Regenerar el nervio óptico y curar el glaucoma podrían ser los resultados de un estudio que realizó Giam Vega Meléndez, un joven puertorriqueño de 26 años que está decidido a brillar en el mundo científico.
Vega, que estudió en la Escuela Florencia García de Las Piedras, descubrió que la interacción de unas proteínas con anticuerpos específicos aumentan la velocidad y la posibilidad de que se regenere el nervio óptico después de una lesión en el ojo.
"(Para el estudio) Utilicé unos anticuerpos en conjunto con unas proteínas, esa unión emite fluorescencia y encontramos una proteína que ha sido ampliamente descrita por su importancia en la regeneración del sistema nervioso", explica Vega.
El modelo de investigación que utilizó este joven simuló algunas características de las condiciones clínicas reales y complejas que dañan tejido del nervio óptico, tales como la neuropatía óptica traumática, la neuropatía óptica isquémica, neuritis óptica y el glaucoma. Así las cosas, y después de dos años intensos entre la carga académica y la investigación, pudo demostrar que el tejido se regeneraba.
"Esto puede trascender en mucho tiempo porque puede aportar un grano de arena a que en el futuro se puedan diseñar diferentes drogas terapéuticas para el ser humano", asegura Vega.
La investigación fue realizada en su totalidad por este joven científico con la dirección del doctor británico Jonathan Blagburn y la doctora Rosa E. Blanco, científica venezolana y directora del Instituto de Neurobiología del Recinto de Ciencias Médicas en el Viejo San Juan.
Uno de los grandes logros que ha tenido este joven boricua, es que precisamente este año su investigación fue publicada en la reconocida revista científica Journal of Neuroscience Research.
Es importante destacar que no todas las investigaciones llegan a publicarse en revistas científicas prestigiosas porque tienen que pasar una serie de pruebas de otros científicos reconocidos que certifiquen la metodología que se utilizó en el estudio.
Para lograr la publicación de Vega fue clave que se pudiera demostrar su hallazgo con imágenes de varios tipos, según la doctora Blanco. "Eso hace la historia más sólida", explica.
Hambre de conocimiento
A poco tiempo de culminar su doctorado, Vega repasa su desarrollo escolar y cree que el haber estudiado en una escuela con énfasis en ciencias y matemáticas le enseñó a preguntarse todo.
"El punto está en cómo puedo explicarlo y esa curiosidad por descubrir cosas más allá de lo que dice un libro porque todo tiene una explicación", cuenta el joven, quien canalizó sus inquietudes científicas estudiando un bachillerato en biología en el Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico.
Vega, por su parte, apuesta a que en la isla siga creciendo y exponiéndose el trabajo científico de Puerto Rico que con tanto empeño y dedicación se trabaja en los centros universitarios del país.
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