Los integrantes de esta familia han quedado en penumbras... primero el padre de familia, luego su esposa y ahora su hija de 30 años de edad, han perdido la vista
Imagen: foto de la familia
Ninguno es ciego de nacimiento. Daniel de la Peña Martínez de 70 años, perdió la visión hace años víctima de meningitis.
Enriqueta González Lugo, de 69, hace cuatro años dejó de ver tras padecer una miopía progresiva que se complicó con Diabetes avanzada y finalmente, su hija María del Rosario, también dejó de ver."Chayo" como la llaman sus amigos, llevaba una vida completamente normal, estudió belleza y corte, trabajaba y ayudaba a sus padres que ya no podían ver... un mal día, su vista se nubló, y dejó de ver completamente con el ojo derecho, con el izquierdo solo puede ver sombras.
"Fue hace un par de años, los médicos descubrieron que tenía diabetes juvenil ya muy avanzada y ya no pudieron hacer nada, me dijeron que perdí la vista por que se me juntó el Glaucoma con la Retinopatía Diabética", aseguró "Chayo".
Esta familia es de muy bajos recursos y habita en una humilde vivienda en la colonia Benito Juárez en el municipio de San Nicolás.
Chayo no cuenta con Seguro Social y no puede trabajar, los médicos le recomendaron que ni siquiera haga esfuerzos por que por el glaucoma podría hasta perder un ojo.
Ella para mantenerse estable, necesita unas gotas oculares que cuestan casi 400 pesos cada frasco, dinero con el que no cuenta.
"No quiero ya no ver nada, con mi ojo bueno veo algunas luces y sombras, pero es mi vista, mi poquita vista, no la quiero perder por no tener dinero, por eso quiero que alguien me ayude", dijo Chayo.
Don Daniel está completamente ciego, pero aún así sigue trabajando como vendedor ambulante, pero por desgracia, sus ingresos no le alcanzan para mucho.
Esta familia hoy necesita de su ayuda.
Si usted desea apoyarlos, puede hacerlo comunicándose al teléfono: 044811 5729951
Fuente: http://www.info7.com.mx/a/noticia/247614/normal/ultimo/24#commentsDiv
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