Una
de las tareas que más agobian a los padres, sobre todo si son primerizos, es la
limpieza de los ojos de su bebé.
¿Cómo
atreverse a tocar algo tan sensible?
Vamos
a dar una serie de consejos prácticos para poder realizar con confianza esta
tarea, que por cierto, es fundamental ya que los ojos de los bebés suelen tener
mucha mucosidad y legañas.
1. No
tener miedo, hay que hacerlo, con delicadeza pero con
determinación.
2. Nunca limpiar los ojos de tu bebé con los
dedos, pañuelos de tela o cualquier otroobjeto
que no esté estéril.
3. Lavarse
bien las manos previamente
con agua y jabón (no con alcohol).
4.
La limpieza se hará siempre en medio húmedo (gasas o toallitas húmedas), nunca en
seco. Jamás intentemos separar los párpados que puedan estar pegados por las
legañas sin humedecerlos antes.
5. Productos
necesarios:
Gasas
o toallitas estériles. También las hay específicas para bebés de un solo uso,
especialmente prácticas cuando salimos de viaje o estamos fuera de casa.
Recordad: una toallita por cada ojo.
Suero
fisiológico y mejor en monodosis. Evitar las típicas infusiones de
manzanilla, etc.…que pueden producir alergias y además no garantizan la esterilidad
suficiente. A falta de suero, se puede utilizar agua hervida (un cuarto de
litro de agua con una cucharadita de sal) una vez templada
6.
La limpieza se hará con el bebé preferentemente acostado
boca arriba.
7.
El bebé no va a abrir los ojos para que el suero le entre limpiamente…, no pasa
nada. Pondremos suero abundante en el ojo aún con los párpados
cerrados. Este suero va a ablandar las posibles legañas y
cuando el bebé abra los ojos, si está despierto, caerá sobre el globo ocular
limpiándolo. No hay que agobiarse porque el bebé llore, es normal, no le pasa
nada.
8.
Importante: inclinar la cabeza ligeramente hacia
fuera del lado de
ojo que estemos limpiando. Si limpiamos el ojo izquierdo giraremos la cabeza
hacia la izquierda: en el lado derecho, al contrario. La finalidad de esta
maniobra es evitar que el suero de un ojo contacte con el otro y que una
hipotética conjuntivitis se pudiera transmitir de un ojo a otro. Nos ayudamos
siempre con una toallita o gasa estéril.
9.
La limpieza de las legañas y secreciones en los párpados se realizará siempredesde la nariz hacia fuera e, insistimos, con una toallita o gasa
estéril mojada, nunca seca.
10.
Si los párpados están pegados por las legañas, mojar
mucho previamente
con suero fisiológico para que se ablanden. Si el suero está templado se limpiarán mejor.
11.
Realizar esta limpieza dos veces al día, la
primera al despertarse por la mañana y la segunda tras el baño.
12.
Si las legañas persisten o son muy abundantes, blanquecinas, verdes o
amarillentas, es muy posible que el bebé tenga una obstrucción de la vía lagrimal(es muy
frecuente y hasta el 20% de los recién nacidos la padecen). Estas obstrucciones
suelen resolverse solas al cabo de un año pero es preferible que su oftalmólogo
le indique qué hacer en estos casos.
En
resumen, la limpieza de los ojos del bebé es fundamental para su salud.
No requiere productos especiales o caros ni tampoco habilidad alguna, tan sólo delicadeza, determinación y mucha
higiene.
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