El tema de la baja visión puede ocurrirle a
cualquier ser humano.
Algunos datos que van a servirles para comprender mejor
esta circunstancia son: 1- en el mundo más de 269 millones de personas poseen
baja visión. 2- Las mujeres somos más propensas a padecer baja visión. 3- Más
del 80% de las causas que desencadenan patologías discapacitantes que aparejan
baja visión son generalmente evitables, es decir prevenibles o tratables. 4-
Teniendo en consideración el envejecimiento de la población como así también los
cambios de estilo de vida, implicaría que las patologías crónicas que conllevan
signos de la baja visión tal como lo es, la retinopatía diabética, se prevea
que aumenten en forma exponencial. 5- El 90% de las personas con discapacidad
visual residen en los países de bajos ingresos, es decir en aquellos en vías de
desarrollo y no desarrollados. Y 6- por último, el símbolo que identifica a las
personas con baja visión es el bastón verde, regulado por nuestro ordenamiento
jurídico desde el año 2002 mediante la ley 25.682.
Pero debo aclarar ¿qué significa baja visión? Según
la Organización Mundial de la Salud, OMS, se define la baja visión como la
pérdida de agudeza visual y/o campo visual que incapacite para la realización
de las tareas de la vida diaria tales como cocinar, leer, escribir, coser, ver
la TV, andar autónomamente, etc. Asimismo, la agudeza visual tendrá que ser
igual o inferior a 0.3 (30% de visión) y por su parte, el campo visual igual o
menor a 20º. Es habitual que la pérdida de visión afecte ambos ojos, pero vale
señalar que la persona conserva un mínimo de resto visual. Otro ítem relevante
para tal configuración será el agotamiento de todas las soluciones ópticas o
quirúrgicas convencionales.
Va de suyo consignar que la baja visión puede ser
la consecuencia del padecimiento de determinadas patologías asociadas muchas
veces a la edad, traumatismos o enfermedades congénitas. Efectivamente la baja
visión es un concepto eminentemente distinto al de ceguera. Por esta última
deberá entenderse en términos legales a la agudeza visual igual o inferior a
0.1 (10% de visión) y a un campo visual igual o menor a 10º en el mejor ojo.
Dentro de las afecciones que provocan baja visión
podemos mencionar entre otras: queratitis, distrofia corneal, queratocono,
albinismo, aniridia, coloboma (de iris, de coroides), cataratas congénitas,
afaquia quirúrgica por cataratas congénitas, subluxación de cristalino,
coriorretinitis discromatopsia, stargardt, maculopatia miopica,
degeneración macular relacionada con la edad, distrofia cristalina retiniana de
bietti, fibroplasia retrolental o retinopatía del prematuro, retinopatía
diabética, retinosis pigmentaria, atrofia óptica, glaucoma, nistagmus,
estrabismo, síndrome de Peters.
Son muchas, muchas las historias que podría
contarles acerca de personas con baja visión que fueron prejuzgadas o
discriminadas, ni más ni menos que por ignorancia y falta de información.
Convencida de esta problemática he decidido dar batalla a la desinformación y,
de ese modo, invitarlos a la generación de conciencia de estas realidades que a
menudo nos circundan, con el exclusivo objetivo de poder erradicarlas.
Pues entonces, si algunos de estos parámetros están
dados, y el médico oftalmólogo así lo diagnostica, será conveniente que puedan
tramitar su certificado único de discapacidad, documento vital para acceder al
cúmulo de beneficios, estímulos y ventajas que la ley otorga a quienes se
encuentran dentro de esta contingencia, ingresando en dicho supuesto a formar
parte del llamado "mundo jurídico de las personas con
discapacidades".
Amigos… quienes padecemos baja visión necesitamos
que entiendan que no somos ciegos, pero tampoco poseemos una visión normal. Es
por ello que resulta imprescindible que todos entiendan qué es la baja visión.
De esta manera estaríamos encaminándonos a comprender como sociedad, que tener
una deficiencia visual no implicará que una persona sea ni mejor ni peor que
otra que vea normalmente. Probablemente, como consecuencia de la deficiencia
visual se dificulten llevar a cabo varias actividades, lo que no impide tener
extremas habilidades para hacer otras cosas. Por todo lo que les he comentado
tengo ganas de invitarlos a "valorar la diferencia". ¡Claro es que
ella existe! Y eso sin lugar a duda servirá para enriquecernos. En definitiva,
no subestimen las posibilidades, ni sobreestimen las dificultades. Una persona
con discapacidad no es ni un ser de segundo orden ni tampoco un superhéroe. Es
tan simplemente una persona que posee virtudes y defectos. No olvidar que
"EJERCER LOS DERECHOS NO CONSTITUYE MEROS PRIVILEGIOS"
DRA. SILVINA
COTIGNOLA, ABOGADA ESPECIALIZADA EN DISCAPACIDAD Y FAMILIA.
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