Hace seis décadas, entre el 10 y el 20% de los chinos eran cortos de
vista; actualmente, esas cifras llegan al 90% entre los adolescentes y los
adultos jóvenes. En Seúl, las estadísticas son inimaginables: el 96,5% de los
chicos de 19 años son miopes, según datos publicados por la revista Nature.
Alrededor de la mitad de los jóvenes en Estados Unidos y Europa padecen este trastorno (el doble de lo que pasaba hace medio siglo).
La miopía puede ser de origen genético (es la que se expresa desde edad preescolar y conduce a cuadros severos), pero en la mayoría de los casos responde a causas ambientales y socioculturales. Este segundo tipo es llamado "escolar": surge a partir de los 6 a 8 años y se desarrolla hasta los 25 aproximadamente.
El problema es más que un mero inconveniente, subrayan los especialistas, porque en casos graves la deformación del ojo puede afinar sus partes internas y aumentar el riesgo de desprendimiento de retina, cataratas, glaucoma e incluso ceguera. Alrededor del 20% de los jóvenes asiáticos de edad universitaria tiene esta forma extrema y la mitad de ellos podría perder la visión en forma irreversible o desarrollar ceguera legal (incapacidad para leer), dice Elie Dolgin en Nature.
Las hipótesis científicas acerca de las causas de la miopía están en revisión. Una de las primeras pistas de que factores culturales y ambientales podrían explicar el cambio fue un estudio de 1969 entre los inuit, un pueblo que vive en el norte de Alaska. "De los adultos que habían crecido en comunidades aisladas, solo dos de 131 eran miopes -destaca Dolgin-. Pero más de la mitad de sus hijos y nietos padecían el trastorno."
En un estudio realizado por la Universidad de Ohio que siguió a 500 chicos de nueve años que comenzaron con visión normal, analizaron el tiempo que pasaban al aire libre y después de cinco años comprobaron que el único factor fuertemente asociado con el desarrollo de miopía fue el tiempo dedicado a actividades en el exterior.
Otro estudio, esta vez en 12 escuelas primarias de Guangzhou, China, realizado por el doctor Ian Morgan, de la Universidad Nacional de Australia y de la de Sun Yat-sen, en China, ofrecería una prueba de concepto que respalda la hipótesis de que la causa de la miopía puede buscarse en la cantidad de luz solar que recibe el ojo.
Los investigadores asignaron a estos chicos 45 minutos extras de actividades en el exterior y ofrecieron información adicional a los padres. Después, los compararon con otros que siguieron la rutina normal. Al cabo de tres años, los últimos tenían una incidencia un 23% menor de miopía.
Por lo que se sabe hasta ahora, para prevenir la miopía o disminuir su avance, los oftalmólogos sugieren establecer un equilibrio entre el tiempo dedicado al estudio y las actividades al aire libre.
Alrededor de la mitad de los jóvenes en Estados Unidos y Europa padecen este trastorno (el doble de lo que pasaba hace medio siglo).
La miopía puede ser de origen genético (es la que se expresa desde edad preescolar y conduce a cuadros severos), pero en la mayoría de los casos responde a causas ambientales y socioculturales. Este segundo tipo es llamado "escolar": surge a partir de los 6 a 8 años y se desarrolla hasta los 25 aproximadamente.
El problema es más que un mero inconveniente, subrayan los especialistas, porque en casos graves la deformación del ojo puede afinar sus partes internas y aumentar el riesgo de desprendimiento de retina, cataratas, glaucoma e incluso ceguera. Alrededor del 20% de los jóvenes asiáticos de edad universitaria tiene esta forma extrema y la mitad de ellos podría perder la visión en forma irreversible o desarrollar ceguera legal (incapacidad para leer), dice Elie Dolgin en Nature.
Las hipótesis científicas acerca de las causas de la miopía están en revisión. Una de las primeras pistas de que factores culturales y ambientales podrían explicar el cambio fue un estudio de 1969 entre los inuit, un pueblo que vive en el norte de Alaska. "De los adultos que habían crecido en comunidades aisladas, solo dos de 131 eran miopes -destaca Dolgin-. Pero más de la mitad de sus hijos y nietos padecían el trastorno."
En un estudio realizado por la Universidad de Ohio que siguió a 500 chicos de nueve años que comenzaron con visión normal, analizaron el tiempo que pasaban al aire libre y después de cinco años comprobaron que el único factor fuertemente asociado con el desarrollo de miopía fue el tiempo dedicado a actividades en el exterior.
Otro estudio, esta vez en 12 escuelas primarias de Guangzhou, China, realizado por el doctor Ian Morgan, de la Universidad Nacional de Australia y de la de Sun Yat-sen, en China, ofrecería una prueba de concepto que respalda la hipótesis de que la causa de la miopía puede buscarse en la cantidad de luz solar que recibe el ojo.
Los investigadores asignaron a estos chicos 45 minutos extras de actividades en el exterior y ofrecieron información adicional a los padres. Después, los compararon con otros que siguieron la rutina normal. Al cabo de tres años, los últimos tenían una incidencia un 23% menor de miopía.
Por lo que se sabe hasta ahora, para prevenir la miopía o disminuir su avance, los oftalmólogos sugieren establecer un equilibrio entre el tiempo dedicado al estudio y las actividades al aire libre.
Fuente: http://www.hechosdehoy.com/miopia-las-teorias-de-su-avance-en-china-europa-y-estados-43754.htm
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