La cantidad y el tipo de grasa consumida afectaría el riesgo personal de desarrollar pérdida de la visión asociada con la edad.
Un equipo de investigadores estudió el papel de la grasa alimentaria en la aparición de la degeneración macular asociada con la edad (DMAE), que es la causa principal de ceguera en Estados Unidos y la tercera en el mundo.
La DMAE aparece por un crecimiento anormal de los vasos detrás de la retina o la descomposición de ciertas células de la retina.
El cigarrillo y la enfermedad cardíaca elevan el riesgo de DMAE, pero se desconoce el papel de la alimentación, explicó la doctora Niyati Parekh, de la New York University, y su equipo del grupo de investigación CAREDS.
El estudio CAREDS (por Carotenoids in Age-Related Eye Disease Study) es una derivación de Women's Health Initiative, una gran investigación de 15 años de duración sobre la salud de las mujeres posmenopáusicas .
Pocos estudios sobre el consumo de grasa y la DMAE analizaron los primeros estadios de la enfermedad o evaluaron la alimentación antes del diagnóstico de DMAE. Los datos del estudio CAREDS permitieron hacer ambas evaluaciones.
El equipo estudió a 1.787 mujeres, que tenían entre 50 y 79 años cuando ingresaron al estudio, en 1994. Todas detallaron su consumo de grasa entre 1994 y 1998, y a todas se les hicieron pruebas para identificar la DMAE entre el 2001 y el 2004.
En general, el consumo total de grasa no influyó en el riesgo de desarrollar DMAE.
Pero cuando el equipo estudió a las mujeres según la edad, halló que entre las menores de 75, las que estaban en el quinto superior de la escala según su nivel de consumo de grasa tenían un 70 por ciento más riesgo de tener DMAE en estadio intermedio que aquellas en el quinto inferior.
Lo opuesto se dio en las mayores de 75: las que más grasa consumían tenían un 50 por ciento menos riesgo de desarrollar DMAE que las que menos ingerían.
Al analizar el consumo de grasa saturada, el equipo halló que su alto consumo elevaba el riesgo de DMAE en las menores de 75 años, pero no en las pacientes mayores.
El consumo de ácidos grasos omega 6, que se encuentran en los aceites vegetales, estuvo muy asociado con el nivel de consumo de omega 3; el alto consumo de ambos ácidos grasos duplicó el riesgo de desarrollar DMAE.
Pero el alto consumo de grasa monoinsaturada estuvo asociado con una reducción del riesgo de DMAE.
Los efectos de las dietas ricas en grasa se podrían atribuir en parte a su deficiencia de ciertos nutrientes protectores contra la DMAE.
El equipo explicó también que los ácidos grasos omega 6 pueden aumentar la inflamación. El hecho de que los ácidos grasos omega 3, que en otros estudios habían demostrado su capacidad protectora contra la DMAE, no resultaran protectores en el nuevo estudio podría atribuirse al consumo de demasiada cantidad de ácidos grasos omega 6.
"A pesar de los nuevos resultados, las evidencias epidemiológicas sugieren que el consumo de ácidos grasos omega 3 de cadena larga y/o pescado estaría asociado con una disminución del riesgo de desarrollar DMAE", escribió el equipo.
Pese a la complejidad de los nuevos resultados, el equipo opina que apuntan a dos conclusiones: el alto consumo de grasa total modifica el riesgo de desarrollar DMAE y el alto consumo de ácidos grasos omega 6 sería especialmente dañino, ya que puede "enmascarar" los efectos saludables del consumo de omega 3.
Fuente: http://www.elintransigente.com/notas/2011/9/9/grasa-consumida-tendria-enfermedad-ocular-101483.asp
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