Fenómeno que ocurre en enfermedades desmielinizantes, tales como la Esclerósis Múltiple; y que afectan directamente al nervio óptico.
Imagen: como afecta al nervio óptico Se produce por pequeños cambios en la temperatura corporal (hipertermia). Estos cambios de temperatura bruscos pueden ser causados por un baño caliente, sauna, práctica de ejercicio o esfuerzo corporal. El síntoma clave es una disminución visual brusca, que desaparece cuando la temperatura corporal vuelve a la normalidad. En la antigüedad se le solía denominar como "la ambliopía que sigue al ejercicio".
La explicación científica de este fenómeno es que esta hipertermia induce un neuro-bloqueo de los axones parcialmente desmielinizados. El calor produciría un bloqueo de los canales iónicos de calcio; se producen cambios circulatorios con expresión de las proteínas del shock térmico y de otras sustancias humorales.
La explicación científica de este fenómeno es que esta hipertermia induce un neuro-bloqueo de los axones parcialmente desmielinizados. El calor produciría un bloqueo de los canales iónicos de calcio; se producen cambios circulatorios con expresión de las proteínas del shock térmico y de otras sustancias humorales.
La más común de las afectaciones del nervio óptico, es la neuritis óptica inflamatoria; que es una de las causas más frecuentes de pérdida visual aguda en adultos jóvenes. En la mayor parte de los casos el pronóstico visual es bueno; el resto de pacientes desarrollaran esclerosis múltiple en la evolución posterior. La patogénesis de la neuritis óptica idiopática es un proceso inflamatorio y desmielinizante del nervio óptico. La forma más habitual, en cuanto a localización de la inflamación, es la retrobulbar donde la apariencia del disco óptico es normal. Se produce una afectación inflamatoria de las vainas del nervio óptico.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y EXPLORACIÓN EN LA NEURITIS ÓPTICA INFLAMATORIA
La neuritis óptica aparece en pacientes jóvenes, de los 14 a los 45 años, y predomina en mujeres en una proporción 3:1. El síntoma clave es la disminución de agudeza visual que varía en intensidad desde leve a una ausencia de percepción de la luz. Su comienzo puede ser agudo o subagudo y existe una pérdida de visión cromática. Suele ser unilateral la mayoría de las veces. En el 90% de los casos se acompaña o precede de dolor con los movimientos oculares, atribuido al estiramiento de la vaina dural alrededor del nervio inflamado y los síntomas se exacerban con el calor (debido al fenómeno del que estamos hablando), y con el ejercicio físico.
El hallazgo más frecuente en la exploración es el defecto pupilar aferente en el ojo afectado o fenómeno de Marcus Gunn, salvo en casos de neuritis bilateral o disfunción visual residual si el paciente ha tenido un episodio previo en el ojo contralateral.
La exploración del fondo de ojo es normal en dos tercios de los pacientes. En general, no hay correlación entre el grado de inflamación aparente, y el defecto visual o campimétrico. Puede haber pérdida de campo visual difusa o focal en el ojo afecto en el 50% de los casos. Otros defectos campimétricos incluyen escotomas centrales o centrocecales, aumento de la mancha ciega, cuadrantanopsia o hemianopsia.
RIESGO DE DESARROLLAR ESCLEROSIS MÚLTIPLE
Es frecuente que la Neuritis Óptica sea una manifestación inicial de Esclerosis Múltiple; y se han estudiado ampliamente los factores implicados en el desarrollo de esta enfermedad después de la Neuritis Óptica idiopática. Basándose sólo en criterios clínicos dos investigadores, Rizzo y Lessell, siguieron a 60 pacientes con Neuritis Óptica típica durante 15 años encontrando que el 74% de las mujeres desarrollaron Esclerosis Múltiple frente a un 34% de varones. Después de la aparición de la Resonancia Magnética, se descubrieron anomalías de la señal de sustancia blanca cerebral en secuencias sugestivas de desmielinización. Esto ha demostrado ser el mayor predictor diagnóstico de la Esclerosis Múltiple.
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