfermedad afecta a casi al 6% de la población mayor de 75 años. En los Estados
Unidos se calcula que un millón de personas sufren esta enfermedad y que en el
año 2020 esta cifra aumentará en un 50%.
El gran reto
Después de los importantes avances
obtenidos en el control de la forma exudativa de la DMAE, el gran reto en el
que trabaja la Barcelona Macula Foundation es encontrar un tratamiento que
pueda frenar la progresión imparable de las formas atróficas de la enfermedad,
junto a otros que permitan recuperar o regenerar la retina desaparecida o
destruida.
El crecimiento de la DMAE atrófica es
aparentemente lento desde el punto de vista de los ensayos clínicos porque en
los estudios hay que poder evaluar resultados de una forma relativamente corta.
Pero para las personas que la padecen, la velocidad es muy grande y en pocos
años pueden tener una pérdida de visión muy importante, con lo cual con el
tiempo el defecto del campo visual es mucho más importante que en las formas
exudativas. De hecho, se calcula que la atrofia puede llegar a crecer dos
milímetros cuadrados por año.
La actividad de investigación de la
Barcelona Macula Foundation en la DMAE atrófica se centra en la caracterización
del crecimiento de la enfermedad, ya que de cara a buscar nuevos tratamientos
es muy importante saber los detalles de la progresión, así se consigue no
confundir cambios en la historia natural con cambios producidos por un posible
fármaco que se pueda estar estudiando.
En este sentido, la revista
Ophthalmology - publicación especializada número 1 en el mundo-recoge en dos
artículos los avances y descubrimientos de la Barcelona Macula Foundation. En
uno de los artículos se tratan los cambios que se producen en el borde de la
atrofia donde se muestra la progresión, así se evita la identificación errónea
de los límites de las células de los fotorreceptores. El otro artículo estudia
el posible engrosamiento de las capas de la retina como una posible inflamación
premuerto, en cuyo caso se ha observado que hay un engrosamiento pero sólo de
los axones de las células, y no de los núcleos de los fotorreceptores.
Esta caracterización es muy
importante debido a que algunos estudios evalúan la eficacia de los fármacos
midiendo el espesor de la capa de los núcleos de fotoreceptores, lo que puede
llevar a equívocos. Desde la Fundación también se ha evaluado y publicado la
velocidad de progresión de los diferentes subtipos de DMAE atrófica, los
resultados coinciden con las descripciones de los investigadores alemanes, que
hace más tiempo que están trabajando en este ámbito.
Uno de los hallazgos más recientes en
la investigación de la DMAE atrófica es que la progresión de la enfermedad no
es lineal, hay una ralentización en el tiempo. Las lesiones que se producen
tampoco crecen a la misma velocidad, proporcionalmente las pequeñas crecen
mucho más que las grandes proporcionalmente. Es esencial tener en cuenta todo
esto porque si no se podrían estar atribuyendo a determinados fármacos unos
posibles efectos beneficiosos de forma errónea, ya que son evoluciones que
ocurren en la historia natural.
Autor
Dr. Jordi Monés, M.D., Ph.D.
Número de Colegiado COMB: 22.838
Director Médico de la BMF
Doctor en Medicina y Cirugía
Especialista en Oftalmología
Especialista en Retina, Mácula y
Vítreo
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