Nueve de cada diez pacientes con glaucoma de los países en vías de desarrollo lo padece sin saberlo y aunque esa enfermedad de la visión es fácil de detectar, la falta de controles hace que sea una de las principales causas de ceguera, alertó la Asociación Mundial de Glaucoma.
El informe, difundido con motivo de ser el 12 de marzo el día Mundial del Glaucoma, precisa que en los países desarrollados el 50% de los afectados de glaucoma desconoce su situación, pero en las naciones en vías de desarrollo la cifra trepa al 90%.
El glaucoma se manifiesta cuando se comprime el nervio óptico y el ojo resulta seriamente dañado.
Dentro del ojo, entre el cristalino y la córnea, hay un líquido transparente que se produce y se elimina continuamente.
Si disminuye el drenaje de ese líquido por sus canales naturales, se produce su acumulación, lo que deriva en un aumento pronunciado de la presión dentro del ojo.
Esos niveles elevados de presión ocular son los que disminuyen el flujo de sangre y comprimen el nervio óptico, lo que ocasiona daños que comprometen la visión.
Anahí Lupinacci, especialista del Hospital Universitario Austral (HUA), explicó que "el glaucoma puede detectarse fácilmente con un control oftalmológico básico".
Lupinacci precisó que para eso "se mide la presión ocular mediante la colocación de una gota de anestesia y la posterior utilización del tonómetro, un pequeño cono que se acerca al ojo".
La oftalmóloga indicó que de esa manera se puede verificar si existe un daño en el nervio óptico "para poder comenzar a tratarlo".
El más frecuente de los glaucomas es el denominado "crónico de ángulo abierto", que comienza cerca de los 40 años sin presentar signos ni síntomas y se detecta en la consulta al oculista.
El tratamiento de la enfermedad consiste en disminuir la presión intraocular, a los niveles que el oftalmólogo considere sanos para el ojo.
Para eso existen diversas gotas que se colocan una o dos veces al día según el cuadro de glaucoma, cuyo tratamiento es de por vida.
Ernesto Ferrer, presidente del Consejo Argentino de Oftalmología, reiteró que "el glaucoma es una enfermedad progresiva que puede causar ceguera".
Ferrer añadió que esta patología "es totalmente tratable y se puede recurrir a métodos farmacológicos como también, a veces, a quirúrgicos".
Pero insistió en que "actualmente hay una batería farmacológica que hace que el paciente pueda tratar el tema de su presión ocular con una gota por día y prevenir el daño del nervio óptico".
Los datos que manejan las entidades que luchan contra el glaucoma, al que también llaman "el ladrón sigiloso de la visión", indican que la enfermedad afecta a cerca de 66.800.000 personas y ocasionó ceguera a 3 millones en todo el mundo.
El CAO alertó que una de las maneras de sospechar que se padece glaucoma es la necesidad de cambiar frecuentemente de anteojos porque ninguno resulta satisfactorio para ver bien.
También, aunque no son síntomas exclusivos del glaucoma, conviene realizar una consulta oftalmológica si se advierten dificultades para adaptar la vista a lugares oscuros, pérdida de la visión lateral, ver arco iris en forma de anillo alrededor de las luces y dificultad para enfocar objetos muy próximos.
Fuente: http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=178326&id=341792&dis=1&sec=1
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