La tecnología puede ser un arma de doble filo. Yo recuerdo el momento en que algunos de mis colegas del periodismo abandonaron sus máquinas de escribir por las computadoras verdaderamente portátiles en los años 1980, sólo para sufrir del síndrome del túnel carpiano una década más tarde.
Varias consecuencias imprevistas tal vez resulten de la adopción de la tecnología de diodo emisor de luz (LED) en todo desde las bombillas ordinarias hasta las computadoras, las tabletas y los teléfonos inteligentes.
Un ejemplo de esto es un estudio publicado este mes que muestra cómo el uso nocturno de tabletas, "eReaders" y teléfonos con pantallas LED puede causar que algunas personas sufran de insomnio.
Pero más preocupante a largo plazo es la creciente evidencia de que la luz LED podría causar que algunas personas expuestas por un largo período de tiempo sufran de degeneración macular senil (DMS), la principal causa de ceguera en el mundo occidental. Aunque es un estudio preliminar, la investigación es motivo de preocupación.
Ésta es la razón. Los estudios previos habían descubierto que la degeneración macular se asociaba con la exposición al sol brillante a largo plazo. No es el espectro total de la luz lo que causa el problema, sino el componente de luz azul en la luz diurna.
Según Ron Adelman, profesor de oftalmología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, la degeneración macular es más prevalente en las personas que viven en las regiones septentrionales del planeta.
Para los que pasamos la mayor parte del tiempo adentro, esto era menos problemático que para los granjeros y pescadores porque la luz incandescente no era particularmente fuerte en el espectro de luz azul. Pero la tecnología ha cambiado todo esto.
Ahora se estima que en los países europeos las bombillas incandescentes habrán sido totalmente reemplazadas por bombillas LED y fluorescentes para el 2016. Según Essilor, la compañía óptica francesa, la luz de las bombillas fluorescentes compactas contiene 26 por ciento de luz azul, mientras que las bombillas LED emiten por lo menos 35 por ciento de luz azul.
En España, un importante estudio descubrió que la luz LED podría causar la muerte de los tejidos oculares en placas de Petri después de varias sesiones de exposición de 12 horas. Celia Sánchez-Ramos, la investigadora de la Universidad Complutense de Madrid que dirigió el estudio, me dijo que las computadoras, las tabletas y los teléfonos inteligentes que tienen pantallas LED son probablemente peores para los ojos que las bombillas LED porque los miramos de frente por períodos prolongados.
La Dra. Sánchez-Ramos reconoce que pudiera tomar otros 10-15 años de investigación para demostrar de manera concluyente que la luz LED causa degeneración macular de la misma forma que la luz del sol.
No es probable que abandonemos los dispositivos LED en un futuro cercano. Pero hay un par de medidas que se pueden tomar ahora mismo para ayudar a proteger los ojos.
El Dr. Adelman recomienda tomar un suplemento que contenga vitamina C, vitamina E, zinc, luteína y zeaxantina. Se ha descubierto que las personas que toman esta fórmula, la cual se consigue en varios países como vitaminas premezcladas para los ojos, son un 25 por ciento menos propensas a desarrollar degeneración macular senil avanzada que los que no la toman.
El otro paso es usar anteojos con lentes como Crizal Provencia de Essilor que filtran los dañinos rayos azules emitidos por la luz LED.
Pero es importante no bloquear toda la luz azul porque esto puede llegar a interrumpir los ritmos diarios del cuerpo.
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